Capítulo 3

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Narra Najwa

Cuando Berta terminó de hablar con Maggie nos contó que estaba enferma y no iba a poder venir. Fue una decepción para mí, tenía muchas ganas de verla. En un impulso le envíe un mensaje por whatsapp, quería saber de ella.

Chat

N: Hola Maggie, soy Najwa, como te encuentras? Ya nos ha contado Berta que no podrás venir.

M: Hola Najwa. Pues no muy bien la verdad, estoy en cama y con fiebre. Es una pena, me apetecía mucho pasar un rato contigo.
Quiero decir, con todas vosotras.

N: A mi también me habría gustado que vinieses a compartir la tarde con nosotras y conocernos más.
¿Has ido al médico? O te has tomado algo para la fiebre?

M: Esta mañana me tomé una pastilla, pero era la última que me quedaba, así que no he vuelto a tomar nada porque no me encuentro bien para bajar a la farmacia. Pero no pasa nada, seguro sólo es un resfriado y mañana estoy mejor.

N: No vive nadie contigo que pueda comprarte las medicinas?

M: No, vivo sola con mi perro. Pero no te preocupes Najwa.

N: Puedo ir ahora si te parece, pásame tu ubicación y paso por la farmacia.

M: No, no hace falta de verdad Najwa, tú solo disfruta de la cena con las chicas, yo estoy bien.

N: Maggie de verdad que no me importa. Venga, voy ahora mismo para allá, pásame tu dirección.

Fin del chat

Me levanté de mi silla y les conté a las demás que me iba. Sinceramente no sé por qué hago esto, apenas conozco a Maggie, pero el hecho de que no haya podido venir y esté enferma hace que tenga más ganas de estar con ella. No lo entiendo, pero aún así voy a ir a llevarle sus medicinas y ayudarla en lo que necesite.

- Tía, ¿cómo es que te vas así de repente a casa de Maggie? -me preguntó Alba cuando me dirigía a la puerta-.

- Porque no tiene medicinas y voy a ir a llevárselas, la verdad me siento preocupada por ella.

- A mí eso me suena a excusa para estar con ella. A ti te gusta Maggie, a que sí? Al final vamos a acabar todas emparejadas, Berta conmigo y tú con Maggie.

- Pero qué dices Alba si la acabo de conocer, sólo la he visto un día.

- Ya, ya, pero tu cara me dice que te gusta esa rubia.

- Anda no digas tonterías, adiós, ya nos vemos.

Me despedí de todas y me fui. Una vez en mi coche me dirigí a la farmacia más cercana, compré lo necesario y fui a casa de Maggie, que ya me había mandado su dirección. No entiendo por qué Alba me ha dicho esas tonterías, cómo me va a gustar Maggie. Simplemente la he conocido, me cae bien y ahora que está enferma voy a hacerle este favor y cuidarla como haría cualquier amiga.

Narra Maggie

No podía creer que Najwa se hubiera ofrecido a comprarme medicinas para la fiebre. Me sorprendía que se preocupara por mi, pero, por otro lado, me alegra porque al final sí voy a poder verla esta noche y, siendo sincera, me gusta desde que la conocí y sólo me apetece saber más de ella, me parece una mujer muy interesante y con mucho que ofrecer.

Unos 15 minutos después de la conversación, sonó el timbre y me levanté a abrir. Tito comenzó a ladrar y vino corriendo hacia la puerta conmigo.

- Buenas noches Najwa, muchas gracias por venir, de verdad que no hacia falta, me sabe fatal que hayas dejado la cena con las chicas -dije abriendo la puerta e invitándola a pasar, estaba guapísima a pesar de que llevaba un atuendo sencillo-.

- Maggie ya te he dicho que no me importa, para eso están las amigas -tras saludarme centró su atención en Tito- ¿Este es tu perrito? Pero bueno, que cosa más bonita por favor -dijo mientras se agachaba para acariciarlo- con esos ladridos me pensaba que tendrías un león o algo.

Las dos nos reímos por su comentario. Seguíamos en la entrada, así que la guié hasta la sala. Noté como se fijaba en todo mientras caminaba, realmente parecía una mujer muy observadora.

- Está muy bonita tu casa -dijo mirándome con una sonrisa- bueno, toma, estas son las medicinas que te compré. Tómatelas, voy a traerte un vaso de agua.

Mi apartamento tiene la cocina y el salón en la misma estancia, por lo que no tuvo que preguntarme donde estaba, simplemente se dirigió allí y cogió uno de los vasos que tenía en la encimera, para después llenarlo de agua.

- Muchas gracias -recibí el vaso estando sentada en el sofá, y me tomé las pastillas. Najwa se sentó conmigo-.

- De nada Maggie.

- Bueno, ¿y que tal te ha ido en casa de Berta? -pregunté lo primero que se me ocurrió para evitar el silencio incómodo que se estaba creando-.

- Muy bien, estábamos terminando de cenar cuando me vine para acá. Son todas muy agradables, con Alba ya tengo algo más de confianza, he estado hablando con ella durante toda la semana desde que nos reunimos en el set.

- Que bien, me alegro. De verdad siento haberte estropeado la noche.

- Qué dices, para nada. He venido porque he querido, y podemos reunirnos mil veces más, eso no es problema.

- Le he dicho a Berta que cuando me recupere os voy a invitar aquí a cenar.

- Perfecto, espero que sea pronto -contestó con una sonrisa sincera-.

- Yo también -le devolví la sonrisa-.

Continuamos hablando de todo un poco, del trabajo, de nuestros gustos, nuestras vidas, me contó sobre su hijo Teo; sobre todo conversamos acerca de la semana que viene que empezaba el rodaje de Vis a vis y nos moríamos de ganas. No sé cuánto tiempo estuvimos hablando, perdí la noción del tiempo, cada vez había más cosas que me gustaban de ella. Al rato me entró sueño, todavía no me encontraba bien del todo, aunque las pastillas habían ayudado algo. Najwa se percató de que estaba prácticamente quedándome dormida mientras hablaba.

- Maggie creo que debería irme ya, mira qué hora es, se nos ha ido el santo al cielo con tanta charla -dijo entre risas mientras se levantaba del sofá y cogía su bolso para irse-.

- Se nos ha hecho muy tarde, sí -me levanté al mismo tiempo- Najwa.

- Dime.

- Puedes quedarte a dormir si quieres, tengo una habitación libre. Es muy tarde para que vayas sola por la calle -hablé sin pensar mucho, la verdad Najwa me gustaba pero no quería ir tan rápido, ni siquiera sé si yo le gusto a ella. De todas formas, es lo menos que puedo hacer para devolverle el favor-.

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