Jaehyun mantenía una postura firme mientras su empleado ataba su corbata con cuidado.
Su mente y corazón estaban llenos de sentimientos deseando ser expresados, pero tuvo que contenerse de ello.
Sonrió tranquilo antes de bajar sus ojos hacia los temblorosos dedos del joven y tomar sus manos entre las suyas, llevándolas a sus labios para besarlas con cuidado.
- Va a estar bien, mi amor – susurró, tratando de encontrar su mirada – no te preocupes, todo va a estar bien –
El joven, quien se había mantenido abatido por el llanto durante todo ese tiempo, asintió mientras sorbía su nariz.
- Voy a tratar de encontrar una prórroga – sostuvo su barbilla con sus dedos – buscaré aplazar el matrimonio tanto como me sea posible –
- ¿Y qué si no puedes hacer nada? - murmuró con voz enronquecida - ¿qué si tienes que casarte de inmediato? –
El alto tomó un suspiro pesado y sonrió nuevamente, sus ojos comenzando a cristalizarse.
- ¿Recuerdas lo que te dije ese día en el estanque? –
- No – respondió con un hilo de voz.
- Vamos, mi amor. Sé que lo recuerdas –
- Yo... - hipó – dijiste que me amarías por siempre sin importar lo que pasara, y que yo siempre tendría tu corazón, aunque la vida nos separara. Que yo siempre sería el amor de tu vida –
- Tú eres el amor de mi vida – limpió con cuidado su mejilla – ahora más que nunca es importante que lo sepas que no habrá nada que me haga desvanecer lo que siento. Te amo, mucho más que a mi propia vida, y necesito que me digas que lo entiendes –
- Sí lo hago – apretó sus ojos – yo también te amo –
- Prométeme que si encuentras a un buen hombre vas a ir donde él –
- Jae... -
- Por favor promete que no vas a esperarme – pidió insistente – prométemelo, Jaemin –
- No puedo hacerlo – negó rompiendo en llanto nuevamente – por favor no me pidas esto, Jaehyun. Yo no puedo... -
- Ven aquí – susurró atrayéndolo en un abrazo – no te hagas esto, amor –
Jaemin no pudo responder.
No pudo ni separarse de él cuando escuchó la puerta abrirse tras de él.
- Disculpa – llamó el recién llegado en voz baja – permíteme un momento a solas con mi hermano –
El empleado asintió y se separó lentamente sin atreverse a levantar la mirada.
Apenas pasó junto a él, el rey tomó de su brazo con cuidado y aclaró su garganta.
- Por favor, toma esto – susurró sacando un pañuelo de su bolsillo para extendérselo - ¿necesitas un momento antes de salir? –
- Estoy bien, su majestad – susurró aceptando el objeto con una sonrisa triste - ¿necesita algo? –
- Descansa un rato antes de volver a tu labor ¿quieres? –
- Muchas gracias – balbuceó antes de salir de la habitación, dejando al par solo.
Jaehyun suspiró pesado y miró a su hermano tan calmado como le fue posible.
- ¿Qué sucede, hermano? -
- Vine a corroborar las cosas – señaló a su espalda – veo que aún le está costando –
- Va a acostumbrarse – aseguró.
- ¿Y si no lo hace? –
Jaehyun apretó los labios y miró hacia sus manos, avergonzado.
- De hecho, necesito pedirte un favor – habló seriamente – necesito que lo transfieras a cualquier otra de las propiedades sin decirme cuál de ellas –
- ¿Se te ocurre alguna en particular? –
Por supuesto, despedirlo no era una opción.
- Algún lugar con campo – sonrió – hay muchos empleados atractivos ahí. Podrá encontrar a alguien y, entre más pronto, mejor –
- Bien – asintió – veré eso más tarde, pero vine a decirte algo –
El mayor lo miró atentamente.
- ¿Qué es? –
- Necesito hacer un viaje corto. Sólo quería avisarte y preguntar si necesitabas algo antes de que me vaya –
- Está bien – negó - ¿alguien más quedará con el cargo? –
- No hay mucho en la agenda. Creo que podrás manejarlo –
- Habrá que acostumbrarse pronto ¿no? – rió sin humor.
- Mejor no lo hagas. No me gustaría que te agrade demasiado mi labor si nunca serás más que el simple heredero –
Jaehyun frunció el ceño, desconcertado.
- ¿Qué dices? –
- Mira, no te pido que entiendas como es que me siento con lo que me hiciste, y no planeo tomar venganza por ello tampoco – apretó los labios – pero, por más que me desagrade esto, no pienso obligarte a pasar por lo mismo –
- Pero es mi deber –
- No lo es – negó – ya no –
- Jisung... -
- Hazte un favor y desposa al criado antes de que me arrepienta – dijo dándole la espalda – no te preocupes por el parlamento, voy a intervenir en cuanto sea necesario –
- No puedes hacer esto –
- ¿En serio? – se giró para verle – la última vez que vi este todavía era mi jodido reino. Yo soy el rey y tú haces lo que yo quiero que hagas – encaró nuevamente la puerta – te veo en un par de días -
Y entonces se fue.
Tan rápido como había llegado, como si no hubiera hecho nada, él se fue.
El otro quedó estupefacto, aún sin poder procesar sus palabras, cuando tuvo que recibir al joven empleado que corría hacia él para abrazarlo nuevamente.
- Déjame tenerte tanto como pueda – pidió el menor, enterrando su rostro contra su pecho – hasta que no haya tiempo –
- Jaemin... -
- Sólo un momento –
- Nana – se separó ligeramente.
El joven lo vio confundido, soltando un jadeo de sorpresa cuando el otro de colocó sobre sus rodillas y lo abrazó por la cintura.
- Jae... -
- Gracias, Dios – sollozó por lo bajo – muchas gracias -
- Jaehyun ¿qué sucede? –
- Él va a ser el rey – lo apretó con fuerza – yo no lo haré y puedo quedarme contigo –
- Jaehyun, por favor no mientas – pidió colocándose a su altura – dime que no mientes –
- Podemos casarnos, mi amor – anunció, sosteniendo sus mejillas con ambas manos – nosotros podemos casarnos. Tenemos su bendición –
- Oh por Dios... -
- No tendremos que alejarnos –
El otro respondió besándole con intensidad.
Apenas y fue consciente de la fuerza con que arrancaba la camisa de los brazos de su novio.
Estaba tan fuera de sí que daba igual si alguien los descubría ahora.
Ya nada importaba porque nadie podría separarlos, sin importar cuanto lo intentara.
Nada los separaría ni hoy, ni nunca.
El libro debería llamarse "todos felices menos el rey"
Hasta aquí, ¿preguntas?
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Kingdom
FanfictionAlgunas veces, ser heredero de la corona, regir todo un país y tener miles de responsabilidades a tu cargo, no es como lo pintan las películas. Para el joven futuro rey no era un cuento de hadas, tampoco. Especialmente por que, para lograr su asce...