Entró al aula con Taeyong pisándole los talones, no miraron si había alguien o no, solo se dirigieron al escritorio en el centro de la clase y cuando casi estuvieron ahí, se dio cuenta que el salón ya estaba lleno de al menos una docena de aprendices, podía reconocer a un par que había visto en la torre, especialmente al alto de rasgos elegantes, también reconoció al moreno que se había pronunciado en la asamblea.
-Lean desde la página 26 de Movimientos cósmicos- dijo sentándose, mientras Tae se mantuvo detrás apoyado en el tablero.
-Aún no vamos por ese tema- le respondió el tipo de la asamblea, estaba poniendo todas sus esperanzas en él.
-Dijo página 26- advirtió su compañero a lo que él moreno frunció el ceño pero obedeció.
El resto lo imitaron, y estuvieron así cerca de media hora, durante ese tiempo observó que habían tres mujeres y un total de una decena de hombres, estaban sentados muy unidos, bastante alejados del escritorio.
-Ya terminé- volvió a hablar el líder
-Vuelve lo a hacer
-Que caso...
-Es que eres sordo?- preguntó Taeyong, sintió como la presión del aire aumentó a su espalda, su amigo estaba emanando considerables cantidades de calor, de su grupo Taeyong era quién tenía menor control del aura, al frente ninguno se había dado cuenta de ello, era una ventaja qué, sólo ellos y los Aristengil sintieran el aura de otros además de la propia.
-No tengo...
-Si tienes, por ello estas aquí, de lo contrario puedes irte.- el moreno se mantuvo en su lugar pero después de un segundo el joven a su lado se levantó y caminó a la puerta, antes de llegar ahí, de su propia mano extrajo un poco de fuego creando un circulo negro que luego arrojaría al rostro del chico que volteó por instinto, sin embargo, antes de que éste llegara a tocar su rostro se detuvo como sabría que ocurriría, se sorprendió un poco de que el joven no se inmutara, tal vez podría divertirse con más de uno.
-Según la regla de creación cósmica ¿porqué mi bola de fuego no le tocó?- hubieron unos pocos murmullos, y vio por el rabillo del ojo como algunos buscaban entre el grueso libro.
-Porque fue creada por ti?- respondió a quién había lanzado la bola.
-Por ti? Más respeto idiota- volvió a reñirlo Taeyong.
-Argumenta.
-Aunque la energía cósmica sea materializada, ésta seguirá sujeta a su núcleo.
-Ejemplifica- él chico le mantuvo la mirada pero con menos confianza, estuvo así durante un par de segundos hasta que a su izquierda alguien carraspeo, llamando su atención.
-Funciona como un satélite, no?- respondió el líder- los satélites se mueven a través de la órbita de un planeta pero esa órbita tiene un campo limitado de atracción, determinado por características del planeta en cuestión.
-Eso es parcialmente correcto, a diferencia de la órbita de un planeta nuestra aura puede ser modificable por decisión propia, en nuestro caso en particular, entre mayor calor...
-Jennie!- Dijo Taeyong llamando la atención de todos en la clase, volteó a mirarlo e hizo un ademán para tranquilizarlo, luego volvió a poner su mirada en la clase.
-Entre mayor calorificación de nuestra aura, mayor alcance tendrá, el aura funciona a su vez a través de la intensidad de nuestras emociones- volvió a crear una bola de fuego del tamaño de su mano y la arrojó a la pared de la derecha, nuevamente se evaporó cuando alcanzo cerca de los dos metros sin estar si quiera cerca de la pared- No estoy ejerciendo ningún tipo de calorificación y mi estado de animo es neutral, ahora Taeyong, quieres hacer los honores- volteó a ver a su amigo quién inmediatamente se despegó del tablero y creó una bola de fuego vintotinto del tamaño de una cabeza y la arrojó al frente, los aprendices alcanzaron a agacharse y pronto las paredes se sacudieron con el choque del fuego contra la pared posterior, dejando algunas cicatrices en ella. -ahora, ¿quién quiere intentarlo?- preguntó sin esperar respuesta, seguramente preferirían mantener bajo secreto su poder, pero para su sorpresa el chico cerca de la puerta aceptó el reto.
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INEFABLES
FanfictionCuatro reinos que vivían en aparente paz se verán amenazados por la llegada de una nueva especie, Jennie, Rose, Jisoo y Lisa, con diferentes orígenes, se verán envueltas en una guerra silenciosa con intereses ajenos que pondrá en riesgo su vida. Es...