Precuela: El nacimiento de una estrella.

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Camino con pasos lentos  por la acera pensando que en efecto hoy es uno de los peores días de mi vida. Christopher se ha ido de viaje con sus padres durante todo el fin de semana dejándome con ningún plan para hacer excepto quedarme en casa recostada en mi habitación viendo el televisor mientras el resto de los chicos se divierten y yo espero su regreso. Lo sé, un plan patético pero para mí es el mejor.

—Tal vez puedas mirar el documental de One Direction, Dan.—me digo a mí misma.—Una vez más.

  Detengo mis pasos de golpe frunciendo mis cejas cuando descubro un auto demasiado lujoso estacionado delante de mi casa.

Los latidos de mi corazón se multiplican mientras mi cerebro me permite pensar en un montón de posibles escenarios –cada uno peor que el anterior así que con el corazón galopante me apresuro mis pasos para llegar lo más rápido que pueda a casa. Abro la puerta frenéticamente y cuando entro en casa soy capaz de percibir las voces de mis padres provenientes de la sala pero sorpresivamente todo parece estar en orden.

Avanzo silenciosamente hasta el umbral de la sala y cuando freno mis pasos una vez más puedo ver a una mujer esbelta envuelta en un vestido negro y pulcros tacones negros, su cabello rubio está recogido en un elegante moño y se encuentra sentada sobre el sofá. Sus labios carmín le dan un aire de superioridad  hasta que sus azules marrones caen encima de los míos.

—Danna…—saluda poniéndose de pie.
—Mi amor, que bueno que llegaste.—responde la voz de su madre.

—¿Qué es lo que está pasando?—cuestiono en voz baja sin sentirme capaz de apartar mis ojos de la rubia que me observa fijamente.—No lo entiendo… ¿quién es usted…?

—Ella es la señorita Marion Simmone…—anuncia papá.

—Es un placer conocerte en persona finamente, Danna.—responde ella tendiéndome su mano. Camino con pasos lentos hasta ella y la tomo de inmediato.

—También es un placer conocerla, señora…

—Oh, vamos, amor…—responde de inmediato.—Sólo dime  Marion...

—Bien…Marion.—murmuro lentamente.—¿Podrías explicarme que es lo que está pasando acá…?—cuestiono sin dejar de mirarla directamente a los ojos.—Porque ciertamente no estoy comprendiendo absolutamente nada…

—Bien, toma asiento entonces.—anuncia la mujer.—Mi nombre es Marion Simmone y trabajo para una firma discográfica…—mis ojos se abren con total sorpresa mientras los latidos de mi corazón se aceleran de inmediato. Mi cerebro trata de procesar sus palabras que hacen eco en mis oídos. Inspiro con fuerza llevando mis ojos hasta mis padres que me observan fijamente como si estuviese tratado de medir mis emociones –cosa que yo tampoco puedo hacer de ninguna manera- antes de volver a mirarla.—Se supone que tendría que haberte enviado un email o algo parecido pero creo que venir fue una mejor opción. Hemos visto los vídeos que publicas en tu canal de YouTube y después se evaluar tu desempeño y el potencial talento que tienes los productores y el propietario de la compañía discográfica para la que trabajo han decidido ofrecerte un contrato de cinco años para explotar tu talento y convertirte en una estrella pop.—mi corazón estalla dentro de mi pecho y la adrenalina recorre cada milímetro de mi cuerpo finalizando en una potente  explosión en la boca de mi estómago.—Tienes tanto talento que estoy totalmente convencida que tienes asegurada una carrera larga y brillante llena de éxitos y…mucha fama…lo sé porque puedo percibir perfectamente cuando está a punto de nacer una estrella y tú; Danna Silvetti…lo eres. Eres una estrella, tienes brillo propio y será decisión tuya si decides compartirlo con el mundo encima de un escenario sin límite o limitarlo solo para tus veinte mil subscriptores…

STARVING #1 (Saga STARVING)|Christopher Vélez.(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora