Capítulo 13. Equivocacion

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Pov. Hiccup

—A ver déjame ver si entendí —comenzó a hablar mi amigo a través del teléfono—. Te topaste con flamitas en el supermercado, le ayudaste con sus compras como ella a las tuyas y de regreso decidiste cargar sus bolsas por qué "No sería muy caballeroso de tu parte" pero al llegar a casa te diste cuenta que tenías sus cosas ¿Entendí bien?

—¿Flamitas? —mencioné confundido.

—Es que ella me dice anciano y yo flamitas, ya sabes por nuestro cabello —explico de una forma sarcástica—. Eso es lo de menos Hiccup, ¿Sabes por lo menos en dónde vive?

—No realmente, así que te marqué para saber si podrías preguntarle a Rapunzel.

—Oh claro, voy a marcarle para después decirle "Oye, hemos estado hablando un largo rato y realmente me gustas pero quiero saber la dirección de tu amiga, ya sabes la pelirroja". No lo creo Hicc, es una pésima idea.

—Oh Jack, por favor.

—Buena suerte campeón, espero que lo soluciones—menciono para después colgarme.

"Gracias por nada"

Me deje caer en la cama soltando un suspiro pensando como devolverle sus cosas, es muy tarde para salir y tocar puertas para saber dónde vive no suena como una buena idea. Así sin más, no me di cuenta en qué momento me quedé dormido.

A la mañana siguiente me arregle para poder ir a buscarla en su casa, pero al momento de abrir la puerta encontré aquellos rizos rebeldes apunto de tocar la puerta para después voltear a verme.

—Ah, hola —me saludo alzando su mano mientras sonreía.

—No pensé volver a verte tan pronto —dije sonriendole.

—De hecho hubo un problema con nuestras bolsas y accidentalmente te quedaste con las mías y yo con las tuyas —explico estirandolas.

—Justamente iba ir a buscarte a tu casa —mencioné sonriendo— ¿Cómo sabes dónde vivo?

—Le dije a Rapunzel si podía preguntarle a Jack, y bueno aquí estoy.

"Traición hermano."

Entonces comencé a escuchar un cascabel bajando por las escaleras asomando ambos ojos verdes captando la atención tanto de la pelirroja como mía, y de un abrir a cerrar ojos ella se encontraba con el gato en brazos acariciándolo.

—No me habías comentado que tenías un gato Haddock —dijo sin separar su mirada del animal.

—Nunca me preguntaste. Parece que le agradas, fue muy difícil que Jack pudiera acercarse a él al principio —mencioné dejando las bolsas en la mesa.

—Es solo que es imposible no amarme —exclamo para sonreírme, entonces me acerque a ella poniendo mi mejilla cerca de su cuello.

"¿Por qué está tan cerca?"

—O será que hueles a hierva gatuna —deduje con una sonrisa victoriosa a lado suyo.

—Okey, okey tu ganas. Es solo que mi gato no puede vivir sin ella.

—¿Tienes un gato?

—Se llama Angus, es un gato Manx y además tengo un perro endemoniado llamado Mord'u, ellos dos no pueden vivir sin molestarse por un momento —dijo sacando una sonrisa de sus labios.

—¿Desde hace cuanto los tienes?

—Rescate a Angus desde que era apenas un bebé, lo encontré regresando a casa en una caja cerca de la basura; y a Mord'u, hace un año lo rescate de una perrera antes de que lo sacrificarán, pareciera que sus antiguos dueños lo golpeaban así que tiene varias cicatrices en el cuerpo. No podría pensar como sería mi vida sin ellos.

—No somos tan diferentes después de todo —dije para recibir una sonrisa de ella.

Pero entonces escuchamos el disparo de una cámara y al voltear a ver de dónde provenía, notamos a un chico albino con su celular.

—¡Jack! ¿Qué haces aquí? —mencioné enojado y con un ligero rubor en mis mejillas.

—Vine ayudarte a buscar la casa de la flamitas, pero veo que ella te encontró primero —dedujo con una sonrisa coqueta.

"Que incómodo"

"Que incómodo"

—Debería irme ahora, mi madre a de estar esperándome con las bolsas —exclamo Merida dejando a Chimuelo en el piso para tomar sus bolsas—. Hasta luego chicos —dijo saliendo por la puerta.

—¿No deseas que te acompañe? —mencioné detrás de ella.

—Tranquilo, se cuidarme sola —exclamo para dedicarme una sonrisa y poder seguir caminando y perderse entre las calles que nos rodeaban.

—Con que, Mérida ¿eh? —dijo mi amigo colocándose aún lado mío con una sonrisa.

—Cállate anciano.

—Cállate anciano

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