Cuando unos amigos regresan a su casa de vacaciones invernales en una montaña aislada del resto de la civilización en Nueva Zelanda, no tardarán en surgir los inconvenientes. ¿Podrán mantenerse a salvo hasta el amanecer?
𝙰𝚌𝚕𝚊𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜:
❅A...
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Taehyung;;
El pelinegro apenas pudo reaccionar para ver cómo se llevaban a Hyejin. Ella estaba completamente inmóvil, y la persona que la arrastraba parecía no querer tener siquiera un poco de piedad por su cuerpo por la brusquedad con que la llevaba.
No había nada cerca que pudiera utilizar para defenderse por si lo necesitaba, más que un farol que habían encontrado cuando llegaron y que tomó porque asombrosamente iba a alumbrar más que la linterna. No le importó la poca ropa que llevaba a pesar del helado clima, sólo salió tras ellos.
Pensó que podría alcanzarlos fácilmente, porque por más que el tipo había salido con ventaja, no quitaba que estaba corriendo mientras -literalmente- arrastraba a otra persona, y eso de alguna forma lo tenía que atrasar.
Pero se equivocó.
El tipo, más inteligente de lo que pudo llegar a pensar, tenía preparada una motocicleta (obvio que de esas que son aptas para andar en la nieve) la cual no dudó en usar. El pelinegro se sintió tonto por creer que algo como eso no podría pasar, y por confiar en que podía ir contra alguien de tal porte y que, por si fuera poco, parecía tener cada detalle planeado, como si supiera que esa noche alguien iba a estar en esa cabaña.
Pensar en Hyejin fue lo que le dio la fuerza suficiente para seguir corriendo e ignorar el frío que ya se había calado por sus huesos. Él no podía quejarse de nada, no después de la culpa con la que cargaba después de dejarse llevar con su "amigo" antes, con su ex-pareja. No podía cuando la que peor estaba pasando ahora era ella, no él.
Así que corrió. Tanto que sus piernas entumecidas no parecían querer seguir haciéndolo pero poco le importaba porque no sabía lo que le podían hacer a su amiga (porque eso era lo que más le movilizaba, la que estaba siendo arrastrada era su amiga, y no un simple pasatiempo o juguete), y esa estaba siendo su prioridad.
El camino estaba dividido, y no pensó al decidir saltar por una parte considerablemente alta, donde apenas se llegaba a ver la nieve del suelo por la espesa niebla, pero con suerte, si lograba deslizarse, no se haría demasiado daño. Para su suerte, fue abrazado por la nieve apenas cayó en ella, pero se levantó enseguida para seguir corriendo. El frío aire se estaba calando en sus huesos, entumeciéndole cada vez más, y ni siquiera eso fue capaz de pararle.
No paró sus pasos, sino que los apuró más al darse cuenta de la presencia de la moto de nieve que había estado siguiendo, y poco después notar un viejo cobertizo algunos metros más adelante. Se acercó a la puerta del mismo lo más rápido posible, escuchando sigilosamente a través de ella.
No tardó en escuchar pasos acelerados del otro lado, seguido de la voz ronca de un hombre que se dirigía a un aparato entre sus manos. Taehyung se asomó por la puerta, de tal forma que probablemente no sería visto.
—Tengo un problema...— dijo el hombre y se mantuvo en silencio durante unos segundos, al parecer esperando una respuesta del otro lado. La respuesta llegó rápidamente, y a pesar de que se escuchaba como si se tratase de una radio (porque por algún motivo lo tenía en alta voz) Taehyung no lograba entenderlo desde su posición, al menos no más que palabras sueltas y ruidos molestos— no, no es eso... tengo a uno de ellos, pero no despierta, creo que ni siquiera está respirando... de él no sé nada aún...está bien, ya voy.
