¿Enemigos?

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-¡JISOO!- Gritó con todas sus fuerzas

-Jen... res tú?- escuchó devuelta inmediatamente, se mantuvo agarrada de la raíz del árbol mientras se acercaba para comunicarse mejor.

-Otra vez?-No se dio cuenta, por segunda vez en el día cuando Taehyung se le acercó.

-¿Que haces aquí? Otra vez siguiéndome?.

-No, yo... estoy buscando a un amigo.

-JENNIE!- gritó ahora más fuerte su prima.

-Estoy aquí! Escúchame, busca las raíces de un árbol.

-Raíces?- Respondió ahora un hombre.

-JIN ERES TÚ?- gritó ahora Taehyung, acercándose demasiado y resbalando en el camino, afortunadamente logró agarrarle a tiempo.

-Ten cuidado tonto!

-Lo siento- dijo colándose a su lado a salvo.

-Jisoo, busca las raíces y ocultate ahí!

-Solo eso?!- le respondió asustada.

-No, espera!- tomó su abrigo y camisa de la escuela y se la quitó, quedando sólo en una sencilla blusa de tirantes negra.

-Que... que, que haces?

-Cubrete con esto, disimulará tu olor.- ignoró al chico, amarró la ropa en una rama y la lanzó en el orificio que se abría de la tierra.

-Escóndete bien! Cómo te enseñé!

-Ven rápido Jen! Tengo miedo.

-Confía en mi! Iré por ti.- se levantó viendo como el hueco se hacía un poco más pequeño en lo ancho, notó que aún le quedaban algunos minutos antes del ocaso así que se apresuró.

-Espera! Dijiste que la ayudarías- le reclamó Taehyung caminando a su lado.

-Eso es lo que haré

-Cómo?

-Es mi asunto, regresa a tu campamento, yo lo resolveré.

-No es que no confíe en que no dejarás a mi amigo ahí adentro, pero por favor déjame dudarlo un momento.

-Entonces regresa allá e intenta resolverlo por tu cuenta, yo utilizaré mis métodos- dijo tratando de acelerar el paso, no le quedaba mucho tiempo y no podía correr con tantas raíces y piedras sueltas, ademas de que debía esquivar otros túneles.

-Tengo la impresión de que tienes una idea de cómo sacarlos de ahí, sólo quiero asegurarme de que vas a sacar a los dos.

-Es mejor que te quedes por fuera de esto, terminarás muerto y Taeyong se enojará por quitarle su oportunidad.

-Hablas mucho de él, te gusta?- ignoró deliberadamente su pregunta porqué por fin había encontrado el gran árbol de hojas de un verde muy oscuro, dio la vuelta a éste y verificó que el sol se estuviera ocultando, faltaban por mucho un minuto para ello. -Porqué nos detenemos?

-Es la entrada a la cueva.

-¿Donde?

- Ahí- le apuntó a la parte baja del tallo, donde desde ya se veían el comienzo de las raíces enredadas- en un momento se abrirán, te lo advierto- lo miró a los ojos, sabía que el hombre era terco y rebelde, no se iría- Sí entras ahí, no saldremos si no hasta la mañana, con suerte vivos, puedes irte ahora pero no quiero lloriqueos si decides entrar.

Cuando el sol dio sus últimos saludos al mar, el árbol comenzó a desenredarse para darles la bienvenida por una abertura por la que tuvieron que arrastrarse, no veían mucho y la superficie era de piedra corroñosa y filosa, de ir en el sentido contrario, tendrían algunas heridas, pronto pudieron seguir el camino de rodillas, iban de bajada por lo que debían sostenerse bien.

INEFABLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora