🌸 Introducción 🌸

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Mi nombre es Itachi Uchiha, soy un jóven de 26 años que ha dedicado su vida a estudiar arduamente, desde pequeño me interese en las expresiones artísticas culminando mis estudios principales en esa índole, sin embargo no todo es como uno quisiera, cuando tenía 13 años, mi familia a pesar de ser muy unida en aquella época, habían factores que como en todas no terminan de encajar del todo, pero en este caso mis padres fueron poco a poco apagando su relación hasta llegar al divorcio, mi hermano menor Sasuke se quedó al lado de mi padre y yo me quedé con mi madre puesto que nos llevamos mejor. Por desgracia, las ocupaciones diarias y la poca cercanía nos fueron separando cada vez más hasta llegar al punto de no saber de ellos en un par de años, perdimos el contacto por mucho tiempo.

Mi madre abrió un restaurante junto a nuestra casa para poder solventar los gastos, y mientras yo trabajaba medio tiempo en una tienda de conveniencia mientras continuaba con mis estudios. Vivimos años muy amenos en compañía de solo nosotros dos, que a pesar de estar todo el día ocupados, las noches eran nuestro momento de desestresarse.

Todo era perfecto en nuestro pequeño mundo hasta que llegó el peor día de mi vida.

*Flashback

Era un jueves por la noche, me dirigía saliendo de mi turno de la tienda aproximadamente a las 8 pm, antes de ir a casa decidí pasar a comprar comida para la cena con la intención de darle una pequeña sorpresa a mi madre y evitar que cocinara nuevamente saliendo del puesto así que me dirigí a un puesto de takoyakis.

Mientras caminaba a casa, podía notar que había un cúmulo de gente en la entrada de mi cuadra, pero decidí no prestarle atención, seguí mi ritmo tranquilo hasta que mi vista se levantó hacia mi casa, quedando helado, dos vecinos estaban hablando con un paramédico, al verme su reacción de preocupación hizo que la sangre se fuera a mis pies, corrí hacia ellos en busca de respuestas sin embargo, la respuesta no era reconfortante.

Itachi: Señora Yuko, ¿Qué sucedió? ¿Dónde está mi madre?

Yuko: I-Itachi, lo siento mucho, asaltaron el restaurante pero tu madre intento pedir ayuda y todo terminó mal. El maleante le dió un disparo cerca del pulmón y la verdad está muy débil se la llevaron al hospital, nosotros vamos para allá vámonos.

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Cuando llegamos al hospital corrí a pedir información sin embargo al ser menor de edad había muchas restricciones, afortunadamente la señora Yuko fue mi pilar apoyándome en todo, no sabía que estaba pasando, mi cerebro no terminaba de entender como era posible que todo esto estuviera sucediendo.

El doctor informó que estaba delicada y pasaría varios días en observación, sin embargo tanta perdida de sangre la tenía inconciente.

Al recibir las noticias, huí de la escena a llorar en un rincón de la sala de espera. El ambiente era desgarrador, mucha gente llorando y quejándose de dolor, otras peleando por cuestiones de turnos de cuidado etcétera, así que decidí ir a fuera a pensar.

En el área del estacionamiento habían unas bancas para sentarse al lado de una máquina expendedora, no sé cómo llegué ahí, mi cuerpo caminaba sólo y no tenía sentido del tiempo.

Cuando salí de mi mundo, ví a una pequeña niña intentar comprar de la máquina sin tener mucho éxito, así que decidí acercarme a ayudarla.

Era una muñequita, un cabello rosa palo a la altura de los hombros con un listón rojo en el cabello, un vestido verde pistache y unos hermosos ojos jade.

La niña me miró con miedo al acercarme de tal manera, intenté hacerle ver qué la quería ayudar y ella accedió, sin embargo los niños siempre son muy abiertos cuando algo sucede, podía darme cuenta que ella estaba pasándola mal también.

La niña compró un jugo de manzana mientras que yo regresé a mi asiento. Volví a ver el horizonte y me perdí un poco en mis pensamientos nuevamente.

Prontamente, sentí que alguien tomaba mis manos mientras dejaba en ellas un pequeño tetrapack de jugo.

Al reaccionar completamente miré hacía mi izquierda y la pequeña niña me miraba con ojos tristes.

Ella simplemente dijo " todo estará bien, el jugo ayuda a sentirte mejor acéptalo por favor señor".

Se paró del asiento y salió huyendo. Miré el jugo y fue inevitable no soltar lágrimas. Seguramente ella también se encontraba en alguna situación pero era muy pequeña, fue inevitable no pensar en que hubiera sido de mi si esto estuviera pasando a esa edad... Tal vez hubiera seguido viviendo con mi padre y mi hermano y todo sería más fácil pero desgraciadamente no se nada de ellos.

El tiempo pasó, y las idas al hospital eran cada vez más desgarrantes, ella no daba señal de mejora.

Al no ser capaz de solventar los gastos del hospital, mi madre fue trasladada a casa donde me dedique a cuidarla y trabajar en el tiempo que se me permitía, recibiendo el apoyo en cuidar de mi madre, de mi querida vecina Yuko, esa mujer es un sol, sin ella hubiera perdido la razón.

Pero al cabo de unos meses lo inevitable sucedió, mi amada madre murió de un paro cardíaco provocado por la desnutrición de su estado paralítico.

Fin del flashback

Si tan sólo hubiera seguido todo como cuando estábamos completos esto jamás hubiera sucedido, pero por desgracia, hay cosas que por más que ruegues no se pueden evitar. Lo más doloroso para mí, es que mi padre y mi hermano jamás dieron señales de vida. El coraje me llevó a un punto en mi vida en el que solamente me sentía feliz estando con mis propios pensamientos y pintando. La señora Yuko se encargó de mi al ser menor de edad aún, sin embargo todo siguió normal, con mi dinero pude sostenerme aún que no con una vida tan placentera, lo que hizo que comenzara a vender mis dibujos teniendo éxito. Bien dice la frase que si te duele, hazlo arte.

Posteriormente, me dediqué a mis estudios de arte en la universidad de Tokio culminando prontamente pero todo dentro de mi corazón seguía igual... Nada mejoraba y solo pensaba en que mi destino era estar sólo y así fue, me encerré tanto conmigo mismo que toqué fondo.

Pero al igual que aquel día del accidente,recordé a cierta niña que intento mostrarme que no sólo yo sufro en esta vida, hay muchas personas viviendo situaciones dolorosas en silencio que no hablan con nadie, así que estaba decidido, me comencé a adentrar en el campo de la psicología con el fin de ayudar a las personas, así que funde un proyecto sobre impartir arte mientras daba pequeñas terapias en las sesiones. No me gusta decir que soy psicólogo también, pero me agrada la idea de ver las representaciones de las personas y leerlos con ello, aprendí a detectar las tendencias de dibujo de las personas que llegaban a mi y así poder apoyar a mi manera dándoles confianza y un espacio para abrirse sin que se sintieran juzgados o tratados por un profesional este lugar se encuentra junto a mi casa actualmente.

Al poco tiempo, se presentó la oportunidad de trabajar de profesor en la universidad de Tokio, llevo dos años impartiendo clases allí, y puedo decir que en este punto todo ha ido mejor aún que siempre falta ese algo...

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🌸 Volver a creer 🌸 (ItaSaku) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora