Miró nuevamente hacia la puerta del castillo, encontrando al sonriente joven que se dirigía hacia él a pasos apresurados.
- Majestad – se inclinó levemente – pensé que pospondría nuestra reunión –
- No haría algo como eso – tomó su mano para ofrecerle un apretón – es bueno tenerte por aquí –
- Sí, bueno – se encogió de hombros – pensé lo contrario. Tomaste mucho tiempo. Me estabas espiando por tu ventana ¿no es así? –
- Eso sólo pasa en tus mejores sueños –
- Voy a concederte eso – señaló el camino – por favor –
- ¿Sabes algo? – comentó adelantándose un par de pasos – por momentos tengo sospechas sobre tus preferencias por el jardín privado para nuestros entrenamientos –
- ¿Sospechas? –
- Sí – entró en el lugar – presiento que tienes alguna clase de enamoramiento conmigo, y tus intenciones son algo... sucias –
- Presiente que temo que dañes a alguien de tu personal de no ser por las densas paredes de arbustos que hay aquí. Por favor, te invito –
- Que aburrido eres – lo empujó ligeramente – pero a mí también me gusta más. Podemos ser más familiares aquí –
- Ya sé – le extendió su arco – toma, compré éste recientemente y necesito que lo pruebes –
- ¿Quieres que sea tu conejillo de indias? – admiró el objeto entre sus manos – se ve bien –
- Obviamente no conseguí cualquier cosa. Soy un profesional –
- Soy un profesional – imitó con voz aguda – vamos a probar este bebé –
Después de infalibles tiros hechos por el par, comenzaron a reunir sus municiones para iniciar con una satisfactoria segunda ronda.
- Escuché que estuviste en un viaje – comentó casualmente.
- Sí – hizo una mueca – con mi prometido – alzó las cejas – suena raro ¿no? Pero estoy comprometido –
El profesor asintió en silencio y caminó nuevamente hacia el lado opuesto.
- No lo sabía –
- No es oficial todavía – lo siguió - ¿por qué? ¿te molesta no ser tú? –
- No tanto – rió – de todos modos no habría podido tenerte – bromeó.
- Tal vez pudiste, si mi hermano hubiera aceptado el estúpido puesto –
- Auch – negó – es algo importante, no lo digas así –
- Te lo regalo – murmuró apuntando.
Extendió su flecha y suspiró profundo.
- Tu postura –
- Está bien –
- No lo está – se acercó.
El mayor se colocó tras él para levantar gentilmente su codo, y alcanzar su mano para alzarla un poco.
Usó su pie para separar sus piernas, y sus manos para empujar su cadera.
- Así está bien – susurró en su oído.
- Sicheng – respondió igual de bajo - estás muy cerca –
- ¿Te molesta? –
- No sé – sonrió – no, no lo hace –
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Kingdom
FanfictionAlgunas veces, ser heredero de la corona, regir todo un país y tener miles de responsabilidades a tu cargo, no es como lo pintan las películas. Para el joven futuro rey no era un cuento de hadas, tampoco. Especialmente por que, para lograr su asce...