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PARTE ELENA
Al llegar a la casa vieja, me sorprende ver las luces apagadas ¿Estefanie se fue sin su auto?
Entro y una sombra me asusta, tomo de la mesita que esta junto a la puerta, una lámpara que no sirve y me oculto tras la puerta.
Justo cuando voy a golpear el cuerpo que se acerca me habla Estefanie.
-Elena ¿eres tú? –me susurra.
-Mensa, me asustaste –le digo -¿Por qué todas las luces están apagadas?
-Leila ha llorado todo el rato desde que te has ido, ya me arto quise que pensara que está sola y la he vigilado para ver que no trate de escaparse.
A veces Estefanie si tiene cerebro.
-¿Y?
-No para de llorar y jalarse pero no logra zafarse de las cadenas.
-Bien, no podrá escapar.
-¿Qué sucedió con las fotos? ¿Si las entregaste?
-Claro. Cuando yo digo que hare algo, lo hago sin tentarme el corazón, espero lo tengas muy claro.
-No lo dudes, se de lo que eres capaz.
-Así me gusta.
Es mejor que ella sepa que conmigo no puede jugar y debe acatar todas mis órdenes. ¿Pero porque me ayuda tanto? Leila no le ha hecho nada malo y sin embargo la hace sufrir junto conmigo.
-Estefanie –le digo mientras me encamino al sofá -¿Tú porque odias a los Grey?
Estefanie se sienta junto a mí y cruza las piernas, muy segura.
-No los odio… al menos no a todos.
-Explícate.
-Mi tía es buena persona pero me fastidian sus terapias, como si fuera una verdadera psicóloga –chasquea- Ana, tan perfecta según ella.
En eso estamos de acuerdo. Esa Anastasia no tiene nada de inocente ni perfecta.
-¿Y qué me dices de Christian? –le pregunto.
A ella le brillan los ojos con solo oír su nombre, y esto no me gusta nada.
-Christian… un hombre muy guapo, me gusta mucho desde el día que lo conocí.
Perra.
-¿Y haces esto porque quieres quedar con él?
-No lo sé ¿en tus planes esta deshacerte de Ana?
-Claro.
-Te apoyo, así yo tendría una oportunidad con Christian, seamos sinceras querida, estoy muy segura de que él sin su esposa, buscara una mujer joven y tú… tú ya no lo eres.
¿Cómo se atreve? Es una estúpida.
-Querida, has pedido sinceridad –me pongo de pie frente a ella –Entonces sinceramente te digo –la abofeteo –Christian será para mí ¿te queda claro?
-Pero tú te vas morir en poco tiempo –se pone a la defensiva –No es justo que hagas que trabaje para ti si yo no gano nada. No me hagas desconfiar y correr con Christian a contarle de todos tu malditos planes.
Esto es todo, no se lo puedo permitir. Comienzo a golpearla mientras me dura la fuerza, el maldito cáncer me tiene débil todo el tiempo.
-Tú me traicionas y te mueres ¿me oíste? No te olvides de que te has ensuciado las manos junto conmigo. Tú le entregaste aquel paquete a Ana ¿lo olvidas?
-Pero tú me lo ordenaste –me grita.
-Eres tan obediente –la golpeo nuevamente –Te lo advierto estúpida, me traicionas y te mueres. Ahora escucha necesitamos irnos cuanto antes de aquí. Quiero a los hijos de Ana conmigo.
-No los niños no.
-Quizá no me escuchaste bien –tomo de mi bolsa la pistola que llevo y le apunto –Quiero a los hijos de Ana, lo más pronto posible. No puedes escapar de mí querida, tratas de huir te encuentro y te mato, es muy fácil.
Estefanie abre demasiado los ojos.
-Puedo traerte a Ana pero… pero los niños no por favor, ellos no tienen la culpa de nada.
-No les hare nada –miento –Pero si los tengo a ellos, tengo a Ana ¿no crees?
-Prométeme que no les harás nada.
-No tengo porque prometerte nada, tu solo debes obedecerme. Ahora ve a limpiarte esa cara y te quedas a dormir aquí.
-Debo llamar a mi mamá para no levantar sospechas.
-Llámala, aunque dudo que se preocupe por ti, yo supongo que te ve como un estorbo y quizá ya perdió las esperanzas contigo eres una mala hija.
Más tarde me tomo mi medicamento. El lunes tendré que ir con mi oncólogo, un médico diferente al que me recomendó Grace. Nadie puede encontrarme. El Dr. Josep es poco conocido, aunque profesional pero por ser extranjero no darán conmigo.
Me pidió que le marcara pero iré personalmente para que me atienda, en menos de una semana quiero irme de aquí de Seattle.
Estefanie se duerme después de nuestra discusión y de avisar a su madre de que se quedara en casa de una amiga.
Si claro “amiga” es solo llevar a cabo mis planes y me deshago de ella.
Por la mañana me siento un poco con más energía, así es esto del cáncer, un día bien y el otro es un infierno. Es domingo y necesito saber dónde están escondidos los Grey.
Piensa Elena, piensa. A Christian lo apoyarían sus padres, es un muro esa gran mansión ¿ellos estarían seguros ahí? Me parece un buen lugar para proteger a su familia.
-¡Estefanie!
-Ya voy.
Entra a mi pequeña recamara, aun sin asearse.
-Demonios Estefanie, báñate y ponte un poquito de maquillaje. Estas horrible.
Hace una mueca –No lo estaría, pero ayer una loca me golpeo hasta agotarse.
Evidentemente esta furiosa.
-Cuida tu tono, si te pegan será por algo –le sonrió.
-Ya dime ¿Qué quieres?
-Necesito que vayas a casa de los padres de Christian.
-No sé dónde viven.
-Te daré la dirección, pide inmediatamente hablar con tu tía…
-Pero…
-No me interrumpas, escucha primero. Sabrás si están ahí cualquier pregunta que te hagan solo di que la llamaste antes de ir y ella te dijo dónde estaría.
-¿La llame?
-Toma –le tiendo el móvil desechable –La llamas cuando vallas en camino, di que te urge verla que necesitas ayuda, seguro te dice dónde está. Y muy segura estoy que están en casa de los padres de Christian.
-Como digas, me daré una ducha y saldré a cumplir tus órdenes “jefa”
-Qué bonita te ves cuando obedeces. A y mucho cuidado Estefanie.
Le muestro mi arma y sale despavorida.
Más tarde hemos desayunado un poco de fruta que trajo Estefanie y café. Extraño la buena vida pero no debo gastar por ahora. Además ese cabrón me debe una buena suma de dinero.
-Ya me voy, efectivamente mi tía está en casa de los padres de Christian.
-Y ahí están ellos. Cuida lo que dices.
-Le dije que me asaltaron y no deje que me quitaran el coche, por eso me golpearon.
-Esos ladrones te odiaban seguro, mira que hinchada tienes la cara.
Me burlo de ella.
-Nos vemos más tarde.
-Cuando salgas de ahí vete a tu casa. Podrían seguirte yo iré por ti más tarde.
-Está bien.
-Quiero saber los movimientos dentro de esa casa, recuerda los hijos de Ana nos acercaran a ella.
-No se me olvida. Nos vemos más tarde.
Cuando Estefanie se va yo bajo a ver a Leila.
-Hola querida.
-Vete a la mierda.
-Que mal educada eres.
-Y tú que perra eres.
-Sabes… el fotógrafo tomo muy mal las fotos –hago un mohín –Lo has decepcionado, dudo que quiera volver a verte.
-Mientes.
-Oh no linda, no –juego con su cabello sucio –Rara la ves me equivoco. Ese tal ¿José? Parecía muy decepcionado de ti. Una putita como tú no parece encajar con él.
-Tu que vas a saber, una solterona moribunda, vieja que jamás conoció a un hombre que quisiera algo más que sexo con ella, esa es tu envidia con Ana, porque Christian dejo todo por ella ¿y por ti? ¿Qué me dices de ti? Solo veían a una estúpida dominante que les daba placer un rato y después… nada.
Saco mi pistola y le apunto. Deseo matarla ahora mismo.
-Anda mátame, mátame por decirte la verdad. Yo confié en ti y me engañaste, solo querías información de Christian.
-No me diste la suficiente, creí que nunca regresarías, cometiste un gran error.
-Púdrete.
-Agradece que aun te necesito, si no ahora mismo jalaba del gatillo. Quizá mueras de hambre –tiro el plato de fruta –Hoy tampoco comes y no sé si vuelvas a hacerlo.
Subo los escalones y cierro con llave la puerta el sótano.
Me urge irme de aquí ya mismo. Tendré a Ana en mis manos, en cuanto sepa que yo tengo a sus hijos vendrá corriendo hacia mí.
Y entonces si ¡pum! –Acaricio mi arma –Me deshago de ella.
Teddy. Oh Teddy, será tan guapo como su padre, él será un buen alumno. Le enseñare todo del BDSM. Y él no me defraudara, tendré más cuidado con él.-LUNA<3
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"Los Grey" Cincuenta Sombras Liberadas continua... FANFIC
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