Las clases ya habían empezado, se podía ver al castillo brillar de vida y esperanza, sonrió al verlo todo lo que había hecho hasta hora había servido, si podía ver esta hermosa vista, se adentró en aquellos pasillos, al llegar al comedor se sentó apartado de todos, con su falsa apariencia y su venda, pero con aquella venda podía ver mejor que todos los presentes
Harry pudo ver como entraban, Draco junto a los gemelos y sus amigos, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, Draco lo miró y sonrió aunque su sonrisa duró poco, todos miraban a Harry ya que en los periódicos del profeta se podían leer como mataron a alguien cerca de el, Harry solo bajo la mirada, todos supieron que eso le había afectado y apartaron la mirada, aunque si no lo hubieran echo, hubieran visto la sonrisa que se formó en sus labios.
La ceremonia de apertura del año pasó sin muchos problemas, pero lo que le sorprendió aunque no lo mostrara fue ver a su padre ser el nuevo maestro de defensa contra las artes oscuras, Dumbledore se podía ver desesperado ya que su mejor comodín había sido asesinada y el único escuadrón que lo seguía ciegamente había sido igualmente masacrado, todas sus piezas estaban cayendo y aún no tenía a él mocoso bajo su dominio.
Harry al ver el remolino de emociones solo pudo sonreír de pura felicidad, muy pronto su mirada cambiaría a una pura de desesperación, ah estaba tan emocionado, miró hacia donde se encontraba Ronald, a también se había divertido con el, ahora lo seguiría como un perro fiel en busca de su amor, aún recuerda sus hermosos gritos de desesperación.
A la mañana siguiente tocaba clases de defensa contra las artes oscuras, Harry puso su mejor sonrisa y camino hacia esa clase, su padre se presentó asia toda la clase, las chichas suspiraban por él, Harry no le prestaba mucha atención ya que estaba pensando en sus próximo movimiento, que sería mejor golpear de frente o mejor llegar por las sombras a tenia otro método tal vez podría servir, con todo eso pensado, tomo sus cosas para salir.— Señor Potter no puede salir así, estamos en clase– recordó serio.
— Lo se profesor pero no es hora de pasar a lo práctico y creo que no podría hacerla por mi condición– bajo la mirada apenado — Además tengo que hablar con el profesor Dumbledore sobre mi posible cambio de casa– su voz sonaba un poco quebrada.
Todos jadearon sorprendidos, Tom lo miró sorprendido.
— Es que acaso ¿usted quiere cambiar de casa?– preguntó seriamente.
— No, pero el profesor Dumbledore piensa que sería lo mejor para mi– informo tristemente.
Harry no espero más y salió rumbo asia la oficina de Dumbledore era cierto que iría hacia Dumbledore, pero jamás pensaba cambiarse de casa, una pequeña mentira a su padre, al no haber nadie en los pasillos corrió libremente, pasando por los pasillos secretos, invoco una de sus sombras y le pidió que buscara la diadema de Ravenclaw.
La sombra hizo lo pedido, Harry siguió con su camino, gracias a que era el heredero de Hogwarts pudo entrar a la oficina, Dumbledore no estaba eso era perfecto, los cuadros lo miraban seriamente, pero con un movimiento de muñeca los desapareció, Harry se sacó la venda y camino hacia el escritorio pudo ver los dulces de limón, los cambio por unos especiales, cualquiera diría que son dulces normales, pero su secreto que ya hacía en su interior los hacía diferentes.
Busco en toda la oficina hasta que lo encontró, pudo sentir la magia débil, tenía que moverse ya, no había tiempo, utilizando un hechizo de alto nivel desapareció la pared y hay lo pudo ver, su corazón se detuvo por un momento al ver el estado en el que estaba, lo sacó de inmediato, utilizó otro hechizo y lo convirtió en una piedra preciosa que puso en una gargantilla, la piedra era de un color café oscuro.
Saco un hueso, carne y unas piedras cafés, formó un pentagrama con símbolos del antiguo latín se cortó un poco de pelo y la muñeca y recitó en un canto distorsionado.
— Magia que rebosas de piedad, oscura y nubosa que nublas el juicio de aquellos que tienen el Alma podrida, escúchame y haz que la sangre, pelo, piedra, carne y hueso se funcionen en uno solo y formen la marioneta perfecta, que proteja a aquel que es mi carne y sangre de mi sangre, formando al ser a mi servicio– al pronunciar las palabras sus ojos se tornaron negros con la pupila roja su magia gris entro en aquellos objetos formando a un humano, exactamente igual que él solo que con clara diferencias.
Limpio todo y puso el cuerpo en donde anteriormente estaba el otro, volvió todo a la normalidad se puso la venda en los ojos y salió tranquilamente, miró que nadie viniera y camino a su siguiente clase, Harry estaba con el corazón al mil por hora, quería correr para poder llegar rápidamente a su habitación, pero no podía ya que sospecharian.
Tom estaba preocupado por su hijo ya que Dumbledore podría cambiarlo de casa y no podría protegerlo, en Slytherin estaba protegido ya que podía estar con él de lejos, pero podría estar con él y si se va a otra casa sería más difícil verlo, no permitiría eso, les pidió a los alumnos que contestaran un cuestionario de más de 150 preguntas en lo que él salía por un momento.Camino por los pasillos de Hogwarts mirando hacia donde ir, se encontró con Severus y le pidió que lo guiarla hacia la oficina de Dumbledore, Severus obedeció su petición y lo guió lo más rápido que pudo.
Al llegar se detuvieron ya que pudieron ver a Harry salir, Tom lo observó y pudo ver que en su cuello había una gargantilla con una piedra preciosa de color café oscuro, esa piedra le hizo recordar a alguien que hizo que su corazón saltara y a la vez le doliera.
Pero el no recordaba que su hijo portara esa gargantilla, eso le hizo sospechar de que algo le había hecho la cabara loca, así que subieron y al entrar a la oficina se sorprendieron de que no hubiera nadie, entonces que demonios estaba pasando aquí, Tom le ordenó a Severus que vigilara a Harry más de cerca y cualquier anomalía se la informara.
Algo raro estaba pasando y el quería saberlo, al salir de la oficina, Tom juraría haber visto una sombra negra con la diadema de Ravenclaw, parecía buscar algo o más específico a alguien, la sombra al verlo sonrió tetricamente, dejo la diadema a sus pies y desapareció.
Severus miró la diadema y a su señor, la mirada de Tom era de incredulidad puro, acaso su hijo tenía acceso a él mundo de las sombras y si era así, tenía que moverse rápido y salvarlo, ya que si seguía usando ese poder su alma sería consumida por las sombras.
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Por Ti Regresaría.
Fiksi PenggemarHarry vivió una mentira, lo traicionaron, lo perdió todo solo tiene aquel giratiempos que le dio el antes de morir, siente su alma desvanecerse sin el, el era su alma gemela, toma una bocanada de aire y gira, escucha pasos apresurados pero ya era ta...