Instituto de zorras

9. Gemelas.

River's POV:

— ¿Apuesta? —Dijo Cam.

¿COPIA ESTÚPIDA DE MI ACASO NO SABES CALLARTE?

Golpeé a Ryan.

— ¡No te callas una inútil!

—Ups. —Dijo Ryan.

— ¿Apuesta? —Repitió Sam.

—Emm es que... —empecé a decir.- —Oh mira un pájaro

Agarré a Ryan del brazo y salí corriendo.

— ¡Cobardes!

Gritó Sam. ¿Cobarde? ¿Yo? Por favor, ese lindo culo karateca no sabe lo que dice.

Cam's POV:

— ¿En serio? ¿Se fueron? —Pregunté.

—Fueron a buscar sus pelotas luego volverán. —Dijo Sam.

—Esto no puede quedar así, vamos por ellos.

—No irán por nadie señoritas, queremos una explicación. —Dijo mi madre.

—Emm es que... —empezó a decir Sam. —Oh, mira un pájaro.

— ¡Eso no funciona con nosotras! -Dijo Silvia, la mamá de Sam.

—Okay mami. —Sam puso puchero.

—Esos dos son...emm... —vamos Cam piensa, piensa. —Son...

— ¿Sus novios? —Dijo mamá.

—Claro que...

— ¡SI! —gritó Sam. —Y como lindas novias tenemos que ir a visitar a nuestros novios.

Claro, ya entendí.

—Está bien. —dijo Silvia. —Hija, por favor, no quiero nietos por ahora.

—Lo mismo digo. —Dijo mi madre.

— ¡Mamá! —Gritamos ambas al unísono.

***

Sam's POV:

Habíamos atado a los gemelos a unas sillas en su habitación y los estábamos obligando a decir que mierda era eso de la apuesta.

—Esto de estar atado me gusta. —dijo Ryan.—Yo soy tu esclavo, castígame. —Dijo con voz pervertida.

—OH POR DEOH, aléjate maldito pervertido. —Dije horrorizada.

—Dígannos de qué trata la apuesta y los besaremos. —Dijo Cam.

— ¿En serio? —River la miró esperanzando.

— ¡Claro que no! Pero nos aseguraremos de que tengan una buena tumba porque si no nos dicen ¡VAMOS A MATARLOS! —Puso una mirada de asesina rusa que me dio miedo hasta a mí.

—Yo no diré ni una palabra. —Dijo Ryan.

—No quería hacerte esto River. —dije. —Me caes bien, pero como tu gemelo no piensa hablar, tendré que usar la fuerza contigo, aquí tengo diez abejas que encontré en el jardín. —saqué un frasco. —No te gustaría que abriera el frasco ¿O sí?

— ¿A-abejas? Eres una perra. —Dijo River.

— ¿Qué dijiste? ¿Abre el frasco?

— ¡No! Bss BSSS, por favor, está bien. Con Tomi hicimos una apuesta, si las besábamos esta semana, el sería nuestro mayordomo temporal y si perdíamos vestiríamos de chicas todo un día.