—Kazuki x Fuuma...
—¡Vamos a jugar a girar la botella!
—No. Esa es una idea extremadamente estúpida.
Esta historia hubiera podido terminar aquí si no estuviéramos hablando de Dolce, un grupo de idols (eh, palabras de Shirayuki, no mías) de clase baja. Cuando ya se han acabado los ensayos y el mánager está haciendo cosas de persona responsable, ehh... digamos que surgen ideas cuestionables. Kippei había salido entre disculpas luego de una llamada de su hermano, Sara había caído dormido apenas llegó al futón, Kazuki se había ofrecido a comprar algo de comer en la máquina expendedora, Girisha lanzaba al aire y atrapaba la botella vacía, y Fuuma se mantenía en su estado natural de perder la fe en su grupo.
—¡Vamos, nunca he jugado eso con nadie!
—¿Por qué será que no me sorprende?
—¡Maldito seas!—De todos modos ¿de verdad querrías besar a alguien de este grupo?— Fuuma arqueó una ceja, recordando las miles de veces que Mameido se emocionaba cada vez que una chica le decía lo genial que era o cuando hablaba de cómo se vería su chica ideal. Él sabía que se veía lindo cuando se vestía de chica (y también cuando no, que tenía la autoestima bastante bien) pero no estaba nada cerca de ser el tipo de su colega.
—Yo no, todos ustedes son feos.—explicó atrapando la dichosa botella.—Pero tú sí.
Golpe inesperado.
—¿A qué te refieres con eso? Ustedes son como niños más caprichosos que los de la guardería.— se defendió Shirayuki, pese a ya saber a dónde se dirigía esa conversación ¿por qué justamente ese día no podía usar a Kippei como ruta de escape?
—¿En serio? Porque yo no veo a los demás haciéndole ojos de pescado a Kazuki cuando... Bueno, seamos honestos, casi siempre.
—¿Qué se supone que significa eso? Debe ser porque él es lo más cercano a una persona normal en este grupo.
—¡No dejaré que me insultes cuando te estoy fastidiando!
—Misión fallida.
Fuum desvió su atención del chico de la camisa horrorosa al espejo. Si seguía fastidiando tanto le haría estropear las extensiones que compró con su primer salario. De todos modos, ambos debían tener muy claro que los idols no pueden estar enamorados de nadie en específico ¡Los únicos amantes de un idol son sus fans!
—Aún así, se nota que Kazuki está perdidísimo por ti, solo falta que le digas que tú también y ¡buum! No más tensión sexual en el estudio.—Girisha ignoró olímpicamente el recordatorio que se repetía en la mente de su amigo.
—¿¡De qué demonios hablas!? La única tensión que hay aquí es entre Sara y su futón, es todo.
—Hablo de la tensión que incluso Kippei debe haber notado, y eso que él probablemente no sabe qué es eso.
—No digas tonterías. De todos modos ¿qué harías si tú tuvieras que besar a alguno? ¿Eh?
—Huir.
—Brillante.
Inevitablemente la idea se amplificaba más de lo que Fuuma le gustaría. No tenía tiempo para enamorarse de nadie si quería cumplir su sueño, pero Kazuki era una historia diferente. Una constante en su vida que siempre ofrecía un respiro de aire fresco ¿cómo no quedarse mirándolo si sus ojos brillaban como el oro y su sonrisa era más dulce que cualquier caramelo?
Felicidades, Fuuma, acabas de contradecirte a ti mismo.
—¿Y si tú tuvieras que besar a Kazuki también huirías?
—Hmm... lo he pensado mucho.
—¿Y?
—Y decidí que no es de tu incumbencia.— dijo antes de sacarle la lengua.
Claro, había huido de la conversación, pero la idea seguía dando vueltas por su cabeza como un pelotita de ping pong. Terrible situación considerando que el mismo Kazuki estaba a su lado, mirándolo con algo de preocupación. Caminaban al mismo ritmo por el mismo camino de siempre. Sus manos estaban a pocos centímetros ¿por qué justo ese día le parecía demasiada distancia?
—¿Estás bien, Fuuma? Te ves algo distraído.— habló el más alto colocando una mano en su hombro. Se sentía reconfortante.
—No es nada, solo estoy algo cansado.
—¿Seguro? Has estado actuando raro desde que volví de comprar comida ¿acaso Girisha dijo algo raro?— oh, había olvidado la extraña habilidad que tenía su amigo de leerle la mente. Podía evitarlo hasta cierto punto, pero ya era obvio que en algún momento confesaría todo.
—¿Co-cómo sabes que fue algo que Girisha dijo?
—Porque Kippei no estaba y Sara casi nunca habla voluntariamente.
—Eso tiene sentido.
—¿Entonces qué dijo?— ¿por qué estaba dudando ahora? ¿no podría simplemente decirle que había dicho otra de sus múltiples estupideces y seguir?
Pero probablemente sería una mentira muy obvia.
—Kazuki, cierra los ojos un momento.
—¿No me vas a decir?
—Solo hazlo.
—Está bien.
Y simplemente obedeció. Kazuki Haiga, su mejor amigo desde que tenía memoria. Quién siempre le ofrecía calidez cuando la necesitaba y al que conocía tan bien como la palma de su mano. El que ahora podía hacer que su corazón se acelere con solo cerrar los ojos.
Un paso adelante y ya no podía arrepentirse, solamente rezar por que al separar sus labios pudiera ver su dulce sonrisa.
Tres, dos, uno y...
—No estás jugando conmigo ¿verdad...?
—Claro que no, no podría hacerlo.
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31 Besos [Honeyworks]
FanficTodos sabemos que los besos son como los caramelos ¡si te gusta, no puedes tomar sólo uno! En el universo de Kokuhaku Jinku Iinkai se puede respirar el amor en el aire ¡sean bienvenidos a 31 drabbles que lo demuestran!