Mi familia pensó que al encontrarme todos nuestros problemas se habían solucionado. Yo también quería creerlo pero no era más que una tonta mentira que todos nos decíamos. Yo ya no era la misma Katrina Miller de antes y por más que intentara ocultar mi nuevo yo terminó saliendo a la luz. Dicen que para que salga el arcoiris antes debe haber lluvia, pues eso me pasó a mí, porque a pesar de todos mis nuevos conflictos el amor me salvó, se convirtió en mi arcoiris, así como Eliot se convirtió en un dulce deseo que ame con locura.