Harry vivió una mentira, lo traicionaron, lo perdió todo solo tiene aquel giratiempos que le dio el antes de morir, siente su alma desvanecerse sin el, el era su alma gemela, toma una bocanada de aire y gira, escucha pasos apresurados pero ya era ta...
A la mañana siguiente despertó con un dolor de caderas, el sol entraba por la ventana, no sabia que horas eran, su cuerpo se sentía cansado y su garganta un poco seca, al mirar al lado de la cama pudo ver a un Draco dormido, sus recuerdos de la noche volvieron a el, se sonrojo fuertemente lo había hecho no se cuantas veces, creo que perdió la cuenta en el ráun cinco.
Se puso de pie como podía aunque era un poco difícil ya que le dolía todo, tomo una poción para el dolor y se encaminó a la ducha, lleno la tina con agua tibia para relajar sus músculos, se miro al espejo y pudo ver marcas en su cuello, pecho, caderas y muslos, Draco lo había marcado en todas partes, dejo de verse en el espejo para entrar a la tina.
Al salir de esta todavía estaba en su forma real, se puso una blusa blanca y una sudadera corta color negro, un pantalón negro pegado que le hacía lucir sus piernas como sus caderas, se cepillo el cabello, las diez colas y sus orejas, escucho movimiento en la cama miro atravez del espejo y río suavemente al ver a Draco buscarlo con la mano en la cama.
— Despierta dormilón, ya es de día– bromeó alegremente.
— Buenos días a ti también amor– contesto con una sonrisa.
Harry camino hacia Draco y le dio un beso, le sugiero tomar un baño, el revisaría algunas cosas, Draco hacepto y entro al baño, Harry al estar solo reviso el periódico, sonrio con dulzura muy pronto ellos dejarían de respirar.
Al salir Draco, Harry sonrió lo abrazó y besó, Draco aceptó su beso e intensificó este, al separarse Harry sonrio genuinamente, Draco pensó en ese momento que se veía hermoso, Harry volvió a su falsa apariencia, entre juegos y bromas fueron a la cocina para desayunar tranquilos, Draco solo podía pensar que era muy afortunado por tener a Harry con sigo.
Los que lo veían pasar no podían creer que aquel que asesino y río con locura e hijo del señor tenebroso podría ser tan hermoso y reír tan inocentemente no parecía la misma persona, al llegar a la cocina, Harry se puso un delantal y empezó a cocinar, Draco y Harry hablaban en lo que Harry cocinaba.
Desayunaron con gusto entre risas y bromas, Harry miró a Draco riendo y pudo sentir como el tiempo se detenía, recuerdos de el en la cabaña llegaron asu mente y sonrio con nostalgia, cada mañana era igual, él y Draco riendo y jugando mientras cocinaban y comían juntos.
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Tom buscaba a su hijo junto con Severus y Lucius, lo buscaron hasta que se toparon con Theo, Blaise y los gemelos, que también lo ayudaron a buscarlo, hasta que escucharon unas risas provenientes de la cocina, al entrar se sorprendieron de que Draco y Harry reían tan alegremente, Tom solo pudo pensar que su hijo se veía tan bien con una sonrisa en su rostro, por otro lado Lucius estaba sorprendido de que su hijo reía, él no lo había visto reír desde que era un niño.
Harry al sentir las presencias de los demás dejó de reír para ponerse de pie, le dio un beso en la mejilla a Draco y le susurró un "tu padre esta aquí", para después desaparecer de la vista de los demás, Tom no tuvo tiempo de detenerlo, Harry ya estaba lo suficientemente lejos de la cocina.
Recorrió la mansión ya que estaba un poco aburrido, pero aún no quería hablar con su padre ya que este pediría respuestas y él por el contrato no podría negarse las, así que mejor evitaba entablar una conversación con el y así evitar que el le hiciera esas preguntas.
Salio al jardín y pudo ver que en el centro había una silla columpio lo bastante grande para que alguien mayor pudiera acostarse, como también que lo rodeaba unos rosales increíblemente bellos, Harry se sentó y sintió una gran paz, sus ojos se cerraron un momento.
A lo lejos podía escuchar una leve melodía sonar y una suave voz de alguien cantar, se sumergió en aquel ¿sueño?, no estaba muy seguro, al hacerlo estaba en un cuarto adornado por estrellas y constelaciones, y ahí pudo verlo, un hombre de cabellos alborotados color azabache y unos ojos color avellana oscuros que eran hermosos, usaba uno lentes que lo hacían lucir adorable.
(Use la música de arriba como inspiración)
Su aura era cálida, sus brazos eran cálidos, en ese momento Harry se sintió en paz y deseo quedarse en aquellos brazos que eran de su papá, Harry podía escucharlo cantar, el era un bebé, James lo mecia suavemente.
— Oh amor, Nadie te va a hacer daño, amor Voy a darte todo mi amor Nadie me importa más que tú– pegó sus frentes y sonrio — Tu vida no será como la mía Vas a crecer y a tener una buena vida Voy a hacer lo que tenga que hacer– era como una promesa — Así que duérmete bebé, duérmete Yo te meceré Duérmete bebé, no llores Alguien te tiene Así que duérmete bebé, duérmete Yo te meceré Duérmete bebé, no llores– sonrió cálidamente.
Harry al escuchar esas palabras sabía que está a salvo, esos brazos tan cálidos sabía que hay era su hogar su refugio.
— Mi niño, me prometes que amaras a papá y a tu padre no importa lo que pase– levantó el meñique y sonrio.
Harry bebé tomo el meñique de James con su mano sonriendo alegremente y James se sorprendió como también le dio ternura, James sonrió y unas cuantas lágrimas caían de sus ojos.
— Soy muy feliz de tenerte Hadrian– le miro con una sonrisa y lágrimas cayendo de sus ojos.
Harry abrió los ojos de golpe, estaba acostado en la silla, sintió sus mejillas mojadas estaba llorando, eso ¿había sido un recuerdo?, y si así lo era se sentía feliz y a la vez triste se sentó bien y miró los rosales.
Tom llegó al jardín junto con los demás y pudieron escuchar un suave murmullo de alguien, era como si cantara una melodía, por lo que se acercaron.
— Oh amor Nadie te va a hacer daño, amor Voy a darte todo mi amor Nadie me importa más que tú– cantó suavemente cerrando los ojos, para recordar otra vez aque recuerdo y aquellos brazos cálidos — Tu vida no será como la mía Vas a crecer y a tener una buena vida Voy a hacer lo que tenga que hacer– prometió mirando el cielo — Así que duérmete bebé, duérmete Yo te meceré Duérmete bebé, no llores Alguien te tiene Así que duérmete bebé, duérmete Yo te meceré Duérmete bebé, no llores– se puso de pie y tomó una rosa y la transformaba en un pájaro.
Tom se acercó esta vez no le daría la oportunidad de huir.
