Lisa

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Un par de años atrás cuando su hermano le había preguntado si creía que ganarían, estaba bastante segura de que así sería, incluso una hora antes, cuando se encontraba en la balsa y sentía un poco de miedo pensó que ganarían, ahora frente a esos ojos negros, con impresión felina y la sensación de ardor recorriendo sus venas sólo podía pensar como había sido tan estúpida de arriesgar su vida, la de su hermano y sus amigos en una causa que estuvo pérdida cuando pisaron la enorme edificación.

Había pasado solo con un poco de dificultad la primera torre, pero al llegar al pasillo que la llevaría a la segunda torre las dudas que antes no había sentido salieron con fuerza al ver aquellos muros negros que desprendían tal presión que temió quedarse sin aire, media docena de sus compañeros también entraron en los pasillos, Taehyung le recordó quitarse el chaleco y tomar aire, según el plan éste era la torre de fuego y sólo la estancia era bastante calurosa, aunque ella no sintió calor, más bien la presión de estar en la cueva de un depredador y ser un cordero.

Obedeció y siguió avanzando hasta las grandes puertas de hierro que esperaban cerradas, sus compañeros le dieron espacio, para que pudiera hacer lo suyo, justo después de presionar sus manos en las inesperadas frías puertas estas fueron lanzadas completamente hacía atrás, en ese momento había recobrado la confianza de su propio poder, así que se dispuso a enfrentar al primero de sus oponentes tratando de terminar dicho enfrentamiento lo más pronto posible para penetrar el centro del castillo, se había encontrado con la chica más pálida que había visto, había puesto bastante resistencia pero no lo suficiente para vencerla, en un rápido movimiento había causado una pequeña explosión en los pies de su adversaria dejándola aturdida a un lado de un gran muro. 

Cuando se dio cuenta sólo habían cuatro peleas a su alrededor un par de parejas de sus compañeros se enfrentaban a sólo uno de ellos, un tipo de contextura musculosa con una sonrisa de quién juega en la playa, no habían salido muchos a defender la torre, y hasta ahora sólo había caído en cuenta que aún no se encontraba dentro de la torre, así que corrió a una de las dos puertas, la de su izquierda, pero antes de llegar a esta, un tipo de más de 1.80 se interpuso en su camino, trato de esquivar el primer golpe pero lo recibió directamente en el hombro, jamás la habían golpeado tan fuerte y rápido, el segundo golpe lo esquivó por poco y contraatacó sin ningún éxito, siguió intentándolo pero el hombre era rápido, sólo necesitaba golpearlo una vez y habría terminado con el.

Comenzó a notar que él ya había adivinado sus intenciones así que trato de acorralarlo por lo muros, podría destruir uno y golpearlo con ello, casi había olvidado contra que tipo de personas estaba peleando cuando vio pasar muy cerca de su ojo derecho una bola de fuego del tamaño de su cabeza, eso la hizo retroceder un poco pero volvió a contraatacar más rápido, para ser tan grande era rápido pero no tanto como ella, por fín pudo ponerlo cerca de un muro cuándo se lanzó hacía el, éste la esquivo por muy poco y por primera vez pudo reparar en sus ojos, su maestro le dijo que una señal de furia entre este tipo de personas eran sus pupilas rojas como llamas, los de este chico eran negros, ni una sola llama, o su maestro estaba equivocado o el hombre frente a ella no estaba ni un poco furioso, pensó en el otro individuo que peleaba contra Tae y Baek, y dedujo que estaba peleando contra alguien que no la tomaba en serio, lo cual sólo provocó que se enojara más, fue directo al centro del muro y lo hizo explotar dejando caer parte de éste en el hombre, tal vez así sí se enojaría, sólo necesitaba dar un golpe más cuándo escucho otra gran explosión, pero su adversario llamó su atención.

-Eso fue una buena estrategia- dijo con voz ronca.

-Debiste tomártelo en serio cuando pudiste.

-Suelo jugar un poco antes de cazar, ya sabes, la costumbre- no, no tenía idea de qué hablaba- Ella siempre me lo dice, algún día te van a convertir en presa.

-Quien?...- el chico le indicó con el rostro atrás suyo.

Una chica más pequeña que ella con un tipo casi del mismo tamaño que su adversario estaban frente a ella, no pudo si quiera espabilar cuando la más pequeña se lanzó hacía ella y tomó su hombro sano con su mano, y aunque el agarre fue firme le dolió más las llamas negras que al instante se desprendieron de su mano y la hicieron arrodillarse, escuchó a su alrededor algunos gritos que reconoció de inmediato, de reojo pudo ver como Baek caía también arrodillado con llamas negras saliendo de su boca, aunque no había nadie a su alrededor, la mujer frente a ella volvió a apretar y ahora podía sentir el fuego dentro de su cuerpo recorriendo por sus venas como veneno, era el fín, esos ojos gatunos serían lo último que vería, y ni siquiera habían llamas, su mirada era afilada pero tan fría que se sintió una niña.

-Jen, sería bueno si los dejaras vivos- supuso que era el otro hombre quién le había hablado, aunque se escuchaba a su espalda, tal vez estaba ayudando a su amigo.

Pero ella sólo se acercó un poco más, podía ver un poco de curiosidad en sus ojos, quizás sólo por esta vez la curiosidad no mataría a ningún gato, la presión en su hombro disminuyó por un segundo cuando la chica la olfateo un poco, su expresión cambio por primera vez aunque bien pudo ser su imaginación, ya no podía ver bien y sus sentidos comenzaban a fallar.

-Quién eres?- le preguntó en tono suave antes de que todo se nublara y cayera en los brazos de uno de los hermanos gemelos hijos de Nix, rogaba a los dioses porque fuera Hipnos, y así sólo tal vez volvería al lado de su propio hermano.

...

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