Ella no era la señorita que su familia esperaba, ni ella deseaba serlo.
Ser dependiente de un esposo, ser ama de casa, ser siempre educada y correcta, no era lo suyo. Eso se lo dejaba a su hermana mayor, si le dejó su prometido, que no le deje tod...
Regresamos al salón donde el evento continua en pleno apogeo con varias parejas bailando en la pista.
- ¿Te ocupas despedir? -me pregunta Nicolás mientras me toma de la mano.
Busco con la mirada algún rostro familiar no hostil, pero, no doy con ninguno de ellos.
- ¿Me esperan?, tengo que despedirme
- Claro, te acompañamos si quieres
- Nicolás tiene razón te acompañamos -responde Sebastián- así estaremos seguros que no vas a correr
Con una disimulada sonrisa muevo la cabeza en negación, créanme si hubiera querido correr, lo hubiera hecho en el momento en que me agarraron como la carne de su hamburguesa.
Con mis dos guardaespaldas siguiéndome los pasos, busco entre las mesas a mi papá o a Miranda, no soportaría las preguntas de mi madre por mi ausencia durante el discurso. Localizo a uno de mis objetivos en la pista de baile, pero al estar Armando cerca de ella prefiero buscar a papá, que por el problema de su pierna dudo mucho que este bailando. En mi búsqueda mis ojos dan con Lucy y Lorenzo bailando bastante felices, incluso si no los conociera hasta pensaría que son una pareja, lo cual es extraño para mí, que a decir verdad ella se ha comportado... diferente, aun me sigo preguntando qué fue de ella ayer cuando se alejó durante la fiesta.
- ¿Buscas a alguien pequeña?
Me giro hacía la persona que me habla.
- ¡Papá! me asustaste. Te estaba buscando
- Entonces, dime ¿para que soy bueno? -me toma del brazo mientras caminamos por el pasillo entre las mesas
- Solo me quería despedir -me excuso- no me siento bien, y mañana tengo que ir a trabajar temprano -volteo para ver dónde están los chicos, y para mi suerte se quedaron bastante aparatados
- Claro hija no hay problema -responde- pero deberías despedirte de tu madre. -palmea mi mano suavemente- No te voy a mentir se miraba bastante molesta cuando no apareciste en la mesa, creo que por lo menos podrías hacer eso.
Suspiro los más exagerado que puedo para que lo escuche.
- Bueno, ¿Dónde está?
- Mmmmh si...-piensa mientras gira su rostro varios lados- si lo supiera te lo diría hija.
- Enserio no puedo creer que te allá dejado solo caminando -lo señalo con el dedo- y tú también, sabes que no debes estar mucho tiempo parado si no te dolerán las rodillas durante la noche, cuantas veces te lo he dicho ¿he? -lo regaño
- Si señorita enfermera lo que usted diga -aparta una silla y se sienta en ella- vete hija, yo le aviso a tu mamá
- Gracias. Si te duele mucho me llamas -lo miro a los ojos- ¿entendiste?
- Si hija -le doy un beso- descansa
- Igual -me despido.
Toco con mis manos el short que tengo debajo del vestido para asegurarme que tengo mi celular, las llaves y dinero, todo en su lugar continuo hasta llegar a su lado.
- ¿Vamos por algo de comer? -les pregunto a los dos- se me antojo una hamburguesa.
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