Capitulo XXIX: No vuelvas hacerme algo asi.

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................. Nathy ................

Hoy si fui a trabajar, necesitaba despejar mi mente, dejar de pensar en el secuestro y en todo lo que conlleva eso. Me esperaba ver a Richard, pero claro, con tantas oficinas, ni siquiera estábamos en la misma planta. Debo confesar, lo extraño.

Mis compañeras eran todas muy majas, parecían buenas personas, en especial Helen y Sophia, algo cotillas, estaban en todo. Mientras tomamos café me contaron los tórridos romances de la compañía, como suspiraban por mi jefe, ¡Oh mierda! ¿Debía esperarmelo? Estaba debatiendo internamente si contarle que teníamos algo... era demasiado pronto. Pero, si nos hacíamos amigas, me lo reprocharían...

- Eh chicas - dije intentando cambiar de tema. Pero vi como se levantaban y salían de la sala.

Dirigí mi mirada hacia donde ellas se dirigían: Richard.

Richard miró alrededor en mi busca, me reí y me sentí alagada de que teniendo un montón de chicas preciosas que suspiraban por una mirada suya, me obsequiara a mi con ella. Pude ver como su mirada se entristecía, al no verme, con respecto apartó a la chicas y se dirigió al despacho de la jefa de personal.

Volví a mi puesto, mientras escuchaba como las chicas cuchicheaban y suspiraban por haber estado al lado de su jefe cañón. Me senté a continuar con mi trabajo, estuve durante la primera hora observando haber si Richard salía pero no lo hizo. Seguí con mi trabajo y hasta me asusté al escuchar una voz cerca mía.

- Señorita.

- Si - dije girándome - Señor - dije queriendome reir, se me hacía tan absurdo tratarle asi, al hombre con el que me había acostado.

- ¿Es su primer día aquí? - dijo en alto - Disimulas muy bien - dijo más bajo.

- Si señor - dije mientras veía como todas nos observaban deseando estar en mi lugar.

- ¿Se encuentra cómoda?

- Perfectamente.

- Me alegro. - dijo dándose media vuelta, mientras dejaba caer un papel en mi mesa.

Cogí el papel, y lo oculté bajo los papeles y observé como Richard y su maravilloso culo, desaparecían de mi vista. Hice que me concentraba en el trabajo para evitar que viniesen a preguntarme lo que ya habían escuchado que me había dicho el jefe... Luego despues de un buen rato se dispersaron de nuevo a su puesto y pude leer la nota.

Te extraño. Por eso bajé, pude haberte mandado un mensaje... pero me pareció mejor idea esta. A las 14:00 te espero en mi coche, para comer. No me pasan las horas sin estar a tu lado, necesito tus besos.

El menú de hoy será comernos a besos.

Me leo y pienso estoy volviéndome un cursi, espero no ahuyentarte, jaja.

Te necesito más que a nada."

Las horas me pasaron tan lentamente, que parecía que agonizaba cada segundo. Al fin dieron las 14:00 y todos abandonamos el edificio, unos en una dirección y yo en la contraria. Observé que nadie me veía y me metí en el coche de Richard, no aguantando un segundo, le besé, sin saludarle tan siquiera.

- Creo que hay alguien que tambien me necesitaba - dijo entre mis labios.

- Callate - le dije seria, pero queriendo reirme.

- Callame - dijo con voz sensual.

- Está hecho - dije adueñándome de su boca.

Tras un rato de besos, Richard interrumpió para hablar.

- Te iba llevar a un restaurante, pero creo que es mejor ir a mi apartamento.

- Me parece perfecto - dije besándole.

Siempre te he esperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora