¿Qué pasaría si te enteraras que en tu casa viven personas que nunca has visto en tu vida? Aquello le pasó a Percy. Eran los años 1870. En ese entonces Percy tan solo tenía diez años, era hijo de una familia de un alto estatus y por lo tanto, para el cuidado de su enorme casa, tenían sirvientes. Percy estaba acostumbrado a ver a sus sirvientes, pero no tenía permitido hablar con ellos a menos que necesitara algo, así que no tenía ni la más mínima idea de sus vidas y tampoco le llamaba mucho la atención saberlo. No es hasta que ve a un niño en su casa que no había visto antes salir de los cuartos de los sirvientes. Un niño que parecía de su edad y que vuelve a esconderse en cuando Percy lo encuentra. La curiosidad inmensa de Percy, lo lleva a desafiar a sus padres y conocer al niño del otro lado de la puerta.