Hermanos

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Cerró los ojos tratando de contener su ira, los médicos estaban encerrados en la habitación desde hace casi una hora y aún no decían nada, habían otras personas a su alrededor pero trataba de ignorar su presencia, principalmente por el hecho de que la mitad de ellos no eran de su grupo, estaban ahí por los otros.

-No se preocupe, Mark estará bien, hablé con el y sólo debe estar muy agotado por la energía que utilizó.- abrió los ojos al escuchar esa voz que tanto tenía grabada en su memoria. El tipo que la molestaba se encontraba a un par de metros hablando con el aprendiz que había ganado la primera pelea, era mitad rubio y mitad pelirrojo, muy guapo, casi tanto como Tae, quién por cierto se encontraba a su lado en esos momentos, recién había llegado, dijo que estaba estudiando durante la pelea.

-Familiares de Bambam?- se puso de pie inmediatamente y se acercó al doctor que había salido de la habitación, Tae, Ten, Nam y Kai también se pusieron de pié- El joven se encuentra con signos vitales estables, su vida no corre ningún tipo de peligro, pero... su cerebro se encuentra en estado de shock, no podemos hacer nada mas que esperar a que mejore- su respiración fue acortándose con cada palabra, su propio cerebro latía con fuerza, y por sus ojos se asomaban algunas lágrimas.

-Tiene que haber algo...- dijo Tae abrazándola por los hombros.

-Lo siento- dijo el médico retirándose del lugar, cerró nuevamente los ojos y como iluminación vio el rostro de la única persona capaz de salvarlo.

-Jin, Tae trae a Jin- le dijo mirando desesperadamente a su amigo, a lo que éste simplemente asintió y corrió en dirección a la salida.

Se sentó en el suelo y recostó su cuerpo en la pared, cerró los ojos nuevamente y respiró profundo, pensó en su hermano estando feliz, bromeando con Ten, bailando con Kai, rapeando con Nam, jugando con Tae, siempre observaba cada una de sus acciones cómo su mayor tesoro, en parte porque eso la tranquilizaba en momentos de angustia.

Cuando había decidido aceptar venir a ese lugar y luchar contra esa gente solo pensó en que tendrían una mejor vida de la que llevaban en esa maldita isla, quería salir de allí y era la única solución, pero ahora aunque su vida era mejor en muchos aspectos, vivían bajo la incertidumbre de ser atacados en cualquier momento, y ahora sabía que habían muchas personas fuertes en ese lugar, más de las que suponía y ninguna los querían allí.

Debía idear un plan para escapar de todos, incluidos sus mayores, Tae tenía razón eran unos tiranos que sólo los utilizaban para completar un plan del que no tenían el mayor conocimiento, y debían escapar de ese plan si esperaban sobrevivir.

-Liz- le habló Ten arrodillado frente a ella- voy a buscar comida, quieres algo?- se dio cuenta que ya sólo estaban los dos en el pasillo, sabía que Nam y Kai tenían guardia, y por la ventana del fondo del pasillo supo que ya era de noche y estos seguramente habían ido a cumplir con sus obligaciones.

-¿Donde...?

-Se fueron hace un rato, dieron de alta a los otros dos.

-Ah...

-Te traeré algo, no voy a tardar, sólo aguarda aquí ¿esta bien?

-Si, pregunta a Tae si pudo enviar la carta a Jin.- su amigo asintió y se encaminó por el mismo lugar por él que había salido Tae. Estiró sus piernas y abrazó su propia cintura, hacía un poco de frío pero había soportado temperaturas más bajas, no sería un gran problema.

-¿Aún no despierta?- se sobresaltó ante la pregunta de su némesis de pie a varios metros lejos de ella.

-No estoy de humor pue...

-No vine a molestar- dijo caminando hacía ella y deteniéndose al frente.-Sólo traje esto- le tendió ahora un saco blanco acolchado

-No lo quiero- le respondió mirando a otro lado, ¿porqué recibiría ayuda de alguien cómo él?.

INEFABLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora