Cuando unos amigos regresan a su casa de vacaciones invernales en una montaña aislada del resto de la civilización en Nueva Zelanda, no tardarán en surgir los inconvenientes. ¿Podrán mantenerse a salvo hasta el amanecer?
𝙰𝚌𝚕𝚊𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜:
❅A...
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Hyejin;;
—Que miedo, ¿qué se supone que era eso?— se recostó a la puerta, tratando de normalizar su respiración— ¿sabés si es cierto que la entrada a esta montaña está prohibida?— Taehyung la miró por unos segundos antes de abrir sus ojos en grande, chasqueando sus dedos como si hubiera descubierto algo.
—Eso es, ¿cómo no lo pensé antes?— lo observó confundida, esperando una explicación— la entrada está prohibida, sí, pero eso no quita que algún adolescente o quien se le cante se las pueda arreglar para entrar.
—¿Así como nosotros? Trepando el muro, por ejemplo...
—Exactamente eso, si Jungkook nos dijo que trancaban el cuarto del teleférico porque encontraron vagabundos durmiendo ahí, no dudo que igual sigan entrando.
—Ponele que tiene sentido— dijo dudando— y corrimos antes de pensarlo, no puede ser.
—Lo bueno es que estamos acá mucho antes de lo que esperábamos...—dejó un beso en su mejilla, tomándola por la cintura. Ella pasó los brazos a rededor de su cuello, y él la pegó más a su cuerpo.
—Ya que llegamos antes de tiempo, ¿No querés hacer algo de lo que venís alardeando desde que llegamos?— su novio sonrió ante su propuesta, dicha con una sonrisa coqueta, y rozaron sus labios. Ambos ansiosos por encontrarse después de tanto.
Hasta que de pronto, recordó algo que le hizo separarse enseguida de su cuerpo y a Taehyung mirarla extrañado.
—¡Ay no! Tae...— dijo lloriqueando y tanteando cada uno de sus bolsillos.
—¿Qué? ¿Qué pasa ahora?— le inspeccionó la cara, preocupado.
—¡No está!
—Ah, pensé que te pasaba algo más—la soltó y ella cruzó los brazos por encima de su pecho— ay bueno, ¿qué no está?
—Lo perdí, mis padres me van a matar— respondió formando un puchero. Él la miró sin comprender todavía—Mi celular— contestó finalmente, poniéndose en cuclillas para mirar en el piso, pero sin encontrar nada.
—No puede ser, que corta mambos que sos, Hyejin, ¡por un celular!— se quejó y la pelinegra alzó ambas cejas— A ver, ¿dónde fue que lo perdiste?
—¿Es joda? Boludo te estoy diciendo que lo perdí, yo que sé dónde fue.
—Ay, pero capaz fue cuando corríamos, ¿no?
—Tal vez sí... anda a buscarlo vos— lo miró suplicante y él rodó los ojos.
—Pero no creo que sea buena idea salir a buscarlo ahora cuando capaz que el maleante o lo que sea eso, sigue estando por ahí. No esperes que vaya, en todo caso mañana cuando haya luz y no tanto frío.
—Bueno…cierto— quedaron en silencio, por lo que Taehyung iba a aprovechar para acercarse nuevamente, pero ella habló una vez más— ¿y si se cayó en el agua?— Taehyung suspiró y se fue a sentar, moviendo su pierna, al parecer inquieto— Si es así ya no tengo esperanzas de que funcione ni de encontrarlo, tampoco es que tenga muchas ganas de volver a ir a una mina que se está despedazando— lloriqueó nuevamente— ¡mis fotos!