28. Beso Apresurado

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—Akari x Souta...

Hay tres cosas que Souta Mochizuki mantiene como incuestionables:

1. Es posible funcionar decentemente con tres horas de sueño, pero no es recomendable.

2. Prohibido mencionar a Chiaki Serizawa a menos que alguien más mencione a Chiaki Serizawa.

3. Absolutamente nada es mejor que los días de almuerzo con Akarin.

Desde que ambos comenzaron a salir acordaron reunirse algunos días en la azotea a almorzar juntos, (no todos, no querían dejar a sus amigos detrás) así que se turnaban para traer ambos almuerzos y pasar un buen rato.

Souta no podía ser más feliz con aquel acuerdo. Amaba escuchar a Akari hablando de la próxima obra de arte que halagaría a más no poder en cuanto sea terminada, y su pecho se sentía cálido cuando ella lo miraba a los ojos cuando le hablaba de sus películas favoritas. Justo ese día estaban más concentrados en su charla que en su almuerzo, pues el tema famoso proyecto final del club de cine había surgido.

Realmente no debería, pero terminó contándole todas las ideas y opiniones que tenía escritas para las futuras escenas. Akari no se cortó y, fuera de prometer mantenerlo todo en secreto, aportó también su propio punto de vista. Para sorpresa de nadie, parecían concordar en varios aspectos hasta que...

—¿Qué? ¿Ya es hora?—una campanada resonó por toda la preparatoria Sakuragaoka anunciando el fin del recreo. Ambos miraron abajo, dándose cuenta de que no habían terminado los almuerzos que hizo el muchacho.

—¡Lo lamento mucho! Me distraje hablando tanto que no terminé la comida...—se disculpó ella mientras recogía la caja y los palillos.

—¡No hay problema!—exclamó igualmente apresurado.—De hecho no me arrepiento de nada ¿Sabes? Tienes muy buenas ideas.

Hayasaka sonrió de lado con un pequeño suspiro.

—Yo tampoco.—afirmó. Con la confianza y el afán del momento invadiéndola, tomó al muchacho de las mejillas y se atrevió a hacer algo que llevaba rato queriendo hacer:

Dar un beso.

O por lo menos intentarlo, considerando que por su inexperiencia sobre el tema terminó cerrando los ojos y esperando que al impulsarse sus labios cayeran sobre los contrarios. Fue tan fugaz que no tuvo tiempo de fijarse bien, pero si el rostro colorado de Mochizuki era algo para guiarse, lo había hecho bien.

—¡Nos vemos!— se despidió ya emprendiendo camino hacia su clase antes de que la vergüenza fuese más fuerte. Aunque hey, Souta no estaba muy diferente.

«A-akarin me... ¡Akarin me beso!»

Aquello se repetía en su mente con incredulidad y alegría. Talvez llegó un poco tarde a clase, pero al menos supo que debía actualizar su lista de cosas incuestionables:

1. Es posible funcionar decentemente con tres horas de sueño, pero no es recomendable.

2. Prohibido mencionar a Chiaki Serizawa a menos que alguien más mencione a Chiaki Serizawa.

3. Absolutamente nada es mejor que besar a Akarin. 

31 Besos [Honeyworks]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora