Parte 17

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El ambiente en aquel hospital se mantuvo frío, y muy silencioso, aunque para Jungkook y Jimin, había sido todo lo contrario, ya que la calidez que estos estaban sintiendo al estar juntos, era toda la calma que habían anhelado.

Luego de mucho esfuerzo por parte de los demás, Jungkook abandonó la habitación de Jimin, ya que el al igual que su pequeño, debía descansar. La noche fue larga sin su compañía, pero lo mantenía en pie el grandioso día que le esperaba mañana.

Un largo sueño, se había acabado. Los pequeños rayos del sol con su luz tenue, estaban atravesando aquellas  gruesas cortinas grises de la habitación, iluminando suavemente el rostro de aquel que yacía en un sueño tranquilo y delicado. Jimin se remueve un poco en la camilla, dejando a la vista sus hermosos ojos color caramelo, que resaltaban tanto en aquel blanquecino rostro.

Observa hacia los lados, y no se percata de la presencia de nadie, se encontraba completamente solo en una habitación demasiado grande para su preferencia, el sentimiento de soledad le abrumada bastante, su pequeño corazón sabía exactamente lo que necesitaba, pero por el momento parecía ser algo difícil de complacer. Extrañaba ver a Jungkook como en todas sus mañanas, y es eso lo que le incomodaba, era eso exactamente lo que necesitaba.

La puerta se abre de forma repentina, dejando al descubierto el rostro dulce de aquella enfermera, que había cuidado de él en todo este tiempo, desde el día en el que llegó a este hospital.

Narra Jimin.

- Buenos días joven Jimin. (Dejaba al descubierto sus dientes en una pequeña sonrisa)

- Buenos días. (Correspondo a su amabilidad)

- Veamos... Tus niveles se encuentran bastante bien, tu pulso está normal, tus signos vitales de igual forma. (Menciona mientras observa cada máquina a mi alrededor) - Sientes algún tipo de dolencia? Tu desayuno está afuera.

- Para ser sincero aún me duele el vientre, no puedo moverme demasiado, fuera de eso creo que estoy bien (La sonrisa permanecía)

- Es normal por el grado de abertura de su herida, con su desayuno le daré unos calmantes, que le ayudarán con esos dolores.

- Muchas gracias... (Respondo, mientras ella asiente y se aleja)

Vuelve a la habitación con unas bandejas, en las que claramente mi desayuno se encontraba. Me entrega aquella bandeja, mientras me posiciona de forma que me sea más sencillo comer, ingiero las pastillas y luego de eso, se retira.

La puerta de la habitación nuevamente es abierta repentinamente, haciendo que sobresalte mi vista hacia ella, no esperaba a nadie, ya que Jin y Tae recién llegaban de visita al medio día, Minjoon... lo dudo mucho, así que al esperar que la puerta se abra aún más, deja ver el rostro que se encontraba detrás de ella.

Podía sentir como una extraña sensación recorría mi cuerpo, mi atención simplemente se había concentrado en él, inconscientemente dejo los cubiertos en la bandeja, y una sonrisa amplia aparece en mi rostro.

- Jungkook...

Se adentra lentamente a la habitación, sutilmente cierra aquella puerta y da pasos ligeros pero a la vez apresurados hacia mi. Aún tenía una bata de hospital, el cabello estaba alborotado, cayendo sobre su frente, su rostro aún seguía con algunas zonas moradas, debido a los golpes, pero de igual manera, podía verse como el ser humano más hermoso de este planeta... Y no estoy jugando... (Lo digo en serio) Se nota que había escapado por unos momentos de su propia habitación, y es el momento en el que digo... Cuanto extrañe a este intenso  Jungkook.

- Buenos días precioso. (Me toma del rostro con sus dos manos, y pega sus labios a los míos)

- Jungkookie... (Me interrumpe)

- No me preguntes que hago aquí, moría por verte, quería, no... necesitaba ver tu rostro hermoso, recién levantado... (Dice con una sonrisa, separándose un poco de mi. Cuando por un momento su expresión cambia a una más... ¿atrevida?) Además, es posible que tu y yo...

Mi repentina risa lo interrumpe, haciendo que me observe con una ceja levantada. Tan jodidamente perfecto.

- Estas jugando verdad?

- Quien esta jugando Jiminie? Lo digo en serio... (Su hermosa sonrisa, lo estaba delatando sin dudas)

- Sabes que para eso falta aún mucho... mucho tiempo.

- No me hagas esperar tanto, por favor, recupérate pronto... Mejor dicho, ayudaré a que te recuperes lo antes posible. (Un puchero en sus labios, y poniendo ojitos de cachorro regañado... Ese era Jungkook mimado)

- Ya basta cielo. (Le doy un pequeño beso) - Hoy te llevaré a ver a nuestro hermoso retoño.

- No sabes lo emocionado que estoy... Dime, se parece a ti? Porque si es el caso, será sumamente precioso.

- Y si se parece a ti será igualmente bello.

-Tal vez, veremos cuando crezca, y si se vuelve hermoso, sexy y un chico malo... Sabremos que es igual a mi.

- Ahhh tranquilo, chico malo...

- Tu lo sabes, eso te enamoro de mi, no es así?... (Se acerca a mi rostro, susurrando entre mis labios)

- Todo tú, me enamoró... (Un corto beso, y la puerta nuevamente es abierta)

JN: Jiminie precioso, buenos di... (observa con asombro a Jungkook, que estaba a un lado mio) - Tranquilo, no preguntaré, ya lo sé... Como has amanecido pequeño? Me adelanté un poco con la visita diaria. (Exalta con una sonrisa tierna)

- Buenos días, me parece genial tenerte aqui desde temprano, por cierto me encuentro muy bien Jin, estoy perfecto.

JN: Y ya me imagino el porqué, o mejor dicho. Lo estoy viendo.

Reímos un poco ante sus palabras. Los minutos estaban pasando entre conversaciones y risas, Jin siempre llegaba a sacarnos unas risas con sus chistes, que aunque sean malos, nos hacían reír por la forma en que los relataba. Unos momentos más tarde, había pedido a Jin y a la enfermera que siempre estaba al pendiente de mi, que por favor nos llevara a Jungkook y a mi, a la sala en donde se encontraba nuestro pequeño bebé.

El camino a los pasillos fue duro, sin embargo aquella sensación que hacía revivir mi corazón, era que estaba yendo a ver a mi hijo, junto a su papá. Es algo increíble que no creí sentir jamás.

Llegamos a la sala en donde se encontraban los recién nacidos, habían bastantes incubadoras, los bebés durmiendo, y yo solo buscaba al mío. A través del cristal, la enfermera nos señala a nuestro bebé, y el corazón se me revolotea en el pecho, lo siento salir de mi. Estaba ahí, con sus pequeños ojitos cerrados, sus manitos tan tiernas, era muy chiquito, y verlo durmiendo como un angelito, era la mejor sensación que podía presenciar.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos, estaba a punto de estallar, sin embargo siento como unos brazos se sujetan a mi cintura con delicadeza y suavidad. Jungkook me acerca a su cuerpo, y colocando su cabeza en mi hombro, me dice...

- Gracias por haberme dado el mejor regalo de mi vida.

- Jungkook... Ese es nuestro pequeño, nuestro pequeño bebé... (El nudo en la garganta me impide hablar correctamente)

- Asi es Jiminie... y es en este momento en donde me doy cuenta, que pasaré el resto de mi vida con la persona correcta.






- Criando a nuestra personita perfecta.



Eres de mi Propiedad... Park Jimin  [Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora