Pov. Hiccup-Mañana son las estatales. Vaya... Es como si fuera ayer cuando me nombraron capitán del equipo -dije.
-Bueno, en tu caso si fue ayer por qué no recuerdas ni pío lo que pasó este año -respondio mi amigo para que recibiera un almohada en su rostro de parte mío y comenzará a reír.
-Callate anciano, no es gracioso -me quejé para sacar uno de los dibujos en el cajón.
-¿Merida sabe sobre la existencia de esos dibujo? Por qué ahora que los veo, se ven un poco acosadores pensándolo bien -dijo recostandose en mi cama acariciando aquella bola peluda que se recostó justo al lado suyo uniéndose a nosotros.
"Dudo que sea ella realmente"
A medida que los días pasaban, estos sueños se volvían frecuentes y cada vez con escenarios más distintos. Siempre dibujaba la espalda o los atuendos de la chica que aparecía en mis sueños. Pero jamás he visto su rostro. Jack asegura que tiene un parecido espléndido a la pelirroja que me visita toda la semana, pero no lo sé con exactitud.
-Nunca los ha visto. Cuando viene, intento ocultarlos así que no sabe de ellos -entonces suspiré para dejar caer mi cabeza hacia atrás-. ¿Sabes?, creo que realmente es un juego muy malo que me está jugando mi cabeza.
-¿A qué te refieres?
-Cuando estuve en coma, tuve un sueño bastante raro para serte honesto, y en todos ellos salía esta chica que dibujo -saque otro de mis dibujos del cajón para poder observarlo-. Ahora que lo pienso, es algo patético que sea la Merida que conozco. Tal vez solo es un reflejo de lo que viví este año con ella y no recuerdo.
-El sueño que tuviste, ¿es cómo los de las vidas pasadas?
-No sabría decirte, solo recuerdo que estaba en un bosque corriendo detrás de unas luces azules con risas de niños provenientes de ellas. Pero había una sombra que me seguía y siempre corría lejos de mi -entonces levanté el dibujo para poder apreciarlo mejor-. Era ella. Cuando desperté solo escuchaba su dulce voz llamándome a aquella luz de la cual seguí y abrí mis ojos.
-En lo absoluto no puede ser Merida de la chica de la que hablamos, ni en un millón de años ella te dirá algo dulce. Todo lo que sale de sus labios es una ofensa -se quejó mi amigo para comenzar a reír.
-Justamente eso fue lo que pensé -dije para unirme a reír con él y guardar el dibujo en el cajón -, así que mi búsqueda de la chica que escuchó en mi cabeza sigue en pie.
-No tienes todavía la loca idea de que es Astrid, ¿verdad?
-¿Durante todo esté tiempo sigo enamorado de ella?
-Ni te lo imaginas.
Era difícil todavía para mí no saber lo que pasó este año, lo único que se es que soy capitán del equipo de fútbol, sólo eso. Nadie quiere mencionar nada en lo absoluto, tal vez tienen miedo a que me sobresalté pero dudó hacerlo. No es como si hubiera descubierto a la chica de mi cabeza y ahora no recuerdo ni quién es ella.
Mi madre insistió a qué no fuera al partido, el problema es que es el sueño de mi hermano y para nada me lo perdería. Al llegar, noté todo el estadio lleno y varias personas al verme se veían sorprendidas y felices de hacerlo; algunas de ellas no las conocía o bueno, no las recordaba. Entonces noté la presencia de una chica que se encontraba en la parte de inferior de las gradas junto con su novio.
-¡Hiccup! Pensé que nunca llegarías -se quejó al verme.
La pelirroja se levantó para ayudarme a llegar junto a ellos, ya que, durante este tiempo no me he acostumbrado a las muletas. Nos sentamos junto a Tadashi y comenzamos a platicar. La gente se acercaba a mi y me saludaba con tal alegría en sus ojos.
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Mericcup: In My Thoughts
Novela Juvenil[TERMINADA] FRIENDS TO LOVERS Al cumplir los 16 años comienzas a oír los pensamientos de tu alma gemela, lo único malo es que no puedes llegar a interactuar con ella de alguna forma. Y lo único que p...