- Así que aquí me tienen, los escucho -animo a que hablen
Ambos se quedan parados observándome, no sé si esperan que el otro se anime a hablar o solo les gusta la tensión en el ambiente.
Nicolás se acerca a la mesa para tomar lo que parecen ser sobres, se acerca a mí y me los entrega. Observo el sobre detalladamente, son unos análisis de laboratorio, dejo uno en mis piernas para abrir el otro, leo todo lo que contiene este papel incluyendo a quien pertenecen los resultados. VIH, sífilis, gonorrea y hepatitis todo salió negativo, pero ¿por qué me enseñan sus exámenes de ETS?
- Muy bien Nicolás... -busco su apellido en la hoja- Gonzo, tus resultados son muy buenos.
Ahora abro el otro sobre, probablemente de Sebastián, lo veo a los ojos mientras continúo sacando los análisis del sobre.
- Sebastián Beah -reviso los resultados- todo negativo.
Guardo las hojas de resultados y los veo de regreso, ahora se sus apellidos, aunque ya los había escuchado, creo que esta vez serán inolvidables para mí.
- Me alegra por ustedes, pero... ¿por qué me los muestran a mí?
- La semana pasada, la última vez que nos vimos dijiste que te demostráramos que podías confiar en nosotros -responde Sebastián.
Una sonrisa inevitable se forma en mi rostro, ante la tierna comprensión que le dieron a lo que dije.
- Saben -comienzo- cuando dije eso, yo me refería a algo más de confianza entre nosotros, pero su confianza a base de muestras de pipi y saliva, no lo niego es linda. -no dejo de sonreír- Como bombero y policía sé que cada seis meses les hacen este tipo de exámenes y los antidoping, así que ese factor no me preocupaba mucho, pero no lo voy a negar -muevo los análisis- esto es bueno saberlo.
Sus caras son serias antes mis palabras, creo que no esperaban que pasara esto, pero que puedo decir.
- Entonces no tenemos por qué esperar -dice Nicolás.
Ambos se acercan a mi lo que hace que me levante del respaldo rápidamente, pero parece que era lo que esperaban ya que siento la mano de Sebastián deslizarse por detrás de mi cuello y estampa sus labios con los míos. Sus besos dominantes como aquel día me dejan sin aliento, me separo de el con mis manos para ser atacada por otros labios, pero más gentiles esta vez, Nicolás me aprieta más a su cuerpo, sus manos se colocan en mi trasero que se siente más caliente de costumbre.
- Vamos -dice Sebastián
¿He? ¿A dónde?
Nicolás para nuestro beso para cargarme en sus brazos, y así de esa manera nos dirigimos al último cuarto del pasillo, el mismo donde yo me senté a verlos. Sebastián abre la puerta y nos deja pasar, veo por atrás del hombro de Nicolás como es que cierra la puerta con seguro, no prende las luces del cuarto, pero entra bastante por las ventas en especial por la hora, creo que esta vez no voy a salir tan fácil.
Me deja en el piso y me sienta al borde del colchón, ambos se colocan a un metro de mí y se quitan la camisa y zapatos quedando únicamente en jeans, la vista no decepciona tengo que apretar mi boca para que la baba no salga.
- ¿Te gusta lo que ves? -pregunta Sebastián
Ojalá pudiera decir que sí, pero solo muevo la cabeza de arriba hacía bajo asintiendo como respuesta. Sebastián se acerca a mi sentándose a mi lado, toma mi cara y me besa profundamente, siento su respiración en mi rostro y el tamaño de su boca se siente tan grande a comparación a la mía, sus manos viajan a mi uniforme y va quitando los botones uno por uno hasta sacar mi blusa del trabajo, continua su trabajo bajando los tirantes de mi blusa de tirantes para terminar sacándola por mi cabeza lo que provoca que nos separemos del beso, dándome cuenta que Nicolás esta de rodillas frente a mí, Sebastián se mueve para quedar atrás de mí, besa la curva de mi cuello, mi hombro y regresa a mis labios, sus manos llegan al botón de mi pantalón y lo desabrocha, logrado su cometido sus manos viajan a mi senos y acaricia la piel que sobresale, otro toque desconocido en mi vientre me distrae, dejo de besar a Sebastián para darme cuenta que las manos en mi vientre son de Nicolás, cuando nota la intención en el baja el zipper de mi pantalones bajándolos un poco solo para mostrar un pedazo de mi ropa interior, deja un beso en el elástico y pasa su manos a la parte de atrás del pantalón.
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Llamado de Emergencia
ChickLitElla no era la señorita que su familia esperaba, ni ella deseaba serlo. Ser dependiente de un esposo, ser ama de casa, ser siempre educada y correcta, no era lo suyo. Eso se lo dejaba a su hermana mayor, si le dejó su prometido, que no le deje tod...