Perdida en Hogwarts II

Capitulo 37

Capitulo con escenas un poco jeje, ya tu sabes. Si no te gustan este tipo de escenas por favor pásalo, si no disfruta!

No llores más, que hoy estás preciosa- Sentí como el chico se había relajado, secó mis lagrimas y se colocó de nuevo en la baranda pero esta vez sin apartar su mirada de mi.

¡Ah! ¿Solo hoy?- Una pequeña risilla traviesa salió de mis labios pillando desprevenido al platinado.

Que va, pero creo que es ese vestido, me trae loco- Draco se giró dejando caer su espalda en la baranda para mirarme de una forma más directa, el calor subió, sin poder ser controlado, a mis mejillas.

Si, es muy bonito, me lo escogió Cedric- Dije mientras bajaba la mirada para apreciar un poco mi propio vestido.

¿Bonito? Oh no, es sexy- Lo miré con los ojos muy abiertos en cuanto pronunció esas palabras, pude ver como una sonrisa de medio lado se formaba con su labios- Ven aquí- Hizo un gesto con sus manos para que fuera hacia el y así hice- Pero la idea de que haya sido el estúpido de Diggory el que lo ha escogido no me hace tanta gracia- Sus manos se colocaron en la espalda mientras bajaban lentamente.

No hace falta que hables así de el, se que sois amigos- Nuestros rostros volvían a estar a solo centímetros de distancia, cosa que hacia aumentar la tensión entre nosotros.

Que sea mi amigo no le quita lo estúpido- Reí ante su comentario bajando un poco la cara- Mírame- Su orden fue acompaña de un fuerte agarre en una de mis nalgas, cosa que me sorprendió e hizo que lo mirara con la boca algo abierta por el quejido que se me había escapado- La otra vez fui muy dulce porque sabia que era tu primera vez, pero creo que ya es hora de que sepas quien es el autentico Draco Malfoy- Su palabras a modo de susurro solo provocaban escalofríos en mi piel.

¿Draco...?- Sabía a lo que se refería perfectamente pero aún así quería oir como lo decía de forma directa.

Si, ya se que sabes decir mi nombre, pero ahora me apetece escuchar como lo dices mientras te hago mía- Si antes ya me tenía ganada ahora ya me tenía a su completa merced. Empezó a besarme con algo de desespero mientras subía mi vestido corto hasta dejar mi ropa interior a la vista- Mmmm negras, me gustan- Comencé a notar como la calentura se apoderaba de mi y como se me nublaban los sentidos, la última vez que estuvimos de esta forma comenzó a aparecer en mi mente, como me acariciaba, me besaba y como me hacía sentir como si todo lo demás no importara. Sin esperármelo me giró dejándome a mi con la espalda apoyada en la baranda- Pero me gustas más sin ellas- Sin ni si quiera dejarme contestar Draco bajó mis bragas dejando mi intimidad a su completa disposición. Sus dedos dieron una caricia suave en ella provocando que un gemido poco sonoro saliera de mis labios- Vaya, quien lo diría, ya estás mojada y lo único que he hecho es decirte lo que te voy a hacer- Puso su otra mano en mi cuello haciendo que lo mirara- Tranquila princesa puedes gemir, nadie te va a escuchar, están todos en el baile- Justo cuando termino la frase introdujo en dedo en mi interior provocando que me arquera de placer mientras un jadeo se me escapaba.

Agh Draco- Fue lo único que pude decir, esta forma que tenía de actuar no la había visto antes, ni si quiera la otra vez que lo hicimos, pero me gustaba.

¿Qué pasa? ¿Tanto me necesitas?- Su voz ronca solo provocaba que lo deseara más- Dímelo, dime que me necesitas.

Draco- Mi respiración estaba entrecortada y el movimiento de su dedo no cesaba- Te...Te necesito.

Como pidas mi reina- Se separó de mi dejándome con las ganas de volver a sentirlo. Comenzó a bajar su pantalón poco a poco mientras su mirada oscura seguía clavada en mi cuerpo.

Draco vamos- Si, estaba desesperada y sabía que el estaba actuando de esa forma para que me sintiera aún más necesitada de el, sonrió victoriosamente mientras terminaba de quitarse el boxer. Pasó de nuevo su mano por mi intimidad y luego la dirigió a su miembro para lubricarse.

Así mejor- Me cogió por un brazo y sin que le costara ningún trabajo me dio la vuelta dejándome a la vista todo el cielo estrellado. sin avisar su miembro erecto entró de una sola estocada en mi, lo que provoco que un gemido saliera de mis labios. Sentía como las caderas del chico chocaban con las mías mientras pequeños jadeos se le escapaban. Su mano se colocó en mi melena y estiró de mi cabeza un poco hacia atrás- Echaba de menos tenerte así para mi.