Lee hyukjae es un famoso Idol coreano, quien a sus 27 años es reconocido nacional así como internacionalmente.
Lee Donghae es un asistente así como guardaespaldas de reconocido Idol, con quién a trabajado casi una década con él, desde que debuto.
P...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lee hyukjae es un reconocido idol dentro y fuera de Corea del Sur, quien a estado en la industria de entrenamiento por más de un lustro, cada día renovandose en las tendencias. Desarrollandose como Presentador de programas, así como director y un excelente cantante. De la mano con su asistente así como mánager y guardaespaldas trabaja sin cesar.
Este día en particular, se encontraba grabando para Weekly Idol, un programa famoso en su país.
—KwangHee me iré primero—
Aviso a su compañero de trabajo, el cual asintió a sus palabras.
—Hasta mañana hyukjae.
Fue hasta su camerino, donde su asistente ya lo esperaba.
—Por fin e terminado.
—Entonces, vámonos. Te dejaré en tu edificio y me iré yo a mi casa.
Su asistente salió primero del lugar, siguiéndolo de cerca, llegaron hasta la camioneta que usaba para transportarse.
—Podemos ir a cenar, donghae—sugirió—Yo puedo ser el postre—sonrio sugerente.
Donghae rodó los ojos, antes de entrar en la camioneta.
—No como cualquier cosa—respondió.
—¡Oye, me ofendes! Yo no soy cualquier cosa—se quejó.
Y así iba la cosa, hyukjae siempre coqueteaba con su asistente el cual no le daba ni la hora. Desde que se conocían este siempre había sido lejano con él, algo que hyukjae no entendía, su manager era muy amable con todos, menos con él.
—Te metes a la boca, cualquier cosa.
—Si gustas puedes meterme en mi boca, otra cosa que no sea tu boca.
—No, gracias.
Ni siquiera se inmutó con sus comentarios, suponía que era por el hecho que el chico ya estaba más que acostumbrado a los coqueteos constantes de su representado.
Al llegar frente a su edificio, donghae finalmente lo miró.
—Te recogeré mañana antes de las nueve, tienes una presentación en Icheon a las once. Te quiero ya vestido y desayunado, para cuando llegué.
—¿Y si mejor te desayuno a ti? Digo, para ahorrar tiempo.
—Ádios.
Sonrió, antes de bajar.
Hyukjae mantuvo su sonrisa todo el viaje de pisos que daba el elevador, hasta su departamento. Nada podía arruinar su humor en esos momentos, o tal vez sí.
¡De su departamento salían litros de agua!
Corrió hasta su departamento, al abrir la puerta de este, el interior era aún más espantoso. Sus carísimos muebles fueron arruinados, así como el piso el cual estaba inundado.
