[ R E D : mafia game ] Kunyang;Jaeyong;Luwoo

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[ ♤ ojitos tristes pt1 ♤ ]

Te amo, eso había dicho Yoonoh y Taeyong pensó que fue un idiota por decirlo. Sólo lo había abrazado por las emociones del momento, no porque lo quisiera en realidad.

Decir que no disfrutaba de los besos o las caricias que Yoonoh le daba era una completa mentira. Le gustaba, pero no porque fuera Yoonoh quien se los daba, sino porque tenía hormonas y ojos para darse cuenta que el pelirosa era hermoso, físicamente hablando.

La actitud de Yoonoh con él era muy rara, Taeyong pensaba que era un maldito bipolar, Yoonoh podría estar besandolo con todo el cariño del mundo y al segundo ya estaría recordándole que sin él no era nada y que le debía mucho por ayudarlo desde que eran adolecentes.

Todo el tiempo que pasó en esa casa reflexionó sobre lo que sentía por Yoonoh, comprendió que nada de lo que habían vivido él y su madre era culpa de Yoonoh, sino del padre de este. Darse cuenta de eso y aceptar que Yoonoh sí lo había ayudado en cada oportunidad le había costado muchísimo, su ego era demasiado frágil y admitir algo como eso casi lo hizo llorar.

No odiaba a Yoonoh, le caía un poco mal y sólo a veces era soportable, pero nada más que eso, no lo quería, no lo amaba y no sentía empatía por él. No eran amigos, no eran pareja, ni siquiera podía decir que eran conocidos, porque en realidad era un rehén en esa casa y Yoonoh su secuestrador.

En ocaciones, se sentía un poco mal por el pelirosa, el señor Jung había sido un bastardo con su propio hijo y había transmitido todo su odio a él, le había enseñado a odiar y a ser temido.
Yoonoh era como su padre, un bastardo asesino con tanto dinero que podía hacer que cualquiera se arrodillara ante él.

Sentía lastima por Yoonoh porque recordaba como era de niño; un pequeño dulce y regordete que siempre lo abrazaba para dormir y le pedía que le enseñara a leer.

Extrañaba al antiguo Yoonoh, extrañaba ser la cuchara grande y contar las estrellas junto a él.

Extrañaba a Jungwoo y su forma tan suave de hacer y pedir las cosas. Extrañaba enseñarle a Yangyang a patear traseros e inventar insultos ingeniosos, y también extrañaba a Wooyun aún que no le agradara al niño.

Extrañaba a su familia. Extrañaba a su madre.

Otra vez pensando en cosas tristes, se dijo a sí mismo y trató de llenar su mente con otros pensamientos.

Pensó en el beso de hace unos días y se dijo a sí mismo que no debió haberlo hecho. Se arrepentía un poco.

No había besado a Yoonoh para conseguir algo o para tratar de manipularlo más tarde, lo había hecho porque estaban tan cerca y se sentía tan triste, y Yoonoh lo quería así que pensó que eso lo haría sentir bien.

A nivel hormonal se sintió bastante bien, a nivel sentimental se sintió culpable por jugar con los sentimientos del idiota.
Esa noche durmió bastante triste por eso y por todo en general. Porque no podía ayudar a Jungwoo y mucho menos a Yangyang, y porque ya estaba cansado de ver los ojitos tristes de Doyoung.

Ah, Doyoung.

El pobre parecía más muerto que vivo, deambulaba por la casa como alma en pena y siempre era arrastrado por Johnny a todos lados.

Johnny bastardo egoísta, pensó con rabia.

Era triste pensar que no podía ayudar a nadie a su alrededor, no es como si pudiera sacar a Doyoung de esa casa y ocultarse de John y Yoonoh.
Bueno, sí podían, pero Taeyong quería asegurarse que el pelirosa cumpliera su palabra y ayudara a Jungwoo, después de eso se iría con dinero robado y le propondría a Doyoung irse juntos.