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NARARDORA: Rusia tomo los regalos con bastante desconfianza, miro de reojo al adulto para después abrir la primera bolsa, encontrándose con cajas de chocolates en su interior. Era solo chocolate, eso lo tranquilizo un poco. 

norteo obstante, saco caja por caja, para inspeccionarlas así como al interior de la bolsa, suspiro de alivio al saber que no había nada que lo dañara. Así que se  dispuso a tomar la otra bolsa, para realizar el mismo procedimiento que se había llevado acabo con la anterior. 

Esta vez se encontró con pequeños paquetitos envueltos en papel, esto logro hacer que al ruso se le erizaran la piel.  Tomo temeroso cada paquete para desenvolverlo, encontrándose con una cámara, algunos acetatos a los cuales, no les encontró algún uso,  mas que aquel amargo recuerdo de la mujer.  

El miedo se impregno en su cuerpo, casi de inmediato haciendo que soltara la cámara y se refugiara en aquella esquina del sofá. El hermoso oso de peluche fue lanzado lejos para caer y hacer que sus pequeños ojitos de plástico sonaran con un pequeño, Tac , al tiempo en que el niño comienza a llorar, la mujer, la mujer le estaba gritando en el oído nuevamente, haciendo juego con la voz del estadounidense, que le llama para poder comer juntos. 

Rusia rompe en llanto, se siente culpable, debería de haber echo algo otra cosa, quería a Alemania, quería poder abrazarlo o que el Nazi le revolviera el pelo mientras lo consolaba, solo quería volver.  

El estadounidense dejo el pastel en su lugar, usa pequeña sonrisa ilumino su rostro, con tan solo escuchar los sollozos de el niño. En ese momento supo que ya no podría esperar mas para jugar con su pequeño, ya quería probar ese dulce dolor y desesperación, que emanaban del cuerpo de aquel deprimente ser. 

Usa respiro hondo, tratando de disimular sus deseos y escondiendo su sonrisa, debía de aproximarse para poder jugar correctamente. 

USA: - ¿oye, Ru estas bien ?- * pregunto con una voz preocupada, aproximando su cuerpo con pasos lentos * 

RUSIA: * sus ojos se abren bastante, pareciera que sus cuencas pronto estarán desorbitadas * - cállate, cállate, tu no me puedes llamar así, eres un maldito monstruo el único que me puede hablar así es Alemania - *grito con todas sus fuerzas mientras su rostro confundido veía al contrario * 

USA: *Se detiene en su lugar, una rabia inmensa le invade, como puede ser posible que le allá gritado así*  "por que solo ese maldito mocoso puede llamarlo de ese modo, si yo soy el amor de tu vida " 

RUSIA: * su respiración es bastante agitada, la adrenalina corre por sus venas, quería correr quería escapar y eso es lo que haría aquí y ahora * 

USA: *se mantiene estático en su lugar, algunas lagrimas caen por sus mejillas, aprieta los puños tan fuerte, que un pequeño hilo de sangre recorre sus nudillos, y cae en forma de gotas así el suelo al tiempo que sus lagrimas contornean sus mejillas * - pensé que me amabas, pero eres igual a mi familia - 

NARRADORA: Rusia no siente ni una pica de remordimiento, de hecho asta cierto punto se siente satisfecho, por ver aquellas lagrimas, se mantiene atento a los movimientos del mayor y de un momento a otro corre asía la salida, topándose con la puerta, la cual fue abierta en cuestión de segundos, se sentía libre, no importaba nada, buscaría el modo de llegar con su familia. 

Corrió fuera de la casa con una sonrisa, en su mente solo se podían dibujar los recuerdos de cada uno de sus familiares, su corazón palpitaba fuertemente, estaba por salir de aquel patio perteneciente a aquella bestia.

 Cuando uno de sus pies estuvo fuera y sentía que por fin podía lograrlo, una mano lo tomo por detrás, interceptándolo logrando que su cara se estrellara con el piso, mientras sentía que un gran peso estaba sobre el. 

De repente su mundo volvió a irse abajo, mientras las manos de su captor le cubrían, su boca y lo llevaban dentro de su prisión ¿Pero como había sido? En ningún momento pudo escuchar los pasos tras el. o eso fue lo que su mente le hizo creer. 

Ahora estaba en nuevamente entre las garras de aquel monstruo, el cual lo arrastro a su habitación y sin mas lo dejo encerrado, dejando que su propio miedo le consumiera por dentro, mientras se desvanecía entre lagrimas y gritos frustrados llenos de dolor. 

Los pasos de allá fuera, le daban miedo y estaban hay para recordarle en donde estaba, mientras el se escondía entre sus piernas. (tac, tac, tac, tac) Se podía oír una y otra vez, siendo una tortura para el niño. 

Rusia siguió llorando, y siguió así hasta que sintió que su cuerpo no tenia para mas y su garganta quemaba mientras el tiempo pasaba y con el aquellos pasos se alejaron para después aproximarse a gran velocidad asía la puerta. 

En cuanto esta sea abrió Rusia pudo sentir una pequeña punzada en su corazón, por que hay estaba, usa con una sonrisa terna y dulce, como las que antes le cantaba el alma.  


    

¿Dónde está papá? (Usa x Rusia) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora