21 La primera carta

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E D M O N D

¿Cómo se comienza una carta? ¿Qué es lo primero que le dices a alguien que amas?

Siempre fui muy inseguro acerca de mis escritos, ni siquiera mi mejor amiga, es decir mi madre, supo que en algún momento se me había cruzado la idea de empezar dentro de la escritura. Mi pasatiempo ya no sólo sería leer, sino, crear nuevos textos literarios que algún día llegasen a alguien. Que sea yo quien lograse derramar lágrimas, formar sonrisas o incluso emerger un enojo inconsolable por algo que yo mismo creé. Experimentar emociones con sólo un libro. Uno que un don nadie compuso de sus pensamientos y emociones.

Así, surgido de la melancolía y envuelto en el desánimo, me volví en uno de los cientos de escritores anónimos que posiblemente nunca lograrían ver la luz.

Empecé a escribir. Cree mundos, personas y destinos. Encontré un poco de mí en cada uno de los personajes a los que le daba vida. Inició así, un desahogo nacido de la falta de interés. Nadie se detenía a escucharme y comencé a entretenerme dentro de mi propia soledad.

No quiero ser el mozo que viste en aquella cafetería, tampoco el fotógrafo que oíste hablar con las palomas. Quiero ser alguien, no solamente el hijo de tal.

Querida Lohane...

No, muy formal. Odia la formalidad.

Loha, estúpida Loha.

¿Muy directo?

∘◦༺ ★ ༻◦∘

Esta carta está destinada para el 1 de Diciembre, dentro de dos años. Ya estarás graduada, para ese entonces ya me habrás olvidado casi por completo, posiblemente viviendo en alguna ciudad lejana a este pueblucho colmado de vejestorios incapaces de entender tu libertad. Prometes un futuro autosuficiente, cosa que puede llegar a molestar a más de un hombre adulto. Desayunarás waffles en caja sin siquiera meterlos al tostador porque te da miedo el terminar electrocutada, claramente, echándole la culpa a caminar descalza por donde quiera que vayas.
Siendo sincero, no llevo contado el tiempo que llevamos conociéndonos, posiblemente ya son más de cuatro meses de haberte sacado la paciencia en la primera biblioteca que pisé al llegar a Fresno. Ojalá haberte conocido antes o después, en otro momento, en una mejor etapa de nuestras vidas.

No sabes cuanto me arrepiento de no poder protegerte del dolor que sientes cada mañana al despertar. Pero de haberte conocido años antes, yo estaría tras las rejas por algún cargo de pedofilia. A veces me sorprende tenerte tanto aprecio, extrañamente evito pensarte de una forma sexual. N̶o̶ ̶m̶e̶ ̶m̶a̶l̶i̶n̶t̶e̶r̶p̶r̶e̶t̶e̶s̶, ̶c̶l̶a̶r̶a̶m̶e̶n̶t̶e̶ ̶m̶e̶ ̶g̶u̶s̶t̶a̶r̶í̶a̶, ̶y̶ ̶n̶o̶ ̶e̶n̶t̶r̶a̶r̶é̶ ̶e̶n̶ ̶d̶e̶t̶a̶l̶l̶e̶s̶ ̶t̶a̶m̶p̶o̶c̶o̶.
Es desastroso lo fácil que me desvío del tema, nunca me costó escribir, expresarme bien y todo lo que acompaña a esta actividad. Sin embargo, hacer esta carta para ti, pensándote con más profundidad y cariño, es devastador.

∘◦༺ ★ ༻◦∘

Me da miedo morir, soy el vivo (o no tan vivo) cliché del hombre que se integra a tu vida sin un sentido aparente, intenta ayudarte, y desaparece en una literaria y cruel muerte. Soy el personaje que nunca tuvo suerte desde el momento de su creación, porque al final de la historia, en su final estará escrita la muerte. Soy desechable. Me recuerda bastante a mí en términos de escritor; cuando no sabía darle un final feliz a las historias, un cierre sublime que te llenara por completo, tomaba el camino más fácil y emocional, lo finalizaba con la crudeza de una pérdida. No te llenaba leerlo, te generaba vacío. Un desgraciado que terminó con el mismo destino que sus desdichados personajes.

Aquella vez que dormí junto a ti, solucioné ese vacío de un escritor atormentado, duró poco, pero ahí estuvo. Esa noche, cuando no podía dormir, tuve la dicha de encontrarme (para no mencionar que prácticamente hurgué en tu intimidad) con algunos escritos hechos con lápiz y papel. Ese día fue cuando más me enamoré de ti. Eres mi versión más astuta.

Escribe un libro por mí, Lohane. Te lo pido. No quiero ser una sombra que te torture por medio de cartas que alguna vez hice para ti. Quiero que hagas lo que yo no pude hacer a falta de tiempo, a falta de haber conocido al amor de mi vida en un momento de estabilidad.

Hazme inmortal en tus recuerdos, en los recuerdos de quienes algún día te leerán.
Usa el potencial que nunca nadie notó. No eres alguien sin talento, tu creatividad y sarcástica forma de expresar las palabras algún día te llevarán lejos. No tengas miedo.

Te amo, Lohane Bouchard.

DECHART, EDMOND.
primera carta.

Volví, y no es como si me sintiera mejor para hacerlo, pero realmente tengo una exagerada necesidad por escribir

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Volví, y no es como si me sintiera mejor para hacerlo, pero realmente tengo una exagerada necesidad por escribir.
Mi problema no es la falta de inspiración o una tristeza que me pese  sobre los hombros, sino, que Adiós, Extraño, es mi verdadero problema. Ya he hablado de esto por lo cual no daré mucho contexto, aún así, haré lo que sea necesario para terminar con esta obra y obligarla a que deje de atormentarme como lo ha hecho hasta ahora.

Los amo, gracias por seguir leyéndome. El sol siempre saldrá al terminar la noche.

Adiós, extraño ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora