XXV: Asi no se resuelven las cosas

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"Falacias" era lo que decía aquella pequeña carta. No estaba entendiendo nada, ¿de quien era esto? ¿Por que me enviaban esto?, Connor estaba igual de desconcertado que yo, guarde la pequeña carta en mi velador y luego me fui a dormir, aun con la mente en aquella carta que me dejo paranoica.

***

Al dia siguiente me levante con un dolor de cabeza horrible, me dirigí a la sala encontrándome a Connor releyendo la carta de anoche, me acerque a el y este me miró.

- no puedo comprender el significado de esta carta, lo siento - me habló con poco ánimo.

- calma Connor, no te mates la cabeza por eso - le palmee el hombro.

- ¿ah? - ladeo la cabeza confundido.

- me refiero, a que no tienes que preocuparte por eso, de seguro es un acosador de mi primo - expliqué.

- esta bien - se levantó del sofá donde yacía sentado.

Hice el desayuno, comí (ya que Connor no come), me vestí y salí junto al androide al DP.

***

- ya te he dicho miles de veces Joel, ¡ATIENDE TUS PAPELES! - escuche gritar al teniente cuando entre, vaya bienvenida.

El me miro serio, se le veía algo molesto también, tal vez sea por la pelea de ayer.

Me acerque cuidadosamente a el junto con Connor.

- ¡buenos días teniente! - exclame, dejando de lado el hecho de que ayer lo noquee.

- ¿que queréis? - pregunto de mala gana.

- ay teniente, no tiene que ponerse así, somos compañeros, ¿lo olvida? - trate de aliviar el ambiente, claramente no funcionó.

- ten - dijo con amargura entregandome unos papeles.

- ¿para que es esto teniente?

- adiós - se despidió con cierto filo en su tono.

- ok... - mire los papeles, era sobre un avistamiento de huelga en una de las tantas avenidas en Madrid. - vamos Connor.

Salimos y nos subimos a uno de los autos de la policía dirigiendonos a la dirección que nos entregaron.

Al llegar, aparcamos el auto en una esquina de la calle, nos bajamos y "patrullamos" por las calles, en busca de algún disturbio.

- ya me estoy aburriendo de tanto patrullar - dije estirandome a medio camino.

- ¿quieres descansar en aquella banca? - señalo Connor.

Asenti y fui corriendo a ella para luego sentarme, el castaño copio mi acción pero más calmado. Coloqué mi cabeza en su hombro y pude sentir como se exaltó levemente.

- me agrada estar en tu hombro, ¿a ti te molesta? - pregunté.

- n-no, para nada - su pequeño nerviosismo me causaba gracia.

Unos minutos luego de eso se acercaron unos tipos con sacos negros, yo en seguida me levante frunciendo el ceño.

- ¿que quieren? - hablé con un tono demandante.

- buenos días señorita T/A, ¿seria tan amable de venir con nosotros? Y su androide también - hablo en ingles uno de ellos, mire a Connor y luego los mire con una expresión de poco amigos.

- ¿a donde iremos? Si es que se puede saber - mi tono demandante aun no se iba.

- el señor Saen Stewart necesita verla ahora mismo - hablo el más alto de los dos.

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