Parte 23

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La chica fue arrastrada prácticamente por el soldado, la tomó bruscamente de su brazo y la dejó al interior del recinto. La obligó a mantener el silencio y luego de revisar el perímetro la llevó hasta un cuartel donde la obligó a arrodillarse mientras la apuntaba con su arma.

Los segundos pasaron tan rápidos que fue difícil describir aquella escena. Los corazones de todos latían velozmente que incluso podrían competir en una carrera de la fórmula 1. T/n estaba arrodillada en el suelo con ambas manos detrás de su nuca, aquel joven soldado sostenía un arma con fuerzas mientras que apuntaba hacia el pecho de la muchacha, sus dedos temblaban y sudaban debido a los nervios. Para la suerte o mala suerte de T/n, el chico era novato.

La chica tomó valor para hablar en medio de sus lágrimas.
– Ho-hola... Po-por favor, Déjame decir que hago aquí –ella miró al chico con los ojos más temerosos que jamás imaginarías. Él asintió sin dejar de apuntar y temblar.
– Habla. Tienes cinco minutos antes que llegué mi general. –su voz era ronca y seca. T/n asintió frenética para comenzar a hablar.
– So-soy T/n... Conduje a través de la lluvia hasta acá porque en realidad estoy desorientada. Antes de salir del hotel en donde me quedo me tomé un medicamento por una enfermedad que tengo y creo que tomé algunas píldoras demás... Comencé a perder el sentido de la orientación, tuve que pasar la noche en mi auto y cuando me bajé comencé a buscar ayuda... Aun estoy algo mareada y no sé cómo llegué aquí, debí caminar mucho... Lo juro, se lo juro.

El chico la observó unos segundos mientras que la chica seguía botando lágrimas mientras trataba de mantener la calma. El muchacho bajó el arma aún temblando sin perder la vista de ella. Parte de la historia de la chica era cierta, ya que se sentía realmente mal, sus nervios estaban jugandole una horrible broma. Su estómago estaba revuelto, su cabeza daba vueltas y en cosa de segundos comenzó a vomitar.

El soldado rápidamente corrió una silla y la ayudó a sentarse. Era una fortuna que T/n fuese tan nerviosa para vomitar que así su historia podría cobrar vida. El chico por inercia le sobaba la espalda esperando que botara todo. Salió de aquel cuartel por unos minutos, T/n ni siquiera intentaría salir corriendo de allí, quizás se desmayase en la puerta y todo empeoraría, así que decidió esperar mientras se tranquilizaba.
En unos minutos el muchacho regresó con un paño húmedo y agua.
– Te creo, ten... Puedes usarlo para limpiarte. Te llevaré de vuelta a la carretera, pero no hagas ruido ni hables con nadie en el camino. –ella asintió y se lavantó temblando mientras se afirmaba de su brazo. En parte estaba actuando.

La llevó lentamente, pasaban por un corredor abierto donde pequeñas gotas caían sobre ellos. Caminaron a través de unos tanques y camiones abandonados. La chica iba observando todo el interior cuando cruzó vista con un chico que podría reconocer en cualquier parte. Su corazón se detuvo, comenzó a sudar en frío y su piel se hizo de gallina. Era V-1306 junto a otro muchacho escondidos detrás de un camión. Ambos se vieron directamente a los ojos mientras ella caminaba a la salida. Fue rápido, pero intenso.

El pecho de V-1306, justo donde se supone que iría su corazón comenzó a doler como nunca antes al ver a T/n caminando acompañada de un saldado mientras cargaba un arma. Le vio el rostro de pánico a la chica y quiso morir. Sentía que todo su mundo se estaba acabando allí mismo. Se desmoronaba y no sabía cómo detener aquello. Iba a salir del escondite, pero su amigo le jaló el brazo para hacerlo reaccionar. V-1306 cerró los ojos mientras se sostenía el pecho por el dolor, estaba sufriendo, además comenzaba a faltarle el aire, sentía como si le estuviera desgarrando el alma.

Q U E B R A N T A D O [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora