Capitulo 29.

355 31 8
                                    

Dos meses después.

Julien nunca abandonó el basurero, permaneció junto a Antúan,y ambos tenían la vida tranquila que siempre habían soñado,claro que no en un lugar decente,pero se tenían el uno al otro para apoyarse,ya se habían acostumbrado a la compañía del otro.

No obstante los mareos y vómitos que Julien presenciaba tenían una explicación. Aquella ocasión en la que Owen violó de él,le había jugado en contra,y ahora esperaba un cachorro de ese horrible acontecimiento. Llevaba dos meses de embarazo y su vientre ya era notorio, sobresalía por fuera de su harapiénta camisa.

-¡Antúan, encontré una camisa de tu talla!.-Ambos,como todos los días salían a hurgar la basura.

-Dejame ver.-Cogio la prenda, una camisa para Omegas de talla mediana,color calipso.-Es muy bonita. Llevaremos la ropa al río para lavarla.-Julien asintió.

Esta era su rutina diaria. Todas las mañanas desayunaban de la basura que buscaban entre los desperdicios,luego el almuerzo, la merienda y la cena; además de encontrar ropa en muy buen estado que usaban para cubrirse, y como todos los días,debían cuidarse del guardia,el es un Alfa mayor que ellos,ronda por todos lados buscando a lobos que tratan de vivir en su basurero,por suerte para Antúan y Julien el olor de la basura es tan fuerte y penetrante que para aquel Alfa era difícil notar los aromas de ambos Omegas. Hacían lo mismo todos los días,para sobrevivir,y en ocasiones escapaban al bosque para estar un momento con la naturaleza. Su vida se había transformado en supervivencia.

Cuatro meses después.

-¿Julien, qué sucede?.-Antúan corrió hasta su amigo,pues este se arrodilló en el suelo, sosteniendo su vientre de seis meses y enorme.-¿Estás bien?.

-S-Si...,el cachorro patea muy fuerte en ocasiones.-Antúan lo miro preocupado.

-Tu vientre es muy enorme como para que haya un solo cachorro ahí adentro.

"Me está diciendo gordo". Fue lo único que entendió Julien con las palabras que dijo su amigo. Rápidamente comenzó a llorar, era cierto estaba muy subido de peso,pero era por el embarazo.

-¡Ah,no llores!,no fue mi intención decirlo de esa manera.-Pero el llanto del Omega no cesaba.-¡Se me ocurre una idea!,iré al bosque por moras que tanto de gustan.-Antúan corrió tan deprisa como pudo hacia el bosque,ya sabía dónde buscar moras.

El Omega hallo unos arbustos de moras,y dentro del bolsillo de su pantalón;las fue dejando, tratando de que no se aplastan. Estaba tan concentrado en su misión,que no se percató de que unos ojos lo observaban detrás de los árboles. Cuatro Alfas que merodeaban la zona buscando que cazar,se toparon con el aroma del Omega,y,ahora,lo miraban con deseo, al pequeño Antúan,su piel expuesta era un deleite para sus lujuriosas miradas. Querían atacarlo y hacerle muchas cosas que tenían pensado,pero debían ser discretos. Por lo tanto Antúan olfateó aromas provenir muy cerca de el,así que tratando de no alterarse; abandonó el bosque con la mayor calma posible. Claro que aceleró su caminar apenas los sintió venir detrás de él,pero después de adentrarse de vuelta al basurero no los sintió más,creyendo que los había perdido.

-¿Antúan, qué sucede?,¿Porqué vienes agitado?.-Cuestionó Julien una vez que llegó donde él, afuera de su refugio.

-No es nada.-Regulo su respiración.-Te traje las moras, comélas antes de pierdan su frescura.-Fue a entregarles las moras a Julien,pero se sorprendió al ver su cara de espanto, mirando detrás de él.-¿Qué pasa?.-Antúan volteó,y en frente de ellos se hallaban cuatro Alfas con una presencia muy intimidante.

JulienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora