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[ ♤ hasta el último aliento pt3 ♤ ]

Chenle corría con la mochila golpeando su espalda constantemente y Jungwoo mantenía oculto a Wooyun entre su ropa.
Ambos estaban exhaustos, la noche ya había caído y el frío era insoportable, el chino apenas podía seguir corriendo, luchaba por no quedarse atrás y permanecer junto al mayor.

Jungwoo tomó a Chenle del brazo y lo mantuvo a su lado, ayudándole para que no se quedase atrás, sus pasos golpeaban el frío cemento y en varias ocasiones estuvieron a punto de caer.

Kim no podía ver nada, la oscuridad se lo impedía, pero escuchaba con mucha claridad que los estaban siguiendo, y si paraban los encontrarían.

Wooyun miraba todo en silencio, sin entender lo que pasaba a su alrededor. Jungwoo agradecía eso, no quería que el pequeño estuviera asustado.

Corrieron por media hora, quizás más, no lo sabían con exactitud. El teléfono descartable se les había perdido entre tanta corrida, no podían llamar a nadie ni pedir ayuda a Taeyong, lo único que les quedaba por hacer era llegar al punto de encuentro lo más rápido posible.

De repente se vieron perdidos, no sabían por donde seguir y las casas de aquel vecindario no se les hacían conocidas. Pararon unos segundos sólo para darse cuenta que no sabían por donde ir, la desesperación empezó a atacar todo su cuerpo y tembló de miedo.

Podía escuchar los pasos acercarse cada vez más a ellos y lo único que se le ocurrió en ese momento, fue agarrar a Chenle y ocultarse tras un auto, esperando y rogando para que nadie se diera cuanta que ellos estaban ahí.
Los pasos se escucharon demasiado cerca, y Jungwoo aguantó la respiración porque creía que así tenían más chances de no ser encontrados.

Se mantuvieron quietos y en silencio durante diez minutos, nada se escuchaba cerca de ellos y aquellas personas que los perseguían ya habían pasado el auto sin percatarse de que ellos se ocultaban ahí.

Chenle acarició el brazo de su mayor para transmitirle tranquilidad, le dijo que ya era seguro salir y después de convencerlo durante cinco minutos, Jungwoo decidió salir de detrás del auto y comenzar a caminar.

Ambos caminaron en silencio durante unos minutos, disfrutando del silencio de la noche y de la sensación de estar solos y fuera de peligro.
El castaño observó a Wooyun dormirse en su pecho, el niño mantenía un puchero en sus labios y respiraba tranquilamente.

Chenle tomó la mano libre del mayor y se acercó a él para apoyar su cabecita en el hombro del más alto, Jungwoo no dijo nada y sonrió en silencio, disfrutó el calor del menor y se tranquilizó un poco más.

El silencio no era aterrador, Jungwoo no lo tomaba así, se sentía bien estar en completo silencio después de escuchar a personas persiguiendolos.
Tampoco era un silencio incómodo, era uno acogedor, placentero y tranquilizador.

A Jungwoo siempre le gustaron los silencios, cuando vivía con su padre todo era insultos y risas escandalosas por parte del hombre borracho, y cuando vivía con Seola, lo único que escuchaba eran gritos, golpes, cosas rompiéndose y el horrible llanto de su hermana mayor.
Durante su adolescencia, Jungwoo siempre anheló algo de silencio, en casa de su padre, en casa de su hermana y también quería silenciar su mente.

Así que sí, Jungwoo amaba los silencios.

Pero ese silencio fue interrumpido por la voz de Chenle.

[ R E D : mafia game ] Kunyang;Jaeyong;Luwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora