Mericcup: In My Thoughts

Capítulo 6. Audiciones de jugadores

Pov. Hiccup

—¿Listo para ver a los nuevos? —me dijo Jack mientras nos dirigíamos a los vestidores para equiparnos con nuestros uniformes.

—Realmente no me siento del todo emocionado. —exclame acomodando mi mochila sobre mi hombre.

En los vestidores, encontramos a nuestros dos amigos; los cuatro dirigimos al equipo, aunque yo soy el capitán. Es por ello que los cuatro tenemos que asistir a estás audiciones para los nuevos integrantes.

—¿Listos para ver a las porristas? —menciono Eugene con una sonrisa divertida para que le arrojará una toalla.

—Deja de pensar solo en eso Fitzherbert, mejor acabemos con esto.

Al salir, encontramos ya a varios chicos calentando en el campo y al vernos todos se colocaron en una fila. Les ordenamos que comenzarán a dar dos vueltas a la cancha para calentar y ver su resistencia.

"¿Hiccup?"

Al escuchar eso, voltee atrás mío y ahí estaba; aquella mirada azul que me volvía loco durante estos años chocando su mirada con la mía. Astrid no podría verse tan perfecta como lo hacía todos los días, me estaba sonriendo.

—Jack, Jack —dije susurrándole para darle un codazo en sus costillas.

—¿Qué sucede Haddock? —pregunto desinteresado ya que sabía a dónde iba mi insistencia.

—No vas a creerlo; Astrid acaba de mencionar mi nombre, bueno no realmente; si no que acaba de pensarme, la oí en mi cabeza.

—Espera, espera ¿Hablamos de la misma chica? Haddock, puede ser pura coincidencia, ¿Cómo sabes que se trataba de ti? Hay demasiados Hiccup's Haddock's en el mundo. —se justificó con obviedad.

Cómo todos los años, las audiciones tanto de porristas como del equipo suceden cosas totalmente absurdas como divertidas. Pero a veces, las personas que llegan a audicionar son demasiado tontas para realizar bien las actividades; en dónde, hay hasta momentos que me doy golpes en la frente intentando entenderlos.

Cada caída o momento absurdo que pasaba, lograba escuchar una carcajada desde las gradas; en una de ellas que intente saber de quién era proveniente un chico pelinegro cayó frente mío de una forma lo bastante graciosa que daba pena. Aquellas risas no paraba de sonar por ello.

"Que chico tan estupido"

"Que chico tan estupido"

Voltee a varios lados, cómo era posible que mi alma gemela pensara lo mismo que yo sí tal vez nosotros no estemos en el mismo lugar, ¿verdad? Es claramente que está cerca... puedo sentirlo. Pero en ello la vi... Ella estaba viéndome con una sonrisa y saludándome, así que no pude evitar realizar el mismo acto. Lo único que viene a mi mente es aquella cabellera rubia y ojos azules, no puedo equivocarme que es ella. No hay forma de que ella no sea mi alma gemela.

Entonces llegó la hora y acabamos, tanto las porristas como nosotros, sobre el fin del entrenamiento, así que las porristas solamente se dedicaron a irse, sin antes voltear a ver a Astrid.

"Es tan hermosa..."

"¿Qué tiene de especial ese sujeto?"

Voltee a ver a mi amigo y él se encontraba platicando con una chica que minutos antes estaba audicionando con las porristas para ser parte de ellas; debo de admitir que es demasiado linda pero tampoco es mi tipo, si no que el de Jack.

Tengo la opción irme sin él, ya que, realmente es algo incómodo estar presente como tu amigo coquetea con las chicas; pero eso no me lo permitiría mi madre. Así que mejor tengo que esperarlo; podría jurar que desde kilómetros puede verse lo incómodo que me encontraba. Jack era aquel chico que podía coquetearle a cuálquier chica sin importar el lugar donde nos encontraramos.

"¿Por qué me hablas?"

Tal vez no debería de ignorar las palabras de Jack, tal vez no necesariamente será Astrid aquella chica que escucho en mi cabeza, pero no puedo pensar que sea otra chica que no sea ella.

Si no es Astrid ¿entonces quien eres?

—¿Qué piensas Haddock? —dijo Jack revolviendo mi cabello atrayendome a él y comenzar a caminar— .Wuacala estás sudado.

—Igual tú anciano —reí de la misma forma mientras revolvia su cabellera.

—Por todos los dioses, creo que ella es la indicada —menciono para que su cuerpo se encontrará en el pasto con una sonrisa de oreja a oreja.

—Aquí vamos. —bufé cruzandome de brazos.

¿Debería?

—Vale, se que lo he dicho con todas las demás; pero si tan solo supieras lo que escucho en mi cabeza sabrías de que te hablo. La forma en la que se expresa, su risa, absolutamente todo de ella. —sus manos buscaban las mías para poder levantarlo de su sueño.

—¿Y si no lo es?

—Bueno... La única manera de poder averiguarlo es besándola ¿no crees? Deberías salir con su amiga, es muy linda. Tal vez ella si es tu alma gemela, no como aquel monstruo que dices que es. —dijo después de darme unos golpes en la espalda para seguir caminando.

Al voltear, a las gradas, ya no había nadie en ellas.

"¿Su amiga?"