Cuarto Relato

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-Sabía que cuando te vi me harías sufrir, me tomarías cual si fuese un juguete.... pero me quedé... me quedé porque creí que si me mantenía a tu lado un día me llegarías a querer así como lo hago yo.

-Estabas equivocado, yo te dije muchas veces que no eras alguien para mi mas que un simple amigo. Aun sabiendo eso, ¿por qué te quedaste?

-Tal vez por idiota, quizás por iluso, en cualquiera de los casos fue por amor. Inclusive ahora, pese a que me estas apuntando con una pistola, me quedare contigo. Juré hacerlo hasta la muerte.... así que por favor, si me vas a matar.... hazlo pronto... así ahorraría demasiado dolor a mi corazón, que siento que está a punto de explotar.

Unos ojos se cruzaron con otros y lagrimas en ambos mostraban un sentimiento de miedo, dolor y desdicha. El silencio reinaba hasta que el sonido de un balazo perpetuo el ambiente y el cuerpo inerte y sin vida de un hombre caía al suelo con una perforación en el cráneo y dejando un pequeño charco de sangre. Poco a poco unos cuantos suspiros fueron escuchándose y finalmente el silencio reino hasta que un grito desgarrador retumbo en las cuatro paredes de esa sala. Cerca de casi 20 minutos fueron utilizados para desahogar un dolor que había nacido a la luz de unas veladoras y que ahora, ante la figura de un cristo viejo de madera empolvado estaba casi por terminar.

-La verdad aun en el fondo de todo si te amaba, pero tenia miedo de lastimarte. Y mira que fui yo quien te quitara la vida... pero no te preocupes, pronto nos veremos.

Miró retadoramente a la figura religiosa que estaba frente a el, siendo el odio y la repugnancia lo que ese rostro reflejaba en su máxima magnificencia.

-Tu eres el que ha causado tanto dolor en mi vida. pero tranquilo viejo, el infierno me esperará, así que no te apures, recibiré mi castigo con todo placer.

Y sin mas premura puso la boca de la pistola en su sien y detonándola termino con el dolor de un amor frustrado e imposible...

Un amor que simplemente era... ilógico, ya que, en un mundo donde la mente es cerrada, ¿Cómo podría surgir y ser aceptado un amor entre... dos hombre??

Relatos Amargos de un Café sin AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora