Ambos yacían acostados sobre sus chaquetas mientras se acurrucaba el uno contra el otro y miraban pacíficamente el techo del establo.
- ¿Entonces cuáles son los planes? – interrogó el mayor, llamando la atención del otro.
- Te encanta arruinar mi paz – suspiró – tengo que volver a mi país y fijar la fecha de mi coronación a la brevedad posible –
- ¿Después? –
- Alcánzame cuando puedas – encontró sus ojos – tan pronto y lo hayas hablado con tu hermano –
- No se supone que sea yo quien lo haga – besó la punta de su nariz – hazme un favor y compórtate de acuerdo al protocolo –
- ¿Quieres que participe en una tediosa ceremonia de bendición? –
- Más merezco – asintió.
- Ya lo sé – concordó, apoyándose sobre su codo – nos casaremos luego de ello, ¿estás de acuerdo? –
- Sí lo estoy – acarició su mejilla - ¿puedo pedirte un favor? –
- Todo depende de las condiciones –
- Necesito que lo hagas, si no creo que voy a perder los escrúpulos –
- Suena como una amenaza –
- No lo es tanto – resopló una risa – necesito que despidas a tu profesor de tiro con arco –
El menor jadeó impresionado antes de sonreírle a su prometido.
- No voy a hacer eso – dijo comenzando a recorrer la yema de sus dedos perezosamente por su cabello – de hecho lo invité a la boda –
- Pero le gustas –
El rey se contuvo de soltar cualquier indiscreción.
Antes de conocer a Jeno, él habría jurado que lo más cercano que había tenido a un enamoramiento, por más platónico que hubiese sido, había sido precisamente con su instructor.
Las cosas habían cambiado, sin embargo.
Mas no estaba dispuesto a cumplir con dicha petición.
No tratándose de su amigo.
- No voy a hacerlo –
- Jisung... -
- Lo siento. Es mi última palabra –
El mayor tomó su mano y la besó antes de colocarla sobre su pecho.
- Está bien – sonrió – yo voy a despedirlo –
- ¿Por qué estás siendo tan infantil? – se quejó, incorporándose para comenzar a vestirse – te dije que no lo haría, y tampoco vas a hacerlo tú –
- ¿Acaso eres ciego? –
- No importa nada de ello porque mi amor y lealtad te pertenecen – se levantó completamente - ¿puedes intentar creerme? –
- Ponte en mi lugar –
- No lo entiendes –
- Tú no lo entiendes – se levantó también – crees que esto de trata de ti, pero se trata de mí y el cómo me siento cuando lo miras – hizo una mueca – se me revuelve el estómago sólo de recordar el día en que los vi –
- Dios – negó irritado – Jeno, necesito que te convenzas a ti mismo de esto: él es mi mejor amigo y yo no lo veo de otra forma –
- Pero él lo hace, Jisung. Y francamente no sé cómo es que no te entra en la cabeza... -
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Kingdom
FanfictionAlgunas veces, ser heredero de la corona, regir todo un país y tener miles de responsabilidades a tu cargo, no es como lo pintan las películas. Para el joven futuro rey no era un cuento de hadas, tampoco. Especialmente por que, para lograr su asce...