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Christian me sube a su regazo y me zarandea levemente para que le responda. Mi iPhone cayó al suelo después de que oí lo que Mia tenía que decirme, a consecuencia del golpe se ha quebrado la pantalla y no funciona.
-Ana ¿Qué sucede? Respóndeme por favor. –la voz de Christian está llena de preocupación.
Yo no puedo ni hablar. He perdido la fuerza de la voz y de mi cuerpo. Mis hijos. Las palabras de Mia me taladran la cabeza “SE HAN LLEVADO A LOS NIÑOS. A TED Y PHOEBE” siento como mi corazón se hace pequeño y me cuesta respirar.
-Cariño por favor háblame –insiste Christian -¿Quién te llamo?
Taylor tiene mi móvil en las manos –Se ha quebrado, no funciona señor.
Siento como un aire frio por todo el cuerpo. Elena es quien podría tener a mis hijos ¿a eso se refería cuando dijo: nos vemos muy pronto? Oh por favor, que mis hijos estén bien.
¿Con esa mujer van a estar bien? Me cuestiona mi subconsciente. Desecho la idea de inmediato. Ellos deben estar bien, si algo malo les sucede yo… yo…
-Anastasia estas helada –su mirada es vidriosa -¿Qué sucede cariño?
-Mis hijos –susurro.
-¿Mis hijos? ¿Qué sucede con nuestros hijos? Háblame Ana.
Christian me pone lentamente de pie y me atraviesa con la mirada esperando mi respuesta. Ha perdido color, supongo que se imagina lo que le diré.
-Maldita sea Ana, contéstame.
-Era Mia. Me dijo que se llevaron a los niños –trago saliva y me estremezco –Ted y Phoebe no están con ella.
Comienzo a llorar desconsoladamente mientras suplico que mis hijos estén bien.
-No… maldita sea no… mis hijos no por favor –Christian patea la puerta del coche, está furioso.
Taylor habla por teléfono con el resto de la seguridad. Tiene el semblante rígido y sé que él también está furioso. No es para menos ¿Cómo han podido burlar la seguridad?
Me siento estúpida. Yo debía cuidar a mis hijos en lugar de ir con José.
Taylor cuelga el teléfono y nos mira.
-La señorita Mia se quedó sola con los niños. Sánchez, García y Morgan los custodiaban…
-¿Y qué mierda sucedió? ¿Quién se los ha llevado? ¿Dónde estaba el resto de la seguridad?
Christian ataca a Taylor con preguntas. Mientras comienza a sudar, tiene las manos apretadas, los nudillos se le ven blancos por la fuerza.
Por otro lado yo me he recargado en el coche y me tomo las rodillas como si acabara de correr un maratón. Siento que me sofoco.
-Sus padres salieron escoltados y bueno… por eso se ha quedado solo con tres hombres las señorita Grey. Sospecho que García está implicado.
-Sube al maldito coche, me pones al tanto en el camino.
Subimos al Audi de nuevo y Taylor nos incorpora al tráfico. Taylor debe soportar nuestra insistencia y tenacidad. Estamos desesperados.
-¿Por qué García?
-Él no está en la casa. Sánchez me ha dicho que después del incidente ha desaparecido.
-¿Mi hermana está bien?
-Le han golpeado la cabeza, pero ya la están atendiendo.
-Maldita sea. Quiero detalles Taylor. Me importa un carajo lo que tengan que hacer, quiero a mis hijos en casa inmediatamente.
-Estamos haciendo todo lo posible señor. Sawyer ya está avisado, se dirige a la casa de sus padres.
Yo voy junto a Christian, desconsolada. Solo puedo pensar en el bienestar de mis hijos y en lo mala madre que fui al dejarlos solos.
Por un momento pienso que Mia no tiene la culpa, ella siempre los ha cuidado como si fueran suyos y si la han golpeado es porque no quiso dejar que se los llevaran. Respiro profundamente, aunque no puedo parar de llorar. Mientras mi cuerpo recobra la cordura, extiendo la mano hacia Christian.
-Elena tiene a los niños.
-¿De qué hablas? –me mira extrañado.
-Hace unas horas me mando un sobre –lo saco de mi bolsa y se lo entrego –Esa hija de puta se ha llevado a mis hijos.
Lagrimas recorren mis mejillas. Siento un enorme hueco en el pecho, que me impide respirar bien, pero no me dejo caer. En este momento necesito estar cuerda, yo debo estar bien para encontrar a mis hijos.
Christian lee atentamente la nota de la perra de Elena. Quisiera tenerla frente a mí y tratarla como se merece, hace mucho tiempo que la detesto pero nada es como lo que siento en estos momentos. Se va a arrepentir por haberse metido con mi familia.
-Hija de puta ¿Por qué no me lo dijiste antes? Podríamos haber regresado a casa enseguida esto es cosa de preocuparse más de la cuenta Anastasia.
¿Me está culpando a mí? Mierda. Tiene razón pero no es momento de que me acribille a mí.
-Yo no lo pensé –murmuro –Y no creo prudente que ahora quieras culparme a mí, me hago responsable de lo que sucede pero por favor –la voz me tiembla –Yo no busque esto... ¿Qué culpa tienen mis hijos? –de nuevo no puedo parar de llorar.
-Perdóname nena –me abraza –Tú no tienes ninguna culpa, es solo que no comprendo porque no me dijiste algo tan importante.
-Haremos que pague este gran atrevimiento Ana –dice Taylor –Perdone Sra. Grey –me mira por el retrovisor.
-Está claro que así será Jasón –le apoya Christian –Esa maldita no sabe en lo que se ha metido. Debemos encontrarla.
-Trate de impedírmelo señor.
Realmente Taylor está furioso y no es para menos, aprecio su apoyo y el cariño que nos brinda, también las atenciones.
En cuanto llegamos a la casa de mis suegros y Taylor estaciona el coche, yo bajo rápidamente y me adentro en la casa en busca de Mia. Necesito que ponga al tanto. Christian llega conmigo y localizamos a Mia y Kate en la sala.
-¿Qué sucedió? –le suelto –Por favor necesito que me digas exactamente qué fue lo que paso.
Le miro la venda que tiene en la cabeza y me siento culpable.
-¿Tú estás bien?
-Solo fue un golpe. Ana, hermano lo siento muchísimo -se abalanza a los brazos de Christian y comienza a llorar –Perdóname por favor yo debía protegerlos.
-Shhh, no eres una súper heroína ¿estás bien? –le examina la cabeza -¿Con que te han golpeado?
-Con una pistola.
Mi corazón amenaza con salirme por la boca. Madre mía, Elena esta armada y con mis hijos. Comienzo a temblar y me siento tan débil.
-Cuéntame ¿Qué fue lo que paso exactamente?
-Me quede sola con los niños, salimos al jardín. García me llamo y fui con él a la entrada, Teddy iba conmigo y llevaba yo a Phoebe en brazos.
>>Le pregunte qué es lo que quería, pero me di cuenta que la puerta estaba abierta, Elena entro muy campante y yo tome de la mano a Ted. Le dije que se largara pero comenzó a reír y a quererme arrebatar a Ted de las manos, te juro hermano que utilice toda mi fuerza pero sentí un golpe en la cabeza y cuando desperté ya no estaban los niños ni Elena. Sánchez me trajo cargando hasta la casa y comenzó a curarme la herido junto con Kate cuando ella llego. <<
Escucho atenta lo que Mia dice y se me parte el corazón. Mis hijos en manos de esa maldita tal como pensaba.
Christian se va al despacho con Taylor, Sánchez y Morgan. No puedo creer la mala suerte de tener la casa custodiada y justo en ese momento se han quedado solos Y García, maldita sea él ayudo a Elena, por eso le fue tan fácil llevárselos.
-Veras que encuentran a tus hijos enseguida amiga, ya no llores por favor. Me parte verte así. –Kate me abraza y me llena de mimos.
-No puedo estar aquí tan tranquila –me pongo de pie –Necesito ir en busca de ellos.
-Debes esperar ya la seguridad sabrá que hacer por favor, siéntate y tomate el té.
-No quiero ningún té –le grito –Quiero a mis hijos aquí conmigo.
Apenas me es posible hablar porque el llanto no me lo permite. José y Sawyer llegan a la casa. Sawyer se va enseguida al despacho y José corre a abrazarme.
-Annie todo va a estar bien –noto que él también llora –Los van a encontrar.
Kate se pone pie y se une al abrazo. Agradezco mucho su amistad, en estos momentos los necesito. Necesito fuerza porque la mía va desvaneciendo. No puedo aguantar sin ver a mi pequeño Ted a mi bebé. Mia se limpia la nariz poco femenina con la manga de su blusa y también nos abraza.
-Si algo les pasa yo… juro que yo me muero.
-No digas eso –me anima Kate –Ellos estarán aquí pronto. –también ella rompe en llanto.
-¿¡Donde están mis niños!? –alguien grita.
Nos soltamos del abrazo y giramos para ver a Grace que entra desesperada y con todo el maquillaje corrido. Yo sintiéndome débil me abrazo a ella.
-Elena se llevó a mis hijos –balbuceo –Ella cumplió su amenaza.
-Maldita hija de puta –grita.
-No te preocupes –me abraza Carrick –Te juro que haremos hasta lo imposible por encontrarlos hoy mismo.
-¿Hoy mismo? ¿Acaso pueden tardar más tiempo?
Sé que harán todo lo posible por dar con ellos pero no me tranquilizo del todo, los quiero aquí conmigo.
La familia se ha reunido en casa, incluso ha llegado Ethan y se la pasa cuidando de Mia, que se ha puesto mal de los nervios. Grace la ha revisado de la herida en la cabeza y agradece no tener que suturar la herida, apenas ayer le quito los puntos a Christian. Le ha dado un calmante y se ha quedado dormida, Ethan esta con ella.
Yo me he negado a tomar un cálmate, necesito estar completamente activa y despierta para aportar en la búsqueda de mis niños.
-¿Dónde dejaste Jocy? –le pregunto a José mientras tomamos un té.
Estamos esperando informes de Welch.
-Pasamos a dejarla a su casa antes de ir con el agente Johnson.
-Te lo agradezco.
-No tienes porque, es una buena chica. Creo que le gusto.
José hace un gesto que me hace sonreír. Conociéndolo, sé que busca hacerme reír. Pero yo simplemente no puedo. No puedo quitarme de la cabeza la imagen de mis hijos, asustados estando con esa maldita bruja.
-Yo también lo creo –le digo.
-¿En serio? Valla, yo lo decía en broma.
-Pues ya te digo que sí.
-Es linda –lo piensa por un momento –Y es mandona ¿viste cómo me obligo a bañar y rasurarme?
-Sí. –Me pregunto si Elena llevara a mis hijos con Leila?
-Ana ¿me estas escuchando?
-Discúlpame. No tengo cabeza para nada más que no sean mis hijos –de nuevo comienzo a llorar –Siento que muero poco a poco, me falta el aire –balbuceo.
-¿Quieres que llame a la Dra. Grey?
Asiento. Y enseguida él sale en busca de Grace. Las piernas me tiemblan pero me siento en el sofá enseguida, no puedo dar numeritos. Justo en este momento lo más importante es encontrara mis hijos.
-¿Qué te sucede querida? –Grace está a lado mío con el baumanometro en mano –Voy a checar tu presión querida, debes estar aturdida con estos nervios –se le escapa una lagrima.
En casa todos estamos desesperados pero a mí me afecta fatal. Christian llega a la sala y se espanta.
-¿Que tienes? Nena ¿estás bien?
-Tiene la presión muy baja hijo –le dice Grace –No es para menos.
Observo a Christian que tiene rostro impasible. Se acerca a mí y me abraza. Dios cuanto necesito tenerlo cerca.
-Vamos a la habitación –me susurra al oído.
Me pongo de pie y le tiendo la mano.
-Gracias Grace, enseguida vuelvo.
Christian y yo nos dirigimos a su antiguo cuarto de cuando era adolescente con toda tranquilidad. Claro que ambos no sabemos qué decir, estamos tan asustados.
Cuando entramos a la habitación y cierro la puerta, Christian se abalanza sobre mí y me abraza con desesperación.
-Te falle, te prometí cuidar de ti y de nuestros hijos y te he fallado –está llorando.
Me parte el corazón escucharlo estoy tan vulnerable que le respondo el abrazo y me dejo llevar por mi miedo. Me duele tanto verlo así, me duele no tener a mis hijos aquí conmigo.
-Tú no tienes la culpa –le digo –Esa mujer no tiene corazón y se ha valido de un hombre de seguridad para lograr su objetivo, darán con ella y entonces si que no volverá a causarnos daño.
Trato de que mis palabras me tranquilicen a mí también, pero es inútil. El miedo es más grande. No puedo dejar de pensar en Ted y Phoebe, deben estar tan asustados como yo.-LUNA<3
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"Los Grey" Cincuenta Sombras Liberadas continua... FANFIC
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