Capítulo Quince

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- En eso tienes razón - dice Sebastián acercándose a mí para darme un beso.

La situación cambia rápidamente cuando me acuestan de nuevo en la cama y Nicolás baja mi short para sacarlos.

- Oigan... -Sebastián continua su beso casi arriba de mí, lo cual no me permite hablar- creo que ustedes deber...- con mis manos toma su cara y lo separo de mi- a ver -le dijo sentándome de nuevo- si quieren que continuemos primero se tienen que bañar, así que... uchcale uchcale.

- ¿Es enserio? -pregunta Sebastián un poco incrédulo.

- Si muy segura -ambos se levantan de la cama con cara de no saber qué está pasando- oh vamos, de seguro sudaron todo el día y solo se cambiaron de ropa, apuesto a que abajo les huele a azufre -los dos se terminan de meter al baño cerrando la puerta.

Podre de ellos seguro que no se la esperaban, pero es lo mejor, no sería agradable lamber algún lugar y que sepa a sal de mesa, yo estoy recién bañada así que no hay problema aun que si me gustaría lavarme los diente todavía siento el sabor de la hamburguesa.

Me levanto de la cama y regreso mis senos al sujetador, ahora solo estoy en pura ropa interior bueno... hasta nuevo aviso, recojo mi ropa y la doblo para que no se arrugue más no me gustaría salir y que se note lo que hice aquí adentro. Le doy una pasada al cuarto mientras lo espero, pero en realidad no hay mucho que ver el cuarto es muy minimalista así que solo tiene lo necesario, una cómoda de ropa, una mesa de noche a cada lado de la cama, incluso debajo de la cama no tienen ni ropa ni zapatos y en la esquina continua el sillón donde hace algunas semanas comenzó todo este circo.

- Quiero lavarme los dientes... -¿por qué tardan tanto?

Abro la perta del baño lo más discretamente que puedo, solo para darme una del por qué se tardaban tanto. Paso en silencio al baño, pongo la tapa abajo y me siento en la taza del escusado mientras veo como Sebastián y Nicolás se besan mientras se masturban entre ellos, waaaa no sé, debería estar molesta por que empezaron sin mi o agradecida por la vista, como sea me quedo en silencio esto es como ver una porno bien producida, como dos grandes y guapos hombres, desnudos en el baño mientras el agua cubre sus cuerpos, hasta yo me estoy excitando.

- Dale una nalgada -susurro para que el mensaje le llegue a cualquiera de los dos.

Los dos me ven sentada en el retrete y solo veo sus sonrisas, llamen me loca, pero creo que les gusta que los vean, diablos señoritos. Nicolás me extiende su mano invitándome a su fiesta, pero me niego.

- Yo solo vine a supervisar, -me acerco a ellos, me subo en el borde de la regadera y con mis dos manos los nalgueo como puedo, produciendo un gran sonido de piel mojada- pero puede continuar -espero hasta voltearme para quejarme del dolor en mis palmas, pero el sonido que salió fue hermoso.

Me voy al lavamanos y busco por lo cajones de abajo algún cepillo de diente nuevo, veo uno en una bolsita y lo tomo sin permiso, lo abro busco la pasta dental en la parte de arriba, le pongo lo suficiente y me vuelvo a sentar en el retrete para disfrutar de la vista.

- Se ponen jabón mientras hacen eso resbala mejor -aconsejo mientras cepillos mis dientes.

Sebastián besa el cuello de Nicolás haciéndolo gemir, pone jabón y continúa masturbando a Nicolás al cual no le falta mucho para terminar, ya que sus movimientos parecen costarle muy al contrario de Sebastián, sigo cepillando mis dientes hasta que el gemido de Nicolás me asusta un poco, veo como trata de recomponerse apoyado su cabeza en el hombro de Sebastián, yo por mientras escupo todo en el lavabo y prendo la llave para enjuagar mi boca.

Escucho que cierran la llave de la regadera, así que tomo dos toallas y se las tiendo a cada uno para que puedan secarse, ambos la toman y se salen de la baño al cuarto dejando todo un camino de agua, los sigo para ver como los dos se sientan en la orilla pasando la toalla por todo su cuerpo, regreso al baño para tomar otra toalla y revisar mi apariencia en el espejo del baño, todo en su lugar regreso y desdoblo la toalla para ponerla en la cabeza de Nicolás ya que es su cabello el que gotea más.

Llamado de EmergenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora