Algunas veces, ser heredero de la corona, regir todo un país y tener miles de responsabilidades a tu cargo, no es como lo pintan las películas. Para el joven futuro rey no era un cuento de hadas, tampoco. Especialmente por que, para lograr su ascenso, era necesaria hacer la única cosa por la que nunca tuvo un atisbo de interés: contraer matrimonio. Una historia de amor de Park Jisung y su prometido, de cuya unión depende la corona de Park.