14. Beso Tímido

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—Yuujirou x Hiyori...


—Eres patético y das asco.

—Qué enriquecedor.

—Chicos, ¿podrían practicar la coreografía sin detenerse a discutir cada cinco segundos?

—Lo haría si Yuujirou no tuviera dos pies izquierdos y arruinara toda la coreografía.

—Lo dice el que demoró cinco minutos en aprender a pronunciar la palabra "discografía"

—¡Basta!— finalmente exclamó Hiyori. Ambos chicos quedaron mirándola con una expresión cansada. Claro, habían estado practicando por alrededor de dos horas seguidas.— La señorita coreógrafa dijo que podían hacer un descanso corto, así que vamos a tomar quince minutos.

—¡Aleluya, libertad!— Aizou no pensó dos veces ni pidió permiso antes de salir del salón de baile. No era problema para Hiyori, sabía que el recepcionista no lo dejaría salir hasta dentro de otras dos horas. Ella y Yuujirou suspiraron al mismo tiempo. Se sentaron en una de las bancas junto a la pared a tomar de las botellas de agua que trajeron.

—Esta coreografía es más difícil de lo que parece...— habló Yuujirou con un tono más suave, aquel que solo usaba cuando estaba a solas con la pareja que nadie sabía que tenía. Se notaba desanimado. Ella le regaló una sonrisa tierna a cambio.— Y yo no tengo energía infinita como ese idiota.

—Pero se nota que te estás esforzando, eso siempre es bueno.

—Seh, talvez.—otro suspiro, obviamente no estaba satisfecho con sus resultados.

—Someya...

—Dijimos que usaríamos nuestros nombres cuando estuviéramos solos, Hiyorin.

—Bueno, Yuujirou...

—¿Qué sucede?—la chica puso su mano en la mejilla de su novio, guiándola hasta poder verse a los ojos. Sacudió la cabeza y volvió al modo asertivo.

—¡Nada de "talvez"! Vas a continuar con esa coreografía y lo vas a hacer perfectamente.— esa determinación era la que hacía que el corazón de Yuujirou se acelerara entre tanta calidez. Sabía que en cuanto se acabase el descanso volvería a intentarlo porque debía hacerlo, pero ahora una motivación especial le inspiraba.

—¿Quién dijo que no iba a continuar, Hiyorin?

—¡Absolutamente nadie!

Y luego de los ánimos llegó el silencio. ¿Dónde demonios estaba Aizou cuando este par de enamorados estaban en un tierno momento a solas?

La mano de Hiyori seguía en la mejilla de Yuujirou. Ambos seguían frente a frente pero sin hacer un solo movimiento. La coreógrafa había salido debido a una emergencia familiar y Aizou no parecía mostrar señales de vida cercana ¿qué les impedía acercarse un poco más?

—Yoooo...—Suzumi alargó un poco la vocal para llenar el silencio. Ellos dos no eran tontos, para nada, sabían que era lo que querían que pasara, pero no daban señal para avanzar.

—¿A la cuenta de tres?—sugirió Someya atreviéndose a mover su mano al hombro de la chica. Ella asintió, sus mejillas coloreándose ligeramente como las propias.

—Uno...

—Dos...

—Tre...s...—ya con sus labios juntos y sus ojos cerrados, tardaron un par de segundos en moverse inseguramente. Eran movidas torpes e inexpertas, llenas de nervios y temor a cometer un error, pero al tomar un ritmo supieron que todo estaría bien. Seguía siendo un beso tímido, pero estaba lleno de sentimientos claros.

Casi olvidaron a la otra persona que también debería estar ahí.

—No voy tarde, faltan seis minutos.— anunció Aizou mientras se estiraba. La pareja se separó de golpe, casi violentamente pero intentando disimular.—¿Qué hacen ustedes, vagos?

—Definitivamente no estamos mandando mensajes de texto pastelosos a la competencia.—atacó Someya para que el avergonzado fuese Aizou y no ellos. Misión cumplida.

—¿¡De qué hablas!?— se intentó defender, pero aquello solo lo delató de inmediato.

—Absolutamente nada~ Somos un par de vagos haciendo nada.

—¡Por cosas como esto digo que das asco!

—Seh, puedes decirle eso a Narumi Mona.

—¡Cállate!

31 Besos [Honeyworks]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora