¿No estás feliz de verme?

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Bonnie

Cuando se despertó y logró reincorporarse, sentía mucho frío y dolor en todo el cuerpo.

Estaba completamente desnuda y la nieve no paraba de caer. Corría y corría pero nunca lograba escapar del bosque.

Finalmente alguien la sujetó por detrás y la miró directamente a los ojos: era Frank.

Despertó.

Estaba en su cama y parecía que lo que había ocurrido hacía un momento fue todo producto de su mente.

¿Simon de regreso? Parecía imposible.

Pero todavía podía sentir su perfume por toda la casa: no era un sueño.

Laurel

Estaba estupefacta.

- Esto... ¿Dónde estabas?- Laurel la rodeó y fue hacia Christopher mientras lo intentaba alejar de ella.

Chris la miraba con simpatía.

- Estuve lejos un tiempo. ¿No estás feliz de verme?

Laurel no movió una pestaña y solo podía percatarse de observarla, había cambiado tanto.

- Mamá... Están todos muertos.- Sondeó Laurel secándose las lágrimas.

Su madre intentó alcanzarla para abrazarla pero Laurel no se lo permitió.

- Ven, Christopher tienes que darte una ducha.- Le dijo a su hijo ignorando la presencia de su madre.

Sandrine se puso a limpiar y ordenar todo, incluso se había instalado en la habitación que Laurel usaba como el lugar para guardar cosas que no utilizaba.

- No quiero que te quedes.- Le dijo Laurel de brazos cruzados mientras la observaba desde el umbral.

- Dame unos días y te convenceré de que puedo quedarme. Seguro necesitas mi ayuda con Christopher.- Y la verdad es que era cierto: la niñera había renunciado.

Laurel se fue revoleando los ojos.

Michaela

Despertó en la misma cama que había despertado los últimos meses. Pese a que estaba dispuesta a no volver a hacerlo, las cosas cambiaron de repente.

Estaba desnuda y junto a ella no había más que un espacio vacío. Las luces del baño estaban encendidas y salía vapor por el hueco de la puerta.

Michaela revisó su teléfono celular y vió varios mensajes, todos de Tegan.

- Mierda.- Había olvidado por completo que era lunes.

Se vistió rápidamente y salió disparada sin que él lo notara.

Se tomó el primer taxi que logró parar y fue hacia el edificio donde aún conservaba su empleo: Pegasus.

En cuanto subió a su oficina, Tegan ya estaba ahogandola de tareas y solicitudes.

- ¿Te quedaste dormida? Tuve que mentirle al jefe diciéndole que estaba en el baño. No vuelvas a hacerlo.- Le dijo esta.

Michaela ansiaba contarle que todas sus vidas prendían de un hilo porque Harris también lo sabía. Sabía lo que habían hecho.

- ¿Estás bien?- Le preguntó arqueando una ceja.

Michaela no podía moverse, sentía que estaba parada sobre arenas movedizas.

Annalise

Estaba sentada en su oficina, frente a ella se encontraba una mujer vulnerable que intentaba esconder los golpes de su marido usando un vestido largo y floreado. El moretón alrededor de su ojo era difícil de ocultar.

- Sé... que esto es complicado. Pero desde ahora, después de hoy, el camino no es tan complicado.- Le dijo esta sin parar de analizarla.

De reojo, y de vez en cuando se fijaba las notificaciones en su teléfono celular.

- En unos días será navidad y espero estar divorciada antes, así al menos podré estar con mi hermana y mi madre.- Contestó la mujer rascándose la uña.

- Haré todo lo posible para que así sea.- Annalise extendió su mano y la mujer la agarró con firmeza.

Cuando terminó y la despidió en la puerta, se encontró con la mirada moribunda de Connor en el pasillo.

- ¿Qué pasó? ¿Mataste a Oliver?- Ella lo dejó entrar y lo miró.

- No es eso. Estaba pensando... en entregarlo.

- ¿A quién?- Quiso saber Annalise abriendo la heladera y tomando una botella de agua.

Le extendió otra a Connor y él la aceptó.

- A Chester. Es decir... No lo conocemos y todo esto se está yendo de las manos.

- ¿Por qué lo dices? Sonya no podrá delatarlos, ahora mismo debe estar en la estación siendo interrogada por la muerte de Pollock y Lanford. No es un peligro.- Argumentó Annalise con una sorpresiva tranquilidad.

- Lo dices porque no hay un cabello tuyo involucrado en esto. Voy a hacerlo y así todo volverá a la normalidad.- Sentenció Connor dando vueltas en la sala.

- No vas a hacer eso. Nada volverá a la normalidad, eso ya no existe. Y ahora Chester es uno de ustedes. Quieras o no.- Consolidó Annalise.

Bonnie - 13:44

Cuando volvió a su oficina no solo encontró trabajo atrasado sino también a Sonya sentada en su oficina, impecable.

¿Cómo pudo safar de la policía? Pensó.

Trató de no mirarla tanto y prefirió buscar en internet la resolución del homicidio múltiple. Resulta que Sonya mató a dos pájaros de un tiro y dijo que Pollock y Lanford planearon matar a Nate porque este había revelado información peligrosa, y que ella era la próxima y bla bla bla. Patrañas.

La sorpresa vino después cuando vió al mismísimo Simon Drake ingresando a su oficina.

Eran dos personas muy peligrosas.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora