𝕮apítulo 4. 𝕽𝚊𝚢𝚘 𝚍𝚎 𝚂𝚘𝚕

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El destino es ridículamente caprichoso, le gusta gastar bromas de muy mal gusto a personas como yo, individuos que buscan la calma pero que en su lugar obtiene todo lo contrario. De todas las personas que existen en el mundo, de los más de trescientos millones de personas que viven en Estados Unidos, de todas las hipotéticas e irónicas líneas temporales del mundo... Me ha tenido que tocar estas dos personas, las cuales les faltan un par de tornillos. Bueno, a Jessica una mordaza en la boca y a su compañero, Jay, un tapón por roncar demasiado fuerte.

Jessica Fork, también llamada a sí misma como Yass, es la persona más parlanchina que he conocido en toda mi existencia. He conocido a muchas personas así con el paso de los años, pero Jessica se lleva la medalla de oro. Habla por los codos y en más de una ocasión me he llegado a preguntar si siquiera respira al hacerlo. 

Después de que me vistiera y quemara la ropa apestosa —ya que Jessica me había dicho directamente que podía quedármela—, cogí mi mochila y me dijo que entrara por detrás. Al abrir las puertas de la parte trasera de la furgoneta color verde me di cuenta que no era una simple furgoneta: tenía un colchón azul marino con mantas y sábanas perfectamente dobladas, un enorme baúl negro con líneas doradas donde guardaban la ropa de ambos, un bote de suavizante con el dibujo de una piña, otro bote de lejía blanca y una mini-nevera. También dos cajas más, pero desconozco su contenido.

No pude evitar estar en guardia, manteniendo la mano cerca del bolsillo en caso de amenaza. Cuando apartó la cortina color rosa con círculos azules oscuros, me dedicó una amable sonrisa y, desde entonces, no ha parado de hablar en todo el camino. Me arrepentí de haberle dado mi nombre real, ya que lo desgastó hasta niveles insospechados. 

Si no lo pronunció mal doscientas dieciséis veces, no lo hizo ninguna.

Ella y Jay son pareja desde hace mucho años, en la época estudiantil para ser más exactos, y desde entonces viajan juntos a todos lados. Se consideran una pareja con relación abierta pero los dos son demasiado despistados como para entender las señales por parte de otros: Ella se enfrasca demasiado en crear un ambiente amistoso para todo el mundo y Jay, según sus palabras, acaba por encerrarse en su burbuja e ignora el mundo.

Yass es la hija menor de ocho hermanos y proviene de una familia muy religiosa, aunque dijo varias veces que no quería creer en nada. «La vida es demasiado maravillosa como para preocuparse por un señor con barba que te juzga todo el tiempo», dice muchas veces cuando la palabra «religión» aparece en las varias conversaciones —o más bien monólogos— durante el camino.

A la edad de dieciocho años se escapó de casa con su novio, tras graduarse de la escuela secundaria en alguna ciudad que estaba situada en el estado de Oregón; y aunque amaba a sus padres y a sus hermanos, no deseaba tener una vida tan limitada como su madre. Necesitaba ver mundo, conocer a cientos de personas, rellenar su diario de experiencias que escapaban a su imaginación... Era una aventurera que salió de aquella jaula de oro.

Ahora, con casi veintidós años mortales, anhela recorrer la zona este de Estados Unidos, el más lejano. Ella misma se considera un alma libre, una intrépida mujer con gran fuerza de voluntad y con muchos sueños por cumplir. Una soñadora empedernida, una enamorada del mundo sin necesidad de echar raíces en ningún lugar. Las pocas veces en las que se detenían en algún lugar era para ganar algo de dinero, pero nunca duraban más de mes y medio en el mismo sitio. «El mundo es muy grande y yo sólo tengo mis piernas y una furgoneta», me comenta en tres ocasiones, a la vez que se carcajea.

Jay es un artista independiente con un estilo muy peculiar, o al menos así lo califica Jessica. Al contrario que ella, Jay viene de una familia desestructurada y siendo hijo único. Su madre había muerto cuando él tenía once años y su padre cayó en una depresión muy profunda, peligrando su trabajo en una empresa de transportes. Con el tiempo se aferró a la bebida y su comportamiento hacia el joven Jay se volvió más hostil; luego cambió a un trabajo de media jornada. 

𝔸𝚜𝚋𝚎𝚕 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora