Al cabo de dos días, ya no estoy de malas. Cada vez se me da mejor ignorar a los vecinos cuando oigo algún ruido que viene de fuera.
Estoy en el sofá de mi cuarto, aún estancada en El señor de las moscas. Gracias a Dios, me queda poco para terminarlo: Nagasaki está en la playa, aguardando una muerte inminente. Estoy tan impaciente por acabar y poder empezar otra novela más optimista que al principio no hago caso del ruidito. Al cabo de un par de minutos, se oye otro un poco más fuerte que el anterior. Bajo el libro y presto atención. Suena un tercer ruidito, y enseguida un cuarto y un quinto. Algo golpea el cristal de la ventana. ¿Granizo? Sin pensar en lo que hago, me levanto y voy directo hacia la ventana. Aparto la cortina.
La ventana de Sasuke está abierta de par en par, con la persiana arriba. Las luces del cuarto están apagadas, y la penumbra del atardecer no me deja entrever el interior. Pero el bizcocho indestructible se encuentra allí mismo, en el alféizar. Y ahora tiene dos ojos saltones que se clavan en mí. De repente, se estremece y se inclina hacia delante como si quisiera comprobar lo lejos que está el suelo. Después retrocede y tiembla un poco más. Aguzo la mirada intentando distinguir a Sasuke en la oscuridad cuando, sin previo aviso, el bizcocho salta y se precipita al vacío.
Doy un respingo. ¡El bizcocho Bundt acaba de suicidarse! Estiro el cuello para tratar de ver lo que ha quedado de él, pero el jardín está demasiado oscuro.
Entonces, un haz de luz ilumina el suelo. Increíble: el Bundt no ha sufrido ningún daño. ¿De qué demonios estará hecha esa cosa? Menos mal que no tuvimos que comérnosla... La luz se apaga. Levanto la vista hacia la ventana, justo a tiempo para ver cómo se retira una mano enfundada en negro que aferra una linterna. Sasuke. Me quedo un rato esperando por si vuelve a aparecer, pero no lo hace.
Noche Dos
Estoy apunto de meterme en la cama cuendo vuelvo a oír ruiditos en la ventana. He decidido que no voy a hacerle caso, y no lo hago. Quiera lo que quiera de mi, no puedo ofrecérselo. Es mas fácil no saber.
No me acerco a la ventana ni esa noche ni la siguiente.
Noche Cuatro
No puedo resistirme. Echo un vistazo desde detrás de la cortina.
El bundit está en el alféizar, lleno de curitas y vendajes.
No se ve a Sasuke por ninguna parte.
Noche Cinco
El bundt está sobre la mesa, al lado de la ventana. Junto a él hay un vaso con un líquido verde, un paquete de cigarillos y un frasco lleno de píldoras con el dibujo de una calavera. ¿Otra tentativa de suicidio?
Sasuke sigue sin aparecer.
Noche Seis
El bundt está colocado sobre una sábana blanca. Junto a él cuelga una botella de agua boca abajo de la que sale un cordel que llega hasta el bizcocho, a modo de gotero.
Aparece Sasuke, vestido con una bata blanca y un estetoscopio al cuello. Observa el bundt con el ceño fruncido y luego empieza a examinarlo, acercándole el estetoscopio como si quiera escuchar los latidos de su corazón. Me gustaría echarme a reír, pero me aguanto. Sasuke levanta la mirada y menea la cabeza con expresión solemne. Cierro la cortina, esforzándose por no sonreir, y me alejo.
Noche Siete
Me repito una y otra vez que no voy a mirar por la ventana, pero en cuanto oigo el primer ruidito, me acerco y aparto la cortina. Sasuke se puso una bata negra demasiado grande para él, lleva una enorme cruz plateada alrededor del cuello. Le está dando la extremaunción al bundt.
Ya no puedo resistirlo más: me echo a reír y siento que no puedo parar. Sasuke levanta la cabeza y me mira con una sonrisa pícara. Luego saca un marcador negro del bolsillo y escribe algo en el cristal de la ventana.
PERDÓN POR LO DE LA OTRA NOCHE.
SASUKEUCHIHA33@GMAIL.COM
El bundt es el bizcocho, es para que no se confundan
Jaja me dio risa de la noche siete a ustedes les causo risa jaja 😂 no ma pinche sasuke te pasas jajaQue tal les parecio? espero sus votos y comentarios 👀❤️

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Todo Todo
RomansHinata , una adolescente enferma, pero imaginativa e inteligente, vive confinada en casa porque si sale de ella podría morir Hinata se enamora de Sasuke, su vecino, aunque los muchachos sólo pueden relacionarse a través de la ventana y enviándose me...