🍃One-shots Komahina 🍃

Aniversario

El albino se despertó un poco antes de lo normal, aún era temprano, demasiado a decir verdad. Aún para ser una isla el cielo seguía siendo oscuro y estrellado. Pero no estaba despierto por que quisiera, acababa de tener una pesadilla así que no le quedaba más que estar despierto en esos momentos abrazándose a si mismo teniendo la respiración agitada, después de todo, era el aniversario del accidente de avión.

El albino estuvo así un muy buen rato, hasta que amaneció ya que no pudo recuperar al sueño así que solo se levantó de su cama llendose a vestir solo sintiendo una presión en su pecho, aún si ya estaba acostumbrado a sus pensamientos intrusivos, era realmente difícil cuando ahora mismo su mente no dejaba de repetirle cosas, no solo respecto a la muerte de sus padres y las demás personas dentro del avión, también habían varias cosas que había causado su suerte y cosas sobre su persona, en definitiva sería un día largo.

Se puso su chaqueta después de tomar un baño solo suspirando antes de salir de su habitación sonriendo como si nada solo caminando hasta la cafetería manteniendo la mirada perdida ya sabiendo el camino, hasta que sintió como chocaba con alguien solo que antes que cayera la otra persona le tomo del brazo con cuidado.

Hinata: Dios Komaeda, sabes que no debes ir a así de distraído ¿Estas bien?

El albino solo se sonrojo avergonzado mientras sonreía y negaba con la cabeza, realmente le tranquilizaba la presencia del contrario así que solo asintió.

Komaeda: Estoy bien, y perdón, te había dicho que dejaría de hacerlo.

Hinata: ¿Que paso?

Se sobresaltó por esto, por unos instantes había olvidado el hecho de que el contrario casi podía leer mentes con ayuda de los talentos del pelinegro así que encogió de hombros sonriendole nerviosamente.

Komaeda: Nada, nada jeje-

Hinata: Si pasa algo, no dudes en ningún momento en llamar a mi cabaña ¿Esta bien?

El albino solo asintió a lo que el castaño le sonrió acercándose a revolver sin poco su cabello de manera afectuosa antes de salir hacia donde se dirigía hace unos instantes. El castaño cada vez que solía ver al contrario decaído solía revolver su cabello que aunque no lo supiera realmente le subía mucho el estado de ánimo haciéndole olvidar por unos instantes sus problemas.
Ya un poco mejor el albino solo se encaminó hacia la cafetería notando que al ser temprano aún no había nadie ahí, solo decidió ir a buscar algo de la comida que ya estaba preparada de lo que sobraba ya que no quería hacer un desastre, que aunque tampoco era mucha ya que a la Morena de cabello castaño le gustaba demasiado lo que preparaba el  cocinero Definitivo, pero con eso bastaba, se encontraba poniendo la comida en un plato antes de escuchar un pequeño susurro, la voz de su madre.

"- Si no me hubieras matado. Yo podría cocinarte."

Fue el murmuró que escuchó solo dejándose caer al suelo cubriendo sus oídos mientras jalaba un poco su cabello soltando algunos quejidos ya que la voz de su madre continuaba sonando dentro de su cabeza, aún si sabia que eran parte de sus pensamientos intrusivos era molesto y doloroso.

"-De seguro también los lastimas a ellos."

"- ¿Que pasa si lastimas a Hinata?"

"- Les das asco."

"- Solo son buenos contigo por lástima."