INEFABLES

Jennie

El sobresalto de la camioneta le hizo despertar de su siesta, la escasez de árboles le advirtió que ya estaban cerca del castillo, su primo a su lado aún se mantenía dormido, mientras su hermano murmuraba preguntas al conductor, se había mantenido hablando las cinco horas del recorrido, era su primer año y en general estaba aliviada de que hubiera logrado pasar la etapa de preparación BloodLong, la escuela era menos mortal que esta, pero éste año con los intrusos simplemente se sentía más intranquila de lo normal, tenía mucha presión sobre lo que había pasado, la situación entre los de su raza y los otros no era del todo pacífica antes y ahora sólo había empeorado, y lo más grave para su salud mental era que no tendría a Mino para apoyarla como en los últimos diez años.

-Ya llegamos- mencionó su primo, ni siquiera se dio cuenta que estaba despierto.

El castillo se extendió ante sus ojos con un poco de nostalgia, este sería su último año ahí, un par de minutos más se detuvieron, aún debían caminar un poco hasta llegar a los jardines del lugar pero la camioneta era demasiado grande para pasar por los puentes. 

Una vez llegaron comenzaron a buscar a sus amigos, pero se encontró con un rostro que esperaba no ver tan pronto, la intrusa con la que se había enfrentado estaba a unos metros de ellos con tres chicos más, recordaba vagamente a uno de ellos, tenía el cabello negro mucho más corto que la ultima vez y sus ojos grises la miraban sorprendida, tal vez un poco asustada pero no lo suficiente para apartar la miraba, la duda de porqué le había parecido familiar su olor volvió a su mente pero se fue tan rápido cuando escucho a Jackson llamarla, rompió contacto visual con ella y reconoció a su grupo de amigos cerca del exterior de su torre.

-Me gustan los mechones- mencionó Jack cuando estuvieron cerca, automáticamente tocó los mechones delanteros de su cabello mientras su hermano se dirigía al grupo frente a ellos- no tan excéntrico como el cabello de Tae, pero muy bonito.

-Es ella cierto?- preguntó Taeyong omitiendo la alusión a su cabello ahora mitad rojo mitad plateado. Sólo había hablado de su duda con él, Mino y su primo, quien por cierto volvió a cerrar sus ojos cuando se acostó en la hierba, ella misma se sentó entre Taeyong y Jooheon.

-Si, aunque no recuerdo a los otros.

-No me agrada no saber que son ni lo que pueden hacer- respondió Taeyong.

-No necesitas saberlo para aplastarlos- sugirió Jooheon, sacándole la primera sonrisa del día.

-No vamos a aplastar a nadie, su existencia no debe ser asunto nuestro.

-Que afán de quitarle la diversión a todo Yongi- renegó Jackson.

-Nada de esto es divertido, Mino no está con nosotros a causa de ellos- dijo Taeyong mirando a donde se encontraban el grupo que había visto caminar hacia las nuevas cabañas, aunque todos pertenecían a una misma especie además de ella, Taeyong y Jooheon eran los más cercanos a Mino al ser del mismo clan.

-Olvidalo, ya sabes cual es la orden, acercarnos está prohibido- les recordó Chan, como siempre siguiendo en lo posible las reglas.

-Después de lo que les hizo Jen, puede que ellos sean los que se acerquen y diremos que fue en defensa propia- sugirió Taeyong.

-Tengo suficiente con cuidar de mi hermano, no necesito nada más en mi mente- dijo recostandose sobre el regazo de Jooheon mientras veía a su hermano reír junto a Lucas, era la generación más pequeña desde la fundación de la escuela, aunque sólo uno menos que su grupo, y tenía la sensación de que el próximo año serían menos, su raza no era la población más abundante y los sobrevivientes del entrenamiento al que se sometían desde los ocho años no constituía el total de aprendices que ingresaba, ser Bloodlong significaba casi siempre sacrificio, por tu familia, tu tierra y tu nación, al fin y al cabo así habían logrado ser descendientes de dragones, sacrificando su propia sangre.

Pronto se unieron el resto del grupo, Bobby entre ellos, pensó que no hablaría con Yongi, pero él de ojos pequeños era de caracter tranquilo y pronto bromeó sobre la palidez de Yongi. Ambos habían discutido sobre los nuevos, en general incluso con el resto del clan habían muchas diferencias sobre la posición que había tomado el consejo, Yongi siendo futuro rey del clan seguía las leyes de sin rechistar, el mismo Mino la última vez que hablaron parecía reacio a que el grupo se involucrara en una guerra fria contra ellos.

En cambió otros como Bobby y Taeyong que eran hijos de militares, pensaban más en lo que llamaban "el orgullo del guerrero", tu enemigo en la guerra debe estar muerto o no lo habrás vencido, pero el orgullo del guerrero también dictaba seguir a tu superior, y aunque costaba ellos no podían irse en contra de la posición de Yongi.

Su rango sólo era igualado con él de Jackson, también sería rey en su clan, mientras que Jooheon, Chanyeol y ella compartían él ser de la realeza sin ser herederos, así que se mantenían fuera de las disputas políticas.

-Sabes ademas de los raritos a quién sí quiero poner en un ring?-  le susurró Jooheon, para luego señalarle al hombre que custodiado por guardias, pasaba por las grandes puertas del castillo.

-Avisame cuando, quiero verlo suplicar.

...