Love

Capítulo 10

Narra Maggie

Mi apartamento no era muy grande, así que bastaron unos cuantos pasos para llegar a mi habitación. Una vez allí ni siquiera nos molestamos en encender la luz. De todas formas, la estancia estaba lo suficientemente iluminada gracias a la luz de la ciudad que entraba por mi ventana. No paramos de besarnos en ningún momento y con nuestras manos acariciábamos nuestros cuerpos por encima de la ropa. Me separé de su boca y bajé hasta su cuello con pequeños besos y succiones. Najwa jadeó al sentir mis labios succionando su cuello, supe al instante que ese era su punto débil. Estaba necesitando más contacto, y me atreví a quitarle su sudadera junto con la camiseta que llevaba debajo. Ella no se quedó atrás y también me quitó mi camiseta, quedando así ambas en sujetador. Apretó mis pechos con sus manos y acarició mis pezones con sus pulgares, haciéndome gemir bajito, ya estaba notando la humedad entre mis piernas. Empecé a desabrochar su pantalón y se lo quité por completo, ella hizo lo mismo y luego optó por desabrochar mi sujetador y llevar su boca a uno de mis pechos para besarlo y morderlo suavemente. Gemí, un poco más alto esta vez, llevé mis manos a su cabeza y enredé mis dedos en su cabello negro para pegarla aún más a mí. Luego de unos minutos en los que estuvo alternando sus caricias en ambos pechos, levanté su rostro para volver a besar sus labios con necesidad, y la fui empujando lentamente hacia la cama. Me quité los zapatos y me tumbé encima de ella para retomar el contacto. Najwa llevó una de sus manos a quitarse las deportivas que ya le estorbaban, pero yo la detuve y bajé a besos por su cuerpo, desde su cuello el cual mordí levemente, sus pezones visiblemente erectos por debajo de la tela de su sujetador, su vientre, su entrepierna donde dejé un beso por encima de su ropa interior, y sus piernas las cuales acaricié con suavidad hasta llegar a sus pies. Quité sus zapatos y calcetines rápidamente, y los tiré por ahí. Sin dilatar más el momento, me agarró del brazo y me subió para que quedara su altura y me besó de nuevo.

—    Rubia...nunca he hecho esto con una mujer —noté la inseguridad en su voz— No quiero cagarla.

—    Tranquila, yo tampoco, sólo tenemos que dejarnos llevar y seguro que todo fluye —dije mientras me volvía a sentar sobre ella y desabrochaba su sujetador, lanzándolo a un lado—.

Llevé mi boca a uno de sus pezones y con mi lengua hice círculos alrededor de éste mientras que con mi mano derecha acariciaba el otro. Najwa llevó sus manos a mis bragas dispuesta a bajarlas. Me separé un segundo de sus pechos y le ayudé a quitármelas, luego le quité las suyas. Volvimos a unir nuestros labios y fui bajando mi mano lentamente por su vientre hasta llegar a su intimidad. Acaricié sus pliegues con dos de mis dedos notando lo mojada que estaba y me excité aún más. Me detuve en su clítoris e hice un poco de presión en él, luego comencé a frotarlo de manera circular. La morena también llevó su mano a mi intimidad, pero a diferencia de mí, me penetró directamente con dos dedos, haciéndome soltar un gemido que fue acallado con sus besos. Continué acariciándola unos minutos más y después introduje los dedos mientras con mi pulgar seguía tocando su clítoris. Paramos de besarnos para mirarnos fijamente a los ojos mientras nos follábamos mutuamente. Najwa estaba siendo más brusca que yo con sus penetraciones, pero a decir verdad me encantaba. En un momento dado curvó sus dedos y me hizo sentir un placer indescriptible. Yo hice lo mismo para tratar de devolverle todo el placer que me estaba regalando. No sé cuánto tiempo continuamos así, realmente perdí la noción del tiempo. Los gemidos resonaban en la habitación y seguramente se escuchaban por toda la casa. No dejamos de mirarnos a los ojos en ningún momento. Estaba muy cerca del orgasmo y supe que Najwa también cuando noté la presión en mis dedos. Cerró sus ojos y echó la cabeza hacia atrás soltando un gemido que fue música para mis oídos. Casi al mismo tiempo llegué a la cima temblando encima de Najwa y moviendo mis caderas mientras gemía y mi respiración se aceleraba aún más. Saqué mis dedos de ella y acaricié su clítoris para prolongarle el placer. Paré cuando lo tuvo demasiado sensible y no aguantaba más. Me dejé caer a su lado cerrando los ojos, ambas estábamos tratando de regular nuestras respiraciones y recuperarnos del orgasmo que acabábamos de experimentar.

—    Eso ha sido increíble —dije cuando recuperé el aliento—.

—    Sí...joder —la miré y seguía con los ojos cerrados—.

No pasaron ni cinco minutos cuando, por su respiración, supe que se había quedado dormida. Me incorporé un poco para coger la sábana y taparnos. Me pegué a ella, puse mi cabeza en su hombro y la abracé por la cintura. No tardé mucho en quedarme dormida.

Narra Najwa

Me desperté sintiendo unos brazos rodeando mi cuerpo. Miré a mi izquierda y ahí estaba Maggie, profundamente dormida, con la boca entreabierta. Se veía adorable. Acababa de tener uno de los mejores polvos de mi vida, creo que nunca había sentido ese placer, aunque puede que también haya influido la persona con la que lo he hecho. Maggie me ha dicho que tampoco había estado nunca con una mujer pero, joder, parecía toda una experta. Solo espero no haber sido torpe y que haya quedado satisfecha al igual que yo. Desvié la mirada al reloj de la mesita de noche, eran las 3 de la madrugada. El sonido de mi móvil vibrando me sacó de mis pensamientos. Estiré mi mano para cogerlo, era Alejandro. No le había avisado que iba a cenar fuera y mucho menos que no llegaría a dormir a casa. No contesté a la llamada, sinceramente no me apetecía dar explicaciones, quería disfrutar del momento y dejarme llevar al menos por el resto de la noche. Ya mañana me enfrentaría a la realidad. Sin más, silencié mi móvil y volví a dejarlo en la mesita. Tiré de la sábana para taparnos un poco más, me abracé a la rubia y cerré los ojos dejando que ganara el sueño.

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Holis, bueno quería decir que no soy experta en escribir este tipo de escenas, espero no defraudar
No olviden dejar estrellita si les ha gustado 🥰