No me digas que es por Annalise

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Mientras todos perdían la calma, Laurel y la persona que habían disparado el arma pensaban como deshacerse del cadáver.

- Tenemos que calmarnos, chicos. Esto ya nos pasó antes, tenemos que... Tenemos que darnos prisa.- Decía Laurel mientras revisaba los bolsillos del asesinado.

Connor estaba temblando y no podía ponerse de pie.

- Connor, tenemos que hacer lo que dice Laurel. Ponte de pie.- Michaela intentaba recomponer a un Connor que temía volver a la cárcel.

- ¿Voy a ir a la cárcel?- Preguntó el homicida.

Pero nadie contestaba, nadie le prestaba atención.

- Nadie irá a la cárcel.- Entonces Bonnie apareció.

Semanas antes

Annalise

Estaba en la estación de policía esperando a Bonnie, creyendo que ella se haría cargo de este caso y salvaría a Chester.

Bonnie tardó una hora en llegar desde su casa en la playa a la estación de policía.

- Al fin llegaste.- La saludó Annalise poniéndose de pie.

Bonnie no tenía cara de buenas noticias, todo lo contrario.

- ¿Que pasa?- Annalise descifró que algo estaba pasando. Revoleó los ojos y la miró.

- Nada, es solo que...- Bonnie no iba a contarle, pero no podía guardarse una cosa así.- Connor será liberado mañana.

Los ojos de Annalise se abrieron en forma de sorpresa.

- ¿En qué momento pasaron 5 años y no me di cuenta?

- Si te cuento todo lo que ha pasado estoy segura de que tus ojos se caerán al suelo.- Bonnie se sentó pero Annalise permaneció de pie.

- Habla ya, Bonnie.

Ella suspiró y luego la miró.

- Connor... Yo lo liberé y eso me salió caro. El agente Lanford y la agente Pollock son pareja, ambos hacen acusaciones ilegales para ganar dinero. Lo descubrí y ahora Julie está muerta.- Reveló Bonnie.

Annalise no podía creerlo.

- No puede ser, Bonnie... Creí que todo esto había terminado cuando...

- ¿Cuando mataron a Frank? Yo también lo creí. Annalise... Lo que sea que ibas a pedirme, yo no puedo. Connor es mi prioridad ahora. Ya no hay marcha atrás.- Bonnie se puso de pie.

- ¿Desde cuándo Connor es tu prioridad?- La detuvo Annalise molesta.

- Desde que tú los abandonaste.- Sentenció Bonnie marchandose y dejando a Annalise desamparada.

Mierda. Susurró sin saber qué iba a hacer ahora.

Entonces fue cuando Bonnie se volvió y le dió una tarjeta.

- Es mi jefa, la que reemplaza a Tegan. Ella es muy buena, ha ganado 57 casos a lo largo de su carrera.- Le informó antes de irse.

Annalise guardó la tarjeta y tomó su chaqueta. Fue al bar más cercano sin pensarlo.

Caminó y caminó hasta llegar y solo pudo quedarse delante de la vidriera.

- Creí que ya habías dejado eso, Annalise.- Apareció Laurel con Christopher de la mano.

- Una copa no daña a nadie. Hola precioso.- Annalise abrazó al niño y saludó a Laurel.

Se le habían ido las ganas de beber.

Bonnie

Una vez salió de la estación, iba a volver a su casa hasta que pensó en hacerle una visita a un viejo amigo.

No lo veía desde el tiroteo y no quería verlo tampoco, pero él le debía tanto.

Por suerte seguía viviendo en el mismo lugar y cuando golpeó la puerta de su edificio, él salió.

- Bonnie...- Al parecer él estaba haciendo ejercicio porque estaba sin remera y sudado.

- Nate. Necesito hablar contigo.- Ella intentó entrar pero él se lo impidió.

- Yo no puedo ahora. ¿Qué pasa? No me digas que es por Annalise.

Ella negó rotundamente y se rascó la frente.

- Esto no es por Annalise, esto es por mí. Estoy en peligro y necesito tu ayuda.- Le dijo ella viendo sobre su hombro. Al parecer no estaba solo.

Nate salió al pasillo y entrecerró la puerta para que la persona del otro lado no escuchara.

- Bonnie, creí que ya habíamos dejado de lado estas cosas. Creí que habías recomenzado tu vida desde lo de Frank.- Susurró este un poco incómodo.

- Tú me lo debes. ¿Ya olvidaste que hay sangre de un inocente en tus manos?- Le recordó ella.

Nate creyó haber dejado todo de lado después de no confesar contra Annalise. Todos creían lo mismo.

- ¿Qué pasa, Bonnie?

- Vienen por mí, vienen por todos nosotros.- Soltó ella al momento que se abría la puerta y salía Sonya Blaine, su jefa, semidesnuda.

Ambas se llevaron una gran sorpresa.

Casa de Pollock

Ambos estaban esperando a alguien, bebiendo algo y pensando que harían con Bonnie y los demás.

- No hay salida, si ella lo sabe entonces Annalise también.- Dijo Pollock encendiendo la chimenea.

- Yo creo que con lo que le hicimos a Bonnie no será una amenaza.

- No importa si es una amenaza o no. El señor Walsh será liberado de todas formas y nosotros iremos a la cárcel.- Replicó la agente Pollock bebiendo un martini.

- No si acabamos con todos ellos.- Él la besó en la boca.

Alguien tocó a la puerta y ellos sonrieron entre sí.

- Creímos que no vendrían hoy.- Alegó Pollock abriendo la puerta.

- Lo siento, estuve ocupado esta noche.- Se excusó el visitante.

- Yo también.- Se sumó otra voz detrás de él.

Todos estaban reunidos para acabar con el reinado que creó Annalise. Todos iban a caer.

How to get away with MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora