"Los Grey" Cincuenta Sombras Liberadas continua... FANFIC

CAPITULO 17

SI LO TOMAS DA CRÉDITOS POR FAVOR, RESPETA MI TRABAJO. ESPERO LES GUSTE Y DEJEN SU SÚPER VOTO Y YA SABEN QUE ESPERO SUS COMENTARIOS PARA SABER QUE LES PARECE

He pasado un cumpleaños magnifico.
Después de la cena y el postre con Christian, lo que fue un gran polvo vainilla, me siento como en una nube, me siento plena a lado de mi esposo. Christian y yo casi no hemos dormido después de recuperar nuestra vida sexual.
Despierto abrumada por el calor que me produce estar sobreprotegida con los brazos y piernas de Christian, trato de no despertarlo y me dirijo a la cocina.
Desde que nos mudamos a la nueva casa, Christian no quiso vender su piso en el Escala y el hecho de me haya festejado una cena aquí, significa mucho para mí porque aquí empezó toda nuestra historia, aquí me enamore de él, día a día.
Tengo hambre así que busco en el refrigerador algunos ingredientes para preparar un rico desayuno. Tengo lo necesario pero antes de poner manos a la obra, debo saber cómo amanecieron mis niños.
Llamo a mamá y contesta enseguida.
-¿Hola?
-Hola mamá ¿Cómo estás? ¿Cómo amanecieron mis pequeños?
-Ana, eres muy preguntona –se ríe –yo estoy bien y los niños igualmente perfectos, les he dado de desayunar y Mía ha venido a ayudarme.
-Me parece muy bien, Mía es una gran chica y quiere mucho a sus sobrinos.
-De eso no hay duda ¿Qué tal la noche?
Siento que la sangre se me sube a la cabeza y seguramente me he ruborizado. No puedo contarle todos los detalles a mi mamá.
Justo cuando voy a responder siento dos fuertes manos sobre mi cintura. Me giro y me encuentro con dos ojos grises y una sonrisa quita bragas.
-Bien mamá… -mi voz se entre corta por los besos que Christian va plantando en mi cuello –Demasiado bien.
-Bueno hija, supongo que no debiste llamar puedo notar que no es buen momento y tu noche sigue en curso.
-¡Mamá!
Christian que ha escuchado lo que mamá dice me planta un último beso detrás de la oreja y se dirige de nuevo a la habitación. Me le quedo observando y tal como él supone que lo miro se va quitando la camisa de tirantes a medio camino, dejando ver su esculpida espalda.
Me muerdo el labio inferior y mi diosa interior sale de las cenizas, lista para otro gran polvo.
-¿Ana? –Me llama mi mamá -¿Sigues ahí?
-Oh si mamá, perdón. No tardaremos demasiado tanto Christian como yo queremos ver a nuestros hijos.
-No se preocupen hija, ellos están perfectos.
-Nos vemos más tarde mamá. Adiós.
-Adiós.
Hemos pasado un hermosa velada y por hoy tenemos que darle fin, queremos ver a nuestros hijos, y por eso emprendemos el regreso a casa.
Por la tarde he tomado un bajo en la tina junto con Christian, recordándonos lo mucho que nos amamos.
Mi pequeño Ted se ha portado muy cariñoso conmigo y con su padre, nos dice lo mucho que quiere a su hermanita y puedo verlo, la cuida demasiado. Una vez más agradezco por lo feliz que soy.
El viernes por la mañana me preparo para ir al trabajo, me pongo una falda de tubo color azul marino con una blusa color hueso sin mangas y zapatos de tacón del mismo color que la falda, el cabello me lo dejo suelto y me pongo alguna base de maquillaje.
Christian se junta con nosotros en la cocina, lleva su impecable traje negro y corbata gris mi diosa interior y yo gritamos en coro para nuestros adentros DIOS ES TAN SEXY.
En familia terminamos de desayunar y nos despedimos de mi mamá, que regresa a Georgia.
-Mamá te voy a extrañar, cuando gustes puedes venir, Bob puede acompañarte.
-Así es Carla, agradecemos tu visita y tu ayuda con los niños. –interviene Christian.
-Christian deja de ser tan formal, no me deben nada. Vine a festejar a mi hija y me ha encantado pasar tiempo con los niños los dos son tan adorables.
Mamá tiene en brazos a Phoebe y Teddy está sentado junto a ellas.
-Solo quería que te quede claro que agradecemos tu apoyo. –le sonríe Christian.
-Siendo así, fue un placer. Ahora mi Bob me necesita.
-El avión estará listo por la tarde, está a tu disposición.
-Gracias Christian.
Terminamos de despedirnos, como siempre no me es fácil despedirme de mi madre pero entiendo que su vida es en Georgia. Con un fuerte abrazo me subo al Audi junto con Christian, tenemos que ir al trabajo.
Tal y como es costumbre me dejan primero a mí en la oficina y después Christian se dirige a su empresa.
-Ten un buen día cariño –me sostiene de la mano y besa mis nudillos.
-También tú. Nos vemos en la noche.
-Claro ya quiero tenerte para mi solito.
Mis ojos se desvían hacia Taylor quien mira al frente pero noto que sonríe levemente. Mis mejillas arden, Christian tiene que decirlo en voz alta. Y como si leyera mi mente suelta una carcajada y me sale del auto junto conmigo.
-Que no te de pena nena, Taylor a estas alturas debe saber que somos muy felices dentro y fuera de nuestra habitación.
-Lo sé, pero si lo dices en voz alta se lo puede imaginar.
-Sera bajo su responsabilidad.
Su comentario me hace reír a mí también y tomándolo de la corbata lo jalo para acercarlo a mi boca para besarlo, me siento una chica mala.
-Deseo verte usando solo esta corbata.
-¿Solo la corbata?
-Sí.
-Ummm… no sigas o cancelare mis juntas y volveremos a casa.
-Nos vemos en la noche cariño. –muerdo mi labio.
-No lo dudes.
Cuando entro a recepción me sorprende no ver a la nueva chica de recepción en su lugar.
-Sawyer…
-¿Sra. Grey?
-¿Puedes ir a la oficina de seguridad?
-Claro que si ¿Qué necesita?
-Por medio de las cámaras podrás localizar a Claudia, me parece raro que no esté aquí.
-Claro que si Sra. Grey enseguida.
Me dirijo a mi oficina y me detengo cuando veo el lugar de Hannah vacío ¿Qué sucede?
Tal vez hubo alguna junta y en mi ausencia de dos días a Hannah se le olvido avisarme, aunque no es cualidad de ella.
Prescott ha pedido este día de descanso y por eso me siento sola, me he acostumbrado a tenerla a mi lado el día entero en la oficina.
Cuando estoy por entrar a mi oficina me parece oír que mi BlackBerry suena, pero como no es el tono de llamada de Christian decido no contestar hasta estar en mi cómoda silla.
¡Dios! No debí haber entrado.
Al poner ambos pies dentro de la oficina soy empujada hasta el escritorio y la puerta se cierra con el seguro. Me giro y siento que mi alma abandona mi cuerpo.
Estefanie sostiene en sus brazos a mi pequeño Teddy.
¿Está dormido? ¿Esta inconsciente? ¡NO! ¿Está muerto?

-LUNA<3