C16. Ave Fénix.

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El silencio sepulcral que me rodea me hace suspirar.

Inspiro con fuerza y un momento después detengo mi trote. Un jadeo escapa de mis labios y con el dorso de mi mano retiro la fina capa de sudor que cubre mi frente mientras mi voz mezclada con el sonido de la guitarra de Christopher  penetra mis tímpanos.

Starving es preciosa; pienso. No me atrevería a decir que sería suficiente para salvar una carrera que cae en picada con la misma rapidez con la que respiro pero sin duda alguna es preciosa.

Levanto mis ojos y una amplia sonrisa se forma en mis labios. Christopher está de pie en el pequeño techado de la cabaña agitando su mano mientras me saluda. Lo veo comenzar a caminar en dirección a mí y cuando estoy a su alcance una amplia sonrisa se abre paso en la comisura de sus labios.

—Buenos días.—saluda.

—Buenos días.—respondo. Christopher se acerca a mí y deja un beso en la punta de mi nariz.—¿Dormiste bien?

—Tan bien como alguien puede dormir con los ronquidos de Richard, Erick y Aarón.—se burla.—Una verdadera pesadilla las veces que hemos dormido juntos pero creo que el hecho de que estuvieses ahí hizo las cosas mucho mejores.—me rio.

—Te amo.—susurro dejando un beso sobre sus labios.

—Y yo a ti.—responde.—No sabía que te gustaba salir a correr…

—Correr me libera del estrés.—decido encogiéndome de hombros.—En Los Ángeles suelo hacerlo en una caminadora dentro de mi casa porque no me es posible salir a correr como realmente quisiera.—hago una mueca y él se ríe.—Básicamente lo he hecho desde el día en el que llegué a Westfield…

—¿De verdad?—asiento.

—Sí.—dejo salir un suspiro pequeño.—Salgo muy temprano y trato de volver a casa por aquello que los dos sabemos…

—Sobre Marion…—adivina.

—Sí, sobre Marion.—susurro lentamente.

—¿Sabes? Yo no pretendo presionarte en absoluto pero cada vez que el nombre de esa mujer viene a nuestras conversaciones en serio las ganas de decirle que es una jodida bruja controladora se apoderan de mí.—me echo a reír de inmediato.

—Chris…—se ríe.

—Lo digo de verdad, Dan.—hace una pausa.—Nadie en el mundo debería de hacer cosas que realmente no quiere hacer…cada persona debería de ser lo suficientemente capaz de tomar sus propias decisiones...

—Lo sé…pero es lo que hay, Chris.—murmuro.—Y aunque me gustaría hacer cosas diferentes por el momento no puedo. Tengo un contrato que seguir si no quiero tener problemas legales con los que realmente no me gustaría lidiar…—hago una pausa.—Esta es la otra parte de la vida de una celebridad que nadie ve…

—Bien…—alarga.—Vayamos a desayunar ¿de acuerdo?—asiento.

—Pero primero quiero darme una ducha.—anuncio encogiéndome de hombros.

—¿Podemos ducharnos juntos?—pregunta dejando un beso sobre mi mejilla.

—¡Christopher!—gimo y él se echa a reír de inmediato.

—¡¿Qué?! Ahorraríamos agua, tenemos que salvar el planeta, Danna… por si no lo sabías…—niego divertida y él deja un beso sobre mis labios.—Andando, ya habrá tiempo después para ducharnos juntos.—golpeo suavemente su brazo y niego antes de echarme a correr lejos de él.

Lo escucho reírse y un momento después está siguiéndome.—Oye, oye, oye…—comienza. Detengo mis pasos y lo miro un segundo.

—¿Sí?

STARVING #1 (Saga STARVING)|Christopher Vélez.(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora